En el año 2020, el mundo vivió una de las más grandes pandemias, la dispersión del virus COVID-19, lo cual impactó la economía de los países y, por ende, la educación, lo que llevó a cerrar las instituciones educativas. En nuestro contexto local, el confinamiento en casa por meses, tanto de estudiantes y docentes como funcionarios administrativos, llevó a buscar nuevas formas de enseñar y aprender.
La estrategia presentada en este artículo surgió como respuesta a esta emergencia, durante la cual la Institución Educativa San Francisco de Asís (ISFA), del municipio de Linares (Nariño), decidió usar WhatsApp (aplicación de teléfono celular de uso libre) como herramienta pedagógica de enseñanza-aprendizaje. La razón principal para la escogencia de esta aplicación fue que las personas del corregimiento, y la mayoría de la comunidad, cuentan con un teléfono celular, mas no todos tienen un computador. La sociedad actual está permeada por los medios digitales como parte de la vida cotidiana.
De acuerdo a las investigaciones realizadas, el celular es uno de los aparatos tecnológicos más utilizados por los adolescentes, ya que satisface necesidades propias de su edad, como la comunicación, las relaciones interpersonales y la oferta de juegos que les permiten distraerse o interactuar con otras personas. Otra de las razones por las que se decidió hacer uso de WhatsApp tuvo que ver con las condiciones de vida de los habitantes del municipio de Linares y sus regiones aledañas como San Francisco, Bellavista, La Palma, La Tola, Arboleda, entre otras, donde dichas condiciones no son las mejores. Los recursos familiares se invierten en la manutención del hogar y, en la mayoría de los casos, no cuentan con conexión a Internet en casa, pero sí con un paquete de datos o recargas para su celular, por lo que WhatsApp se convirtió en el medio de comunicación más importante para el desarrollo de las actividades académicas. Incluso, es muy utilizado entre los estudiantes para intercambiar textos escritos, fotografías, videos, mensajes de voz, etc.
Los recursos tecnológicos más utilizados para el trabajo mediado por tecnología son los archivos informáticos que contienen mensajes, videoconferencias, videollamadas y archivos compartidos
Todo este contexto demuestra cómo las regiones rurales en Colombia se vieron afectadas, no solo por la COVID-19, sino por el aspecto social. Organismos internacionales como la CEPAL, en uno de sus artículos, comentaban que las diferentes regiones, ante la crisis, adoptaron diversas modalidades de aprendizaje, algunas mediadas por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), unas con tecnologías de última generación y otras con medios de comunicación como la radio y la televisión.
Educación rural en Colombia
La educación en Colombia, desde los años cincuenta, ha evolucionado constantemente ampliando la cobertura, mejorando los currículos, implementando nuevos proyectos. Con ello, el acceso y la oportunidad para las comunidades rurales se han beneficiado, porque se ha disminuido el analfabetismo y ahora se brindan opciones de progreso a poblaciones remotas del país. De acuerdo con las estadísticas nacionales, la población rural crece paulatinamente, lo cual genera preocupación, en el sentido de que se hace necesario buscar estrategias y metodologías pertinentes para este contexto. Las prácticas educativas en el sector rural requieren currículos acordes con sus actividades económicas, sociales y culturales, que les permitan a sus estudiantes vivenciar sus formas particulares de vida.
Las transformaciones de los pueblos permean particularidades territoriales y culturales campesinas, diversidad y saberes locales. Por ello, se requiere la construcción de herramientas metodológicas y pedagógicas con currículos pertinentes a estos contextos. Asimismo, desarrollar prácticas propias que visibilizan la identidad de los espacios rurales. Colombia, un país eminentemente rural, debe redefinir y reconfigurar las relaciones con sus pueblos campesinos, negros e indígenas.
La crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 en las poblaciones rurales aumentó condiciones desfavorables como la desescolarización y los riesgos psicosociales; además evidenció la falta de herramientas tecnológicas y de acceso a Internet, factores que afectaron garantizar el derecho a la educación. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación —TIC— evidenciaron la brecha existente entre la educación rural y la urbana, entre la educación pública y privada; se puso de manifiesto la desigualdad que vive gran parte del territorio, no solo en estos aspectos, sino en lo social y cultural. El reto fue encontrar una metodología que garantizara el acceso igualitario a la educación para mantener la cobertura educativa. El gobierno nacional vislumbró esta problemática, pero fue poco lo que pudo hacer al respecto, y el apoyo a las instituciones educativas en el tema de la tecnología fue exiguo.
Se hace necesario revisar las condiciones socioeconómicas, culturales y demográficas de cada región, para poder implementar procesos pedagógicos acordes a estas situaciones. Por otra parte, las características propias de cada contexto dan las pautas para desarrollar estrategias pedagógicas nuevas y diferentes, basadas en los actores propios de estos lugares. Además, los maestros y estudiantes, con sus experiencias inéditas, construyen metodologías pertinentes a sus regiones.
Educación y tecnología
Durante la pandemia, en la ruralidad, las instituciones educativas utilizaron diferentes medios e instrumentos para continuar con su accionar pedagógico. Uno de los objetivos fue mantener la conexión y comunicación entre estudiantes e institución, y la tecnología jugó un papel importante en ese proceso. Se acudió al teléfono celular para cumplir este propósito educativo. Se usó WhatsApp, la aplicación más utilizada para el proceso escolar por ser muy popular, de fácil manejo y gratuita; fue la herramienta aliada perfecta en esta coyuntura causada por la COVID-19.
Fue interesante el proceso tecnológico en pandemia, los jóvenes y, en general, todas las personas hicieron uso de las redes sociales, no solo para comunicarse, sino para el intercambio de información. En la vida rural y en las diferentes comunidades, los campesinos, indígenas, afrodescendientes, organizaron todo tipo de acciones para no perder su identidad, se reinventaron y trataron de ponerse al día con el mundo moderno mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Esto generó condiciones favorables para utilizar la tecnología móvil en el aula.
Los recursos tecnológicos más utilizados para el trabajo mediado por tecnología son los archivos informáticos que contienen mensajes, videoconferencias, videollamadas y archivos compartidos. Precisamente, WhatsApp cumple con estos requisitos porque cuenta con diferentes funciones como son: mensajes de texto y voz, chats en grupo, llamadas, videollamadas, posibilidad de compartir documentos, seguridad automática, opciones de personalización y opciones de sincronizaciones con la computadora a través de WhatsApp para escritorio.
La herramienta WhatsApp se incorporó en el trabajo escolar y propició procesos de comunicación efectiva entre la comunidad educativa. De la misma manera, incentivó el autoaprendizaje y el aprendizaje consensuado; además, motivó al desarrollo de actividades académicas a través de diferentes didácticas y, como resultado, los estudiantes construyeron su propio conocimiento. La retroalimentación se ejecutaba casi de inmediato, lo que hacía más fácil la comprensión de las temáticas y el desarrollo de las mismas.
Método utilizado en el proceso investigativo
El proceso investigativo en la Institución Educativa San Francisco de Asís, ubicada en el sector rural del corregimiento de San Francisco en el municipio de Linares, departamento de Nariño, se centró en el uso de WhatsApp como herramienta para el proceso de enseñanza-aprendizaje, en el año 2020, durante la pandemia de la COVID-19. El estudio sucedió en dos momentos: el primero de carácter cuantitativo, que buscó ofrecer un panorama general de la percepción de los participantes con relación al uso de WhatsApp en los procesos de formación. El segundo, cualitativo, con la información obtenida a partir de las respuestas de los estudiantes. Este diseño metodológico permitió analizar el potencial de WhatsApp en procesos de formación, identificar necesidades y fortalezas, y ofrecer recomendaciones a la institución educativa para la toma de decisiones en cuanto a la educación rural.
La herramienta WhatsApp se incorporó en el trabajo escolar y propició procesos de comunicación efectiva entre la comunidad educativa
La institución es de modalidad agropecuaria y contribuye a formar talento humano con bases académicas y con competencias en el sector agrícola, pecuario y ambiental. La población correspondió a 145 estudiantes con únicos grados desde sexto a undécimo. La selección de la muestra fue no probabilística por conveniencia: se eligió a los 43 estudiantes de décimo y undécimo (media técnica), porque eran los únicos grupos que tenían acceso a un móvil personal. De esta muestra, 21 eran estudiantes de género masculino y 22 de género femenino, en un rango de edad de entre 16 y 18 años, con residencia en diferentes veredas, con dificultades de acceso a Internet; no disponían de un computador ni conectividad en su casa, sin embargo, sí tenían acceso a un celular con datos móviles. La recepción de la información se hizo a través del WhatsApp personal, tanto de los investigadores (los docentes) como de los investigados (los estudiantes).
El desarrollo de la estrategía se llevó a cabo en tres fases para alcanzar el objetivo planteado. La primera fase fue la creación de 13 grupos académicos de WhatsApp correspondientes a las 13 asignaturas del plan académico. De igual manera, se crearon los manuales de uso de WhatsApp tanto para docentes como para estudiantes, los cuales fueron socializados al inicio del proceso por cada director de grado. Estos documentos contenían información sobre normas, recomendaciones, prohibiciones y horario de uso de los grupos creados y para la entrega de las guías de aprendizaje.
En la fase dos, se trabajó con una encuesta semiabierta para dar respuesta a las siguientes categorías:
- Educación mediada con tecnología. Se refiere al proceso pedagógico y es el objetivo primordial que tienen todos los docentes y estudiantes al hacer uso de la herramienta WhatsApp para la enseñanza-aprendizaje.
- Uso de WhatsApp en el proceso de aprendizaje. Permitió determinar el tiempo de uso y aprovechamiento de la herramienta WhatsApp en el proceso educativo.
- Problemas identificados durante el proceso de aprendizaje mediado con tecnología. Se refiere a identificar las dificultades encontradas en el proceso pedagógico.
- Recursos utilizados para el aprendizaje mediado con tecnología. Son los diferentes medios que utiliza el estudiante como apoyo para el proceso de aprendizaje.
La fase tres es el análisis de datos cuantitativos, para lo cua se utilizó una hoja de cálculo de Excel con el fin de determinar las frecuencias relativas y facilitar la comparación de los mismos. En el caso de los datos cualitativos, se sistematizaron en otra hoja de cálculo. Para ello se transcribió cada una de las justificaciones ofrecidas por los estudiantes.
Discusión y conclusión
El análisis de las distintas categorías permitió significar el proceso educativo, a través de una herramienta tecnológica —WhatsApp— en una comunidad educativa rural, en tiempos de pandemia. Los comentarios de los estudiantes que vivieron la experiencia enriquecieron los resultados y consintieron un análisis más profundo de los datos.
WhatsApp es una herramienta útil para el proceso de enseñanza–aprendizaje que favorece la comunicación entre los miembros de la comunidad educativa
La sistematización de las categorías fue respondiendo una a una de las preguntas de la encuesta aplicada a los estudiantes, es así como se obtuvieron los siguiente datos:
- El total de los estudiantes utilizaban diariamente WhatsApp, entre 2 y 6 horas, para fines educativos.
- La aplicación permitió a los estudiantes manejar el tiempo en casa de una mejor manera en la época de pandemia ya que, además de estudiar, podían realizar otras actividades como tareas domésticas.
- Se evidenció que WhatsApp es un gran soporte a la hora de comunicarse. Su uso constante y continuo apoyó el desarrollo de las diferentes asignaturas, aún en tiempos posteriores a la pandemia.
- El acompañamiento y la información que brindó la institución fueron importantes en el proceso pedagógico. La mayoría de los estudiantes consideró que hubo una buena organización y claridad en cuanto al uso de la estrategia.
- Los alumnos tuvieron una opinión positiva del uso de WhatsApp como herramienta de aprendizaje, en cuanto a la adaptación a la estrategia, la claridad de los manuales y la metodología empleada.
- Se obtuvo que los estudiantes, en su mayoría, se sintieron cómodos utilizando WhatsApp con fines educativos, debido al conocimiento previo que la mayoría tenía de la herramienta.
- Algunas dificultades que se encontraron durante el proceso fueron: la intermitencia en el Internet o los datos, la utilización de celulares de gama baja, la falta de comunicación con el docente, la disponibilidad de tiempo y la adaptación a las guías de aprendizaje.
- Los elementos de apoyo que utilizaron los estudiantes para complementar la estrategia de WhatsApp, fueron: páginas web, explicación del docente, apoyo familiar, videos o tutoriales y libros.
Se concluye que WhatsApp es una herramienta útil para el proceso de enseñanza–aprendizaje que favorece la comunicación entre los miembros de la comunidad educativa y que, en tiempos difíciles, como lo es una pandemia, ayuda a evitar que se detengan los procesos educativos, además de que permite su continuidad de manera imperecedera. RM