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Retos en el desarrollo y evaluación de las habilidades sociales y emocionales de los niños

Las habilidades sociales y emocionales tienen un papel vital en el siglo XXI.

=a capacidades humanas son diversas y complejas, y todos usamos diferentes habilidades en nuestro diario vivir. Sin embargo, las habilidades desarrolladas durante la infancia y la adolescencia tienen un papel particularmente importante en la generación de resultados específi cos =as habilidades cognitivas pueden ayudar a alcanzar logros académicos y mejorar los resultados en el mercado laboral, mientras que las habilidades sociales y emocionales pueden ayudar a elegir una vida más saludable, convertirse en ciudadanos más activos y crear sociedades más seguras. Las habilidades cognitivas, sociales y emocionales no actúan necesariamente aisladas unas de otras cuando generan comportamientos y resultados positivos. De hecho, estas habilidades interactúan y se cultivan entre ellas incrementando aún más su contribución al progreso individual y social.

Afortunadamente, las habilidades sociales y emocionales se pueden mejorar y la mayoría de los educadores comprenden la importancia de cultivar estas habilidades.

Contrario a la creencia popular, los niños no nacen con un conjunto de habilidades preestablecidas diUícilmente mejorables =os niños no nacen como “matemáticos”, “creativos” o “atentos”. Los niños comienzan sus vidas con gran potencial para desarrollar estas habilidades. Si estas habilidades se desarrollan o no, depende de los contextos de aprendizaje a los que están expuestos durante su niñez y adolescencia. La evidencia sugiere que el cerebro tiene una gran plasticidad y una enorme capacidad para aprender, cambiar y desarrollarse durante este período. Las habilidades son maleables; pueden desarrollarse en la práctica y reforzarse por medio de actividades diarias. Las habilidades cognitivas, sociales y emocionales pueden desarrollarse independientemente, pero también pueden infl uenciarse mutuamente a medida que los individuos las desarrollan progresivamente. Aor ejemplo, es más probable que los niños con autocontrol terminen de leer un libro, completen una tarea de matemáticas o fi nalicen un proyecto de ciencias Eodo esto contribuye a una mayor mejora de las habilidades cognitivas

Los Ministerios de Educación de los países pertenecientes a la OCDE generalmente reconocen que las habilidades sociales y emocionales son importantes y necesitan desarrollarse por medio de la educación. Las habilidades en las que más se enfocan los planes de estudios nacionales incluyen la autonomía, la responsabilidad, la tolerancia, el pensamiento crítico y la comprensión intercultural. Además, muchos profesores y padres están completamente conscientes de que las habilidades sociales y emocionales son cruciales para que los niños tengan éxito en su vida.

Sin embargo, muchos educadores carecen de información sobre los tipos de habilidades que necesitan promoverse.

Normalmente, los educadores entienden la importancia de las habilidades sociales y emocionales; sin embargo, tendemos a tener poco conocimiento sobre cuáles de estas variadas y numerosas habilidades importan más. Los profesores y los padres de familia son los responsables de motivar el desarrollo de las diversas habilidades cognitivas, sociales y emocionales de los niños. Muchos de ellos decidirán enfatizar ciertas habilidades porque ciertas culturas se enfocan en ellas. Estas habilidades pueden ser, por ejemplo, las que a menudo aparecen en los boletines de fi n de año de los colegios @tros decidirán enfocarse en desarrollar las habilidades que son relevantes para la vida según su experiencia personal =os educadores se benefi ciarían al tener evidencia base que apunte a los tipos de habilidades que son relevantes para los diferentes tipos de necesidades adultas, por ejemplo, conse guir empleo, salud, ciudadanía y un bienestar subjetivo 6sta evidencia base también ayudaría a los educadores a saber durante cuál etapa del desarrollo de un niño se desarrolla cada habilidad específi ca de manera más efi ciente Dicha inUormación les ayudaría a crear una estrategia para desarrollar la habilidad del infante y, también, a priorizar ciertas habilidades durante etapas específi cas de la edu cación.

Y muchos de ellos no entienden exactamente como cultivar estas habilidades.

Los educadores rara vez están familiarizados con las maneras en las que las habilidades sociales y emocionales pueden desarrollarse con el tiempo. Destacados investigadores en psicología y educación han avanzado en la identifi cación de los elementos clave del desarrollo socio-emocional, pero la evidencia base es todavía muy limitada, particularmente fuera de Estados Unidos. A pesar de que hay muchos estudios de caso y prácticas convencionales que dan luz sobre “lo que funciona”, hay una cantidad limitada de evidencia sólida sobre prácticas efi cientes Aunque esto le provea fl exibilidad al colegio y a los docentes en el diseño de sus propias estrategias de enseñanza, puede no ayudar a aquellos que tienen menos conocimiento y experiencia en enseñar estas habilidades.

Y muchos de ellos no cuentan con las herramientas necesarias para medir y monitorear el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales de los niños.

Una de las razones principales para esta falta de evidencia contundente en las prácticas efi cientes es la carencia de buenas herramientas de medición que pueden usarse para monitorear y evaluar el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales principales. Aunque los psicólogos han trabajado por décadas en el área de la medición de las habilidades socio-emocionales, aún parece haber una escasez de medidas sólidas que capten el rango de habilidades sociales y emocionales clave, y que además puedan usarse para monitorear de manera efectiva el desarrollo de las habilidades de los niños.

Necesitamos más investigación y evidencia para mejorar la medición de las habilidades sociales y emocionales, y aprender cómo hacerlo de manera efi ciente.

Es crucial continuar con los esfuerzos hechos por los investigadores de todo el mundo sobre cómo mejorar esta medición Di bien destacados psicólo gos y economistas han desarrollado una serie de métodos prometedores, puede que estos no sean apropiados para ser utilizados en el colegio y en el hogar por los profesores y los padres de familia. Inclusive, pueden ser difíciles de usar para los educadores, a quienes se les podría difi cultar entender cómo estas mediciones pueden, en la práctica, ayudarlos a comprender cómo se distribuyen estas habilidades y cómo desarrollarlas progresivamente.

También necesitamos recolectar activamente buenas prácticas para incrementar las habilidades emocionales y sociales. Uno de los enfoques más prometedores es el de la Colaboración para el Aprendizaje Académico, Docial y 6mocional 4A SEL, por sus siglas en inglés) que reúne y sintetiza evidencia contundente sobre métodos innovadores para el fomento de las habilidades sociales y emocionales. Necesitamos continuar esfuerzos similares en otros países.

Incluso si tenemos buenas medidas y conocimientos base sobre prácticas efi cientes, todavía puede ser difícil enfocar el tiempo y la atención sufi cientes en estas habilidades debido a las presiones que los colegios, maestros y padres de familia enfrentan para mejorar las competencias académicas de los niños en muchos países.

=as evidencias base sobre el aprendizaje social y emocional, sin duda, crecerán considerablemente en las próximas décadas. Sin embargo, puede que esto no se traduzca automáticamente en cambios en las prácticas de los profesores y de los padres. Si los educadores trabajan en un ambiente donde se hace poco énfasis en el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales de los niños, hay probablemente muy poco que los maestros y los padres puedan hacer. Se puede motivar a los maestros y a los padres a equipar completamente al niño con un conjunto de habilidades académicas, sociales y emocionales. Pueden ser creativos en el diseño y la aplicación curricular, así como en actividades extra-curriculares. Para que esto ocurra, ellos se pueden benefi ciar teniendo tiempo adicional y ca pacitación para respaldar sus esfuerzos.

Es crucial abogar por la importancia del aprendizaje social y emocional Fn camino a seguir podría ser el de inUormar mejor a los legisladores, maes tros y padres de familia acerca de que las habilidades socio-emocionales son importantes en sí mismas, pero que también impulsan el desarrollo de las habilidades académicas. También podemos informar ampliamente a los maestros y padres de familia que las habilidades socio-emocionales pueden ser maleables durante la infancia y la adolescencia Además de eso, podemos ayudar a mejorar el conocimiento y las habilidades de los maestros y padres de familia. Todos los involucrados en este proceso necesitan saber la importancia de las habilidades socio-emocionales, además de poseer esas habilidades.

 

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