Edición 31MaestrosOpinión

Los profesores como motivadores, facilitadores y entrenadores

Nos hemos convertido en docentes que tienen activado el “superpoder” de la creatividad en un contexto de alta incertidumbre y donde además, es cada vez más difícil mantener la atención de los niños…

Actualmente estamos acostumbrados a escuchar palabras como distanciamiento social, mascarillas, gel hidroalcólico, desinfección, confinamiento, protocolo de actuación ante el coronavirus, educación híbrida o semipresencial, educación presencial, educación online, grupos burbuja, grupos de convivencia… La COVID-19 nos ha demostrado que el mundo puede cambiar de un día para otro y nos ha obligado a reorganizar todo lo que conocemos; la escuela, igual que otra serie de instituciones no ha estado ajena a estas modificaciones.

Hace solamente unos meses se priorizaba el modelo de escolaridad presencial, en el que nos preocupaba fundamentalmente qué enseñar y cómo hacerlo; ahora nos causa inquietud la incapacidad para mantener el vínculo estudiantes-escuela y la relación familia-escuela. En pocas semanas hemos vivido la necesidad de incorporar nuevos modos de aprender para mantener el contacto con nuestros alumnos y estos modelos que hemos desarrollado con excesiva rapidez constituyen la base de las aulas híbridas, además de ser necesarios en un futuro tras el fin de la pandemia.

El COVID-19 nos ha demostrado que el mundo puede cambiar de un día para otro.

¿Qué ha cambiado?

“Desde la etapa de Infantil, por ejemplo, durante la época del confinamiento les enviábamos a todos los estudiantes cada semana un dossier compuesto por un mensaje de ánimo desde el cole, un horario orientativo para que establecieran una rutina y una serie de actividades para repasar los contenidos aprendidos. Cuando me conectaba con mis alumnos disimulaba mi cansancio ante la situación vivida y sentía ganas de llorar de alegría al verlos en las videoconferencias… de hecho, coloqué como fondo virtual una foto de mi aula hecha al principio de curso para sentir que estábamos allí todos juntos, en nuestra antigua normalidad”.

Los contenidos de las asignaturas se han reconfigurado y reconstruido adaptándose al nuevo modo de pensamiento basado en una enseñanza híbrida o semipresencial en numerosos casos, por lo que nuestros
estudiantes, muchos de ellos nativos digitales, han aprovechado estas
capacidades para ser creativos e innovadores de manera online. De hecho, han proliferado la autonomía y las estrategias educativas modernas como el trabajo por proyectos directamente realizado sobre contextos naturales para ser después compartidos en el grupo.

La educación híbrida o semipresencial, consolida la digitalización y la convierte en un elemento inherente de cara al proceso enseñanza- aprendizaje. Ya no se trata de un tipo de educación innovadora o eventual, ha llegado para quedarse. Poco a poco, la educación virtual nos situará ante escenarios diversos relacionados con la organización de los expedientes
académicos de nuestros alumnos: nuevos modos de registrar la asistencia a clase, innovadoras formas de realización de exámenes, actos escolares virtuales… A muchos de estos desafíos ya se han enfrentado los alumnos con sorprendente éxito a pesar del aislamiento social, convertido en prioritario para todas las edades. De hecho, muchos de ellos han encontrado sus propias estrategias para superar las medidas del distanciamiento con prácticas originales… Han participado mediante un aprendizaje basado en la investigación y un aprendizaje invertido (flipped classroom) colaborando con los compañeros y el grupo, mostrando un sentido de la responsabilidad y de la apropiación de su propio aprendizaje. Incluso han aprovechado para usar herramientas novedosas a través de soluciones TIC o celebrando auténticos debates en espacios abiertos, magníficos para desarrollar la creatividad.

“Por nuestra parte, los docentes nos hemos encontrado ante el desafío de la educación virtual y hemos evaluado los productos procedentes de la aplicación de ABP de manera no presencial, por ejemplo: los alumnos han creado su propio blog o han grabado sus propios videos…, han creado su propia “correspondencia virtual” en la que opinan sobre lecturas de libros o han inventado juegos sencillos como un escape room con sus reglas inspiradas en películas o videojuegos. Aquí hemos aprendido a desarrollar nuestro rol de docente youtuber intentando generar contenidos de calidad y despertando el interés de nuestros alumnos y su motivación intrínseca, un interés que hoy, más que nunca, representa un desafío para nosotros, los profesores”.

La brecha digital

Durante el tiempo que llevamos de pandemia algo se ha puesto en evidencia, se trata de la enorme brecha digital que todavía existe en nuestra
sociedad. Es muy complicado que permanezca el vínculo enseñanza-aprendizaje en contextos tan desiguales sin el tiempo y el espacio físico de la escuela, ello implica nuevos desafíos para nuestros estudiantes.
En la mayoría de los países del mundo, la declaración del estado de alarma debido al COVID-19 tuvo como consecuencia prioritaria el cierre de los centros escolares, por lo que millones de estudiantes de todos los niveles tuvieron que cambiar el pupitre por una pantalla de ordenador o una tableta. Fue entonces cuando empezamos a vivir ese cambio tan drástico, el proceso de aprendizaje dejaba el centro escolar para ubicarse en los hogares.

Los profesores como motivadores, facilitadores y entrenadores

La implantación de la educación online ha sucedido con rapidez y nos ha dejado con escaso margen de maniobra… Los escenarios vividos han estado y están repletos de celeridad y poco realismo, porque no todas las familias poseen computadores ni tampoco pueden estar pendientes de los aprendizajes de sus hijos debido a la gran sobrecarga de trabajo diario. Aún quedan alumnos a los que ni siquiera se puede contactar; los profesores se encuentran con que en muchos casos las familias no pueden estar pendientes de la educación de sus hijos. Aquellos estudiantes que no tengan motivación o que estén en situaciones complicadas económicas o familiares ya han experimentado y van a seguir sufriendo serias lagunas de aprendizaje, pues el profesorado tiene que seguir con la programación. El estudiante se enfrenta al compromiso con un importante grado de desafío, la educación híbrida o semipresencial no presenta una monitorización o un contacto físico como pudiera suceder en la presencial.

Por lo tanto, la brecha digital es ahora también brecha educativa

Es importante tener en cuenta que las TIC en la educación se han incorporado a su día a día no solo como herramientas, sino también como metodologías. Hablamos de TIC, TAC, TEP… pero, ¿Qué significan todas estas siglas?

  • TIC: Tecnología de la Información y la Comunicación.
  • TAC: Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento.
  • TEP: Tecnologías del Empoderamiento y la Participación.

Vamos a dar respuesta a las preguntas más frecuentes de este apartado:

  • ¿Qué es la brecha digital en la educación?

La brecha digital puede ser definida en términos de la desigualdad de posibilidades que existen para acceder a la información, al conocimiento y la educación mediante las nuevas tecnologías.

  • ¿Cómo se define en concreto la brecha digital?

Se define como la separación que existe entre las
personas (comunidades, estados, países) que utilizan las Tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas o que, aunque las tengan, no saben cómo utilizarlas.

  • ¿Cuáles son los tipos de brecha digital?

Se proponen tres tipos de brecha digital: la de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las TIC; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas y las que no; y la de la calidad del uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios.

  • ¿Cómo nos afecta la brecha digital?

Una de las consecuencias de la brecha digital es el retraso, así como la dificultad que afrontan las personas para salir de condiciones de pobreza por tener problemas en la toma de información por la falta de acceso a nuevos conocimientos, lo que lleva a esta parte de la sociedad a la ignorancia y falta de comunicación…

  • ¿Qué es la brecha digital en ejemplos?

La noción de brecha digital es generalmente asociada a las desigualdades relativas al equipamiento de un ordenador personal con acceso a Internet, lo cual suele variar según el nivel de ingreso, la ubicación geográfica y/o el grupo étnico.

Es entonces cuando algunas personas, entidades e instituciones empiezan a hablar, a investigar y a escribir sobre la brecha digital. Brecha, ese espacio virtual que crece y crece a lo largo y ancho del mundo, entre quienes más tienen y quienes menos; pero también entre quienes acceden por derecho a la información, los recursos y las oportunidades, y quienes lo hacen con muchas dificultades. No olvidemos tampoco la brecha entre quienes desarrollan y producen, y quienes tan solo consumen; o entre quienes tienen el conocimiento y las herramientas para crear con él, y quienes no… Al ponerle el apellido digital, se habla de brecha en
términos de acceso, pero, sobre todo, de habilidades para el manejo de las TIC”.
(Fuente Ayuda en Acción)

Estrés emocional en los estudiantes

Los más pequeños pueden desarrollar una dependencia excesiva de los familiares adultos, mostrarse nerviosos en situaciones nuevas o manifestar o somatizar dolores de cabeza o de estómago. Cualquier cambio en la conducta de los estudiantes con respecto a la etapa anterior a la pandemia puede indicar la existencia de estrés emocional. En ocasiones observamos deseos de aislamiento social, comportamientos desafiantes, cambios en el peso o señales de fatiga.

Uno de los primeros desafíos para los estudiantes adolescentes es el cumplimiento de las pautas de distanciamiento social. Muchos de ellos han sentido y sentirán que el coronavirus no es tan problemático para su rango de edad como lo es para las personas mayores. El problema se agudiza cuando se dan cuenta de que la realidad les impide salir y reunirse con amigos, ellos quieren ver a sus amigos y no entienden por qué el distanciamiento social debería aplicarse en su caso de manera tan prolongada, aún les cuesta asimilar que podrían ser portadores
asintomáticos y traer el virus a casa. Podemos ayudar fomentando hábitos saludables, alternativa para el estudio en tiempos de pandemia. Un horario realista para realizar el trabajo en periodos definidos, incorporando descansos y momentos para socializar, hacer ejercicio y entretenerse, puede ser de gran ayuda.

Los profesores como motivadores, facilitadores y entrenadores

El sueño es otro elemento para tener en cuenta, necesitan dormir lo suficiente, además de comer de manera saludable. Mantener un horario de sueño constante, con tiempos predecibles para despertarse y acostarse, es especialmente importante para mantener un estado de ánimo positivo y su capacidad para cumplir con las expectativas académicas. Los hábitos saludables son necesarios para aquellos jóvenes que pueden estar padeciendo cierta ansiedad o depresión: dificultad para conciliar el sueño, pensamientos negativos constantes, falta de energía ante cualquier actividad… Perder las rutinas en las que han llegado a confiar puede ser una gran fuente de estrés, por lo que se recomienda establecer nuevas rutinas… “Descansar es importante pero también lo es estar activo”.
Las técnicas de atención plena también pueden ser muy útiles en este tipo de situaciones, donde nuestras rutinas se ven interrumpidas y podemos sentirnos abrumados por la frustración y la decepción. La atención plena nos enseña a conectar con nuestras emociones en cualquier momento y a experimentarlas sin juzgarlas.

Expertos como el doctor Santiago Segovia vienen a explicar que el equilibrio de la atención es un elemento muy destacable, dado que permite vivir los pensamientos, motivaciones y afectos de forma consciente y autorregularlos, de modo que se pueda lograr la felicidad, el bienestar psicológico. De este modo, el mindfulness se constituye en un método para el crecimiento personal con unas técnicas que han sido empleadas con éxito en el ámbito psicoterapéutico; podemos por tanto distinguir una vertiente original, como método de crecimiento personal (generando equilibrio emocional, consciencia y bienestar psicológico) y una derivada relacionada con las psicoterapias que de alguna manera incorporan técnicas de este método dentro de sus protocolos de tratamiento.Por tanto, el mindfulness puede asociarse con el mantenimiento de la atención con respeto y aceptación, concentrando dicha atención en un solo punto, en un solo objeto para calmar la mente sin saltar de un pensamiento a otro y apoyándose en una respiración adecuada. Cuando hablamos de “aceptación” hacemos referencia a reconocer las cosas tal y como son en el momento presente; hay una parte de dolor en la vida difícil de evitar; si ofrecemos resistencia a esa parte de dolor que nos toca soportar incrementamos nuestro sufrimiento.

La resiliencia se hace necesaria en este momento, nuestros estudiantes necesitan aprender a superar el impacto o trauma inicial ante una situación
inesperada y adaptarse al nuevo entorno; buscar soluciones que les permitan volver a la estabilidad aprendiendo de lo vivido sin catastrofismo, una nueva oportunidad convertida en desafío para mejorar en las próximas etapas de la vida.

Experiencias descritas por Francesco Tonucci, pensador, psicopedagogo y dibujante italiano, para motivar a nuestros estudiantes:

  • Proponer a los alumnos que cocinen un plato, que se filmen como si fuera un programa de cocina en donde necesitan averiguar la cantidad de ingredientes, la preparación y el tiempo de cocción. Al finalizar, escribir la receta como si fuera un libro de recetas. El resultado lo publicará el profesor en la plataforma que estén usando. Allí estarán trabajando física, química, escritura y lectura.
  • Pedir a los alumnos que realicen video propio de un día en su casa, bajo la pregunta: ¿Qué hace durante su tiempo libre en casa? La idea es pedirle que suba el resultado en formato video y escrito. Esto es importante pues los niños podrán verse e interesarse más por el otro. No debemos olvidar que los niños han perdido el espacio la escuela, que era el lugar en donde podían encontrarse con otros y socializar lo que habían hecho.
  • La lectura es otra de las experiencias que no debe pasar desapercibida en este tiempo. En este sentido se podría proponer una lectura colectiva en familia por alumno. Que deban crear una obra teatro, con su horario y su lugar de la casa. Un día por vez, un miembro de la familia lee el libro, que eligió la maestra para mandarle, como si fuera una telenovela. Y luego que cada niño sube a la plataforma un breve resumen del capítulo así lo pueden leer los otros niños.
  • Otra propuesta es que jueguen e inventen juegos. Que compartan fotos y escritos de sus juegos y los suban a la plataforma, de manera que sus compañeros también jueguen.

“En tiempos de “influencers” y redes sociales, nosotros, como maestros, formadores, educadores, motivadores, facilitadores, entrenadores tenemos el poder de llegar al alma y al corazón de nuestros alumnos… Somos importantes por lo que generamos en los alumnos y en nuestras comunidades de aprendizaje. Somos los verdaderos influencers y hemos tenido que reinventarnos para desarrollar las habilidades blandas como la curiosidad intelectual, la flexibilidad mental y el trabajo en equipo en el contexto escolar”.

Ana Roa García

Pedagoga. Coach. Formadora. Consultora Familiar y Educativa. Escritora.

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