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Salidas profesionales de la educación ambiental: La profesionalización de la Educación Ambiental, una agenda común indispensable hacia la sostenibilidad

Como movimiento educativo, la Educación Ambiental (EA) se remonta a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (Estocolmo, 1972) y el nacimiento del Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA) tres años después, reconocimiento oficial de su existencia e importancia. En los últimos años, la aprobación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) supuso una apuesta por impulsar una educación comprometida vinculando la acción pedagógica con los criterios de sostenibilidad, naciendo así la Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (EDS).

La educación ambiental siempre ha sido una poderosa palanca de transformación social. Tal es su importancia que viene recogida dentro del ODS 4 en su meta 4.7 como una educación para el desarrollo sostenible, una educación que proporcione lo que “[…] necesitan los ciudadanos para vivir una vida fructífera, adoptar decisiones fundamentadas y asumir un papel activo –tanto en el ámbito local como el mundial- a la hora de afrontar y resolver los problemas planetarios” (‘Desglosar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 Educación 2030’). Es considerada por la UNESCO como un componente central que ha de formar parte de los sistemas educativos a todos los niveles antes del 2025.

Reforzar el papel de la EDS como herramienta es esencial para lograr la necesaria transformación social, cultural y económica que la emergencia climática y ambiental requieren (PAEAS, 2021, p.20).

En este sentido, la figura del Educador Ambiental adquiere una creciente relevancia en todos los ámbitos educativos, tanto dentro de la educación formal como la educación no formal. La demanda de educadores ambientales se está incrementado de forma exponencial (‘Empleo verde en una economía sostenible’), con grandes expectativas de futuro (‘Empleo en sostenibilidad y medio ambiente’; ‘Fomento del programa nacional de Educación Ambiental de Colombia’; ‘Empleo verde: cuáles son las profesiones ‘ecológicas’ con más futuro en Ecuador’). Y todo ello, bajo un marco normativo claro y compartido a nivel internacional que se expresa en los distintos países a través de políticas y estrategias de educación ambiental encaminadas a seguir fomentando la profesionalización del educador ambiental a todos los niveles formativos.

El futuro es ahora y el ahora requiere de una Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible, por lo que fórmate como profesional de la educación ambiental

La necesidad de una comprensión profunda de las relaciones socioambientales suele estar detrás de la mayor presencia de educadores ambientales con formación universitaria. Sin embargo, su profesionalización encamina también un futuro prometedor a cualificaciones específicas dentro del itinerario de la Formación Profesional. Lo que determina el nivel de estudios, así como su formación específica dentro de la educación ambiental (realización de cursos, talleres, postgrados de educación ambiental para el desarrollo sostenible, etc.), es el grado de responsabilidad que asimilará dentro de sus labores profesionales.

De entre las salidas profesionales del educador ambiental, actualmente podemos destacar las siguientes (a partir de ‘Perfiles de las ocupaciones medioambientales y su impacto sobre el empleo’ y ‘Empleo verde en una economía sostenible’):

  1. Educador ambiental. Se aplica en multitud de ámbitos laborales de la educación formal como no formal, como en centros educativos, universidades, asociaciones o empresas privadas, aunque especialmente como profesionales o freelance. Sus labores son múltiples, pero se caracterizan por necesitar competencias en todas las áreas de actuación de un profesional de la educación ambiental.
  2. Coordinador de equipos de educación ambiental/director de centro de educación ambiental. Se dan especialmente en empresas privadas y administraciones públicas. Suelen ser responsables en la concesión de licitaciones, museos, espacios protegidos o responsables de centros de interpretación, centros educativos, universidades, etc. Son encargados del desarrollo de proyectos, su gestión y administración, entre otros.
  3. Técnico especialista en información ambiental. Suelen llevarse a cabo a través de asociaciones, profesionales o empresas privadas que ofrecen servicios a administraciones públicas, principalmente, para la recogida de información o ejecución de programas de educación ambiental, realización de itinerarios interpretativos, participación y dinamización ciudadana, o diseño de formaciones didácticas específicas para distintos ámbitos de aplicación.
  4. Informador ambiental. Principalmente en empresas privadas y administraciones públicas que buscan comunicar o sensibilizar en el lugar a través de iniciativas o campañas de eficiencia energética, movilidad, residuos, o bien sobre itinerarios o especies destacadas en espacios naturales, por ejemplo.
  5. Periodista ambiental. Especialmente también desde medios públicos o privados encaminados a informar, sensibilizar y dar visibilidad a noticias de actualidad, políticas, eventos o acciones a través de campañas de comunicación de radio, prensa, televisión o redes sociales, entre otras. Además, se incluyen empresas privadas que buscan dar a conocer sus acciones o responsabilidad ambiental dentro de la economía verde.

Como se ha indicado previamente, la formación de un educador ambiental dependerá de su nivel de responsabilidad. En general, un educador ambiental requiere de conocimientos avanzados en materia medioambiental y pedagógica, ya que, como requisitos profesionales se suelen solicitar la capacidad de diseño, puesta en marcha y evaluación de programas de educación ambiental. Esto requiere de una formación continuada y el desarrollo de competencias y técnicas en materia de innovación e investigación educativa, para poder adecuar las propuestas al contexto socioambiental de aplicación.

El especialista, informador o periodista ambiental también requiere a nivel profesional de competencias en el desarrollo de propuestas de sensibilización y comunicación efectiva a colectivos, y de propuestas didácticas avanzadas en ámbitos de educación formal y no formal. Esto requiere de capacidad de coordinación, habilidades comunicativas, así como conocimientos sobre comunicación, uso de herramientas tecnológicas, redes sociales y recursos varios.

Además, el educador ambiental ha de estar preparado para la gestión y administración de recursos, materiales y personas, lo que requiere de capacidad organizativa, uso de técnicas de gestión y participación pública, gestión de equipamientos y colaboraciones con otras entidades, o actitud empática y analítica para conseguir resultados efectivos en periodos comúnmente cortos, ya que depende mucho de la financiación pública. Así como de un conocimiento actualizado sobre problemáticas ambientales y temáticas relacionadas con la gestión ambiental como energías renovables, eficiencia energética, residuos, biodiversidad, contaminación, entre otros muchos.

Es por todo esto que un educador ambiental es un profesional de la educación que busca a través de la formación establecer una relación socioambiental sostenible a nivel individual y colectivo entre las personas y nuestro único planeta. RM

Es la hora del planeta y de que como sociedad sepamos estar a la altura de una relación sostenible, saludable y equitativa.

Rubén Vera Gómez

Director Académico del Máster de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible en la Universidad Internacional de La Rioja.

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