Edición 12Innovación

La innovación disruptiva en la educación

L a tecnología ha logrado hacer transformaciones profundas en múltiples segmentos. En algunos casos esa transUormación ha signifi cado un cambio de raíz, un antes y un después, en donde en el nuevo normal, las cosas se hacen de una manera radicalmente diferente.

4itaré dos ejemplos para ilustrar el argumento, uno de ellos muy reciente.

6n el sector fi nanciero, hacia la década de los v{, antes de la llegada de los computadores y los mainUrames, las transacciones fi nancieras no solamente costaban decenas de dólares de hoy sino que podían tomarse días o semanas y estaban sujetas a errores por una mayor infl uencia del Uactor huma no en el proceso.

En la medida en que los computadores y la tecnología fueron llegando al sector y el dinero físico empezó a ser remplazado por dinero electrónico, el sector inició un proceso de transformación profunda.

9oy una transacción fi nanciera se lleva a cabo en unos cuantos milisegundos, con unos costos mucho menores a los de hace 50 años y prácticamente con cero errores. Para lograrlo, la tecnología se convirtió para una entidad fi nanciera en el equivalente a la línea de producción en una empresa manufacturera. Sin tecnología, no habría bancos y los sistemas de información y la innovación se convertirían en la ventaja competitiva

Fn ejemplo más reciente de esta transUormación es el caso de la industria de la música. Muchos de nosotros, hemos sido testigos de cuan profundo ha sido el cambio en este segmento.

En la época en que reinaban Queen, los Rolling Stones y los Bee Gees en el escenario musical global, acostumbrábamos ir de visita a las tiendas de discos para ver qué novedades habían llegado de nuestros artistas favoritos. A menudo, teníamos que esperar meses o incluso años para poder escuchar esa música que nos erizaba la piel. Cuando encontrábamos el acetato negro que tanto habíamos esperado, solo unas dos o tres canciones realmente nos deleitaban, de un total de diez a quince, que justificaban la compra en la cual invertíamos el equivalente a unos 40 mil pesos de hoy o un poco más. El goce de la música dependía de qué tan so- fisticado era el equipo de sonido, el cual tenía un costo muy alto para lograr una calidad aceptable.

En este caso la transformación fue aún más profunda. Las tiendas de discos desaparecieron y en su lugar surgieron unos colosos de la distribución de música que están en capacidad de ofrecer a sus clientes decenas de millones de piezas musicales en sus sistemas de streaming , con un costo mensual de casi una tercera parte de lo que costaba un disco de acetato de apenas quince canciones.

¿Y qué decir del goce de escuchar música? Hoy, una vez que nuestros artistas favoritos lanzan una nueva producción, instantáneamente está disponible a nivel global. Además, la tecnología también ha transformado la experiencia del usuario al escuchar mú- sica. Con un sonido impecable en dispositivos muy económicos, y con la capacidad de crear las más impensables listas de reproducción para compartir con familiares o amigos, haciendo de éste goce una experiencia social que trasciende fronteras.

Transformaciones de fondo han ocurrido en múltiples industrias. La fotografía digital, la compra de artículos al detal, con ejemplos como Amazon y Mercado Libre.

Lo que ha impulsado dicha transformación es la digitalización del producto o servicio entregado. Ya sea éste, dinero, música, fotos, la voz o los puntos de venta.

La transformación de estos sectores se evidencia de múltiples maneras que se pueden resumir en tres categorías: Primero, el costo por unidad del producto o servicio disminuye significativamente Segundo, el tiempo en la prestación del servicio también disminuye significativamente y tercero, el desempeño mejora considerablemente, ya sea expresado en términos de calidad, de experiencia del usuario o de productividad.

Cómo ha sucedido la innovación en múltiples sectores, lo plantea muy bien Clayton Christensen en lo que él llamó, “Innovación Disruptiva ”. En un comienzo el nuevo producto, el disruptor, no goza ni de buena calidad ni de buen desempeño. No atrae a la mayoría, pero sí a algunos pocos para quienes los costos bajos son tan atractivos que sacrifican prestaciones. Esto provee los recursos para continuar innovando hasta que el producto o servicio alcanza un nivel suficiente en desempeño y calidad, manteniendo un costo bajo y logrando atraer a la masa de usuarios y transformando de raíz industrias enteras.

Eso ocurrió con la banca, con distribución de mú- sica, con la fotografía, con la telefonía y con los puntos de venta. A menudo entre el antes y el después muchas compañías no lograron adaptarse y desaparecieron. Otras, apenas nacientes, gozaron crecimientos exponenciales y hoy son los nuevos reyes de sus respectivas industrias.

El mercado de los computadores sufrió un proceso similar. Los PC a comienzos de los 80 eran un juguete exótico Aocos años después, gracias a la innovación disruptiva de los microprocesadores, muchas empresas de esa industria, fabricantes de mainframes y mini computadores habían desaparecido o cambiado su razón de existir y surgieron otros titanes en ese mercado.

Pero ¿esto de qué manera puede suceder en el sector educativo?

Este segmento ha sido uno de los más estáticos a lo largo de los últimos siglos. Aseguran algunos historiadores que el aula de clase como la conocemos hoy la concibió el régimen vigente en Prusia, en el siglo XVIII para asegurarse de tener una población adoctrinada con las ideas del régimen. Muy pronto el modelo fue replicado en otros lugares y con un espíritu menos político y más formativo.

El hecho es que el sector educativo, a pesar de múltiples intentos, sobretodo en el último siglo, NO ha sufrido cambios importantes. En esencia se enseña y se aprende de la misma manera como hace 200 años. Y nadie sabe si la transformación digital realmente cambie de raíz al sector como ha ocurrido en otros.

Sin embargo, claramente, nos encontramos en el medio de una transición, en donde la migración hacia contenidos educativos digitales es cada vez más omnipresente, así como ocurrió con la música o con la fotografía digital.

Ya se ven algunas evidencias que hacen pensar que una transformación profunda está en camino.

Fn ejemplo interesante es ejor desempeño educativo asegurado me diante evaluaciones formativas y con un currículo adaptado al ritmo y necesidades de aprendizaje del estudiante, con reducción en los costos por estudiante y disminuyendo el tiempo requerido para alcanzar la maestría en los temas de estudio.

Pero ¿entonces cuál puede ser el verdadero aporte de las TIC en el proceso de enseñar y aprender?

En primer lugar vale la pena comenzar diciendo cuál no es un uso adecuado de las TIC en educación. Esto sucede cuando la tecnología simplemente sustituye a la tecnología previa, el marcador y al tablero por ejemplo, sin un cambio Uuncional en el proceso de enseñar y aprender. Un modelo práctico es ilustrado de una manera muy sencilla y elocuente por el Dr. Rubén Puentedura en su modelo SAMR .

En contraposición a esto, las TIC permiten elevar el proceso de enseñar y aprender a un nuevo nivel.

El impacto que rápidamente se hace evidente es la disminución en las tasas de deserción debido a la inmediata conexión del aprendiz con un contenido ameno y signifi cativo 6sto ha sido ampliamente reportado por los educadores y está bastante documentado.

Pero más allá de eso, la tecnología permite liberar la camisa de fuerza que representan el currículo y el grado cursado para hacer realidad un aprendizaje personalizado De los pocos consensos que hay en educación es la aceptación de que cada estudiante aprende a su propio ritmo. Algunos muy rápido, otros no, sin embargo, el sistema está dise- ñado para enseñar exactamente lo mismo a lotes de entre 10 y 50 aprendices sin ningún tipo de consideración de diferencias entre ellos.

Un proceso bastante apropiado para la era industrial de manufactura por lotes. Henry Ford decía. “Señor cliente, usted puede elegir el color que se le antoje, siempre y cuando sea negroˆ Aquella era una época en que todas las piezas debían ser idénticas y cualquier divergencia debía ser retirada de la línea de producción. Puede sonar caricaturesco, pero así opera el sistema educativo actual.

En el presente, mediante la tecnología, los estudiantes no solo pueden aprender en cualquier momento y lugar sino que también pueden aprender asu propio ritmo, siguiendo su propia ruta de aprendizaje, más acorde con su propio potencial y talen to y de una manera que se adapte mejor a su propio estilo de aprendizaje Allí está la disrupción de la educación con tecnología 6s pasar de aprendizaje centrado en un currículo estándar a un aprendizaje verdaderamente centrado en el estudiante

Esto es viable gracias a sistemas de inteligencia artifi cial embebidos en los contenidos educativos que hoy comercialmente ya ofrecen algunas editoriales y que permiten establecer las brechas de conocimiento de los estudiantes. Con base en esto, diseñan para ellos rutas de aprendizaje, acorde con sus necesidades. Términos como el aprendizaje adaptativo y la evaluación Uormativa , empie zan a ser requerimientos mínimos en todo tipo de contenido educativo.

Pero esto no es lo único. La tecnología permite hacer evaluaciones en tiempo real del desempeño educativo y además, también permite entender en tiempo real, cuáles son los hábitos de estudio que producen mejores resultados

Respecto de lo primero, hoy las pruebas SABER nos permiten entender cada año qué tanto se ha avanzado en materia de educación y la prueba PISA nos lo dice cada 3 años. ¿Qué tal si pudiéramos saberlo cada mes o cada día? ¿Y si una región o un colegio está bien en matemáticas y otra en comprensión lectora? ¿Qué tal si un ministro de educación, un secretario de educación o un rector de colegio pudieran revisar cada día su tablero de mando y entender cuánto se ha avanzado en comparación con la semana, el mes o el año anterior, o entre cohortes de diferentes ciudades? ¿Cuántas decisiones podrían tomarse cada día para enderezar el rumbo en lugar de esperar al examen anual de desempeño?

Otro aporte importante de la tecnología está en potenciar el aprendizaje autónomo 6n un mundo en el que el conocimiento se está renovando constantemente es sensato afi rmar que mucho de lo que hoy sabemos no nos será útil en 5 a 10 años. La buena noticia es que el nuevo conocimiento estará disponible en internet y las probabilidades de que sea gratis son elevadas. Por lo tanto es muy importante desarrollar entre los estudiantes desde muy pequeños el hábito del aprendizaje autónomo

En medio de todo esto, es la profesión docente la que está sometida a una mayor presión. Existe la creencia errónea de pensar que la tecnología permite prescindir del docente. ¡Qué grave error! El docente es ahora más importante que nunca, pero hay que dotarlo de las herramientas. Por lo menos enseñarle a enseñar con tecnología y enseñarle a ser un gran tutor para el aprendiz, pues su rol sí que cambia con la llegada de la tecnología.

En Marzo de este año el Foro Económico Mundial publicó un interesante documento acerca de una nueva visión de la educación potenciada con la tecnología Allí identifi ca rw destrezas que cada aprendiz debe desarrollar, enmarcadas en 3 categorías‚ De base matemáticas, lenguaje, ciencias, E:4, fi nanzas y humanidades, de competencias (pensamiento crítico con resolución de problemas, creatividad, comunicación y colaboración) y del carácter (curiosidad, iniciativa, persistencia, adaptabilidad, liderazgo y lo sociocultural)

Tal vez el mayor desafío de la profesión docente en la actualidad es formar para la vida a sus aprendices en esas destrezas y nadie mejor que él o ella para lograrlo.

Si las cosas se hacen bien, el docente debería ser el más benefi ciado Du tiempo se aprovecharía me jor haciendo lo que le encanta hacer que es Uormar para la vida y gastar menos tiempo en tareas administrativas que a menudo se hacen a costo de su propio tiempo personal.

Muchos tenemos la convicción de que la transformación de la educación mediante contenidos educativos digitales y las E:4 es un revolcón inatajable 4ada vez llegarán más y mejores herramientas que conozcan de una manera integral al estudiante y se adapten a sus necesidades y estilo. En una transición como ésta, habrá empresas e instituciones educativas que se logran adaptar y saldrán fortalecidas y otras quedarán muy debilitadas o simplemente desaparecerán. Pero lo más importante será que los estudiantes, los docentes y la sociedad se benefi ciarán de esta innovación que cambiará para siempre la manera como se enseña y aprende y que nos ayude como sociedad a abandonar el sótano del ranking educativo en el contexto global.

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