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Lecciones de PISA 2015 para América Latina y el Caribe

La prueba PISA evalúa cada tres años lo que los estudiantes de 15 años saben y pueden hacer en ciencia, lectura y matemática. En la edición 2015, participaron 72 sistemas educativos, diez de ellos de América Latina y el Caribe. Este artículo analiza puntos clave para entender los resultados en la región.

EEn 2015, diez países de América Latina y el Caribe (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Uruguay) participaron en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La prueba PISA evalúa lo que los jóvenes de 15 años saben y pueden hacer en matemática, lectura y ciencia en más de 72 sistemas educativos alrededor del mundo.

¿Cómo le fue a la región?

En las tres materias evaluadas en PISA, los países de América Latina y el Caribe vuelven a quedarse a la cola del ranking internacional de calidad educativa. Dentro de la clasificación global en ciencia liderado por Singapur (puesto 1) con 556 puntos, Chile está a la cabeza de los países de la región (44) con 447 puntos, le sigue Uruguay (47), Trinidad y Tobago (53), Costa Rica (55), Colombia (57), México (58), Brasil (63) y Perú (64). República Dominicana, resaltada este año por ser su primera participación, cierra el ranking global con 332 puntos.

Una manera sencilla de interpretar los resultados es pensando los puntajes en términos de años de escolaridad, entendiendo que una diferencia de alrededor de 30 puntos equivale, de acuerdo con PISA, a un año de escolaridad. En este sentido, los resultados de PISA 2015 muestran diferencias pronunciadas en desempeño entre los países de la región. Por ejemplo, la diferencia entre Chile que lidera el ranking regional y República Dominicana que está a la cola es de 115 puntos. Esta diferencia equivale a casi 4 años de escolaridad.

Al interior de los países también existen diferencias importantes. Colombia, único país latinoamericano que participó también con algunas ciudades de manera independiente, muestra diferencias de desempeño entre las ciudades de Bogotá, Manizales, Medellín y Cali y el promedio nacional. Por ejemplo, Bogotá está a casi 1,5 años de escolaridad de diferencia con respecto al promedio de Colombia, mientras que Manizales, Medellín y Cali están a casi un año de ventaja.

UNA MANERA SENCILLA DE INTERPRETAR LOS RESULTADOS ES PENSANDO LOS PUNTAJES EN TÉRMINOS DE AÑOS DE ESCOLARIDAD

Asimismo, las diferencias en desempeño con otros países fuera de la región son muy marcadas. En promedio, la región se encuentra rezagada más de 2,5 años de escolaridad con respecto a los países miembros de la OCDE. Chile, Uruguay, Trinidad y Tobago y Costa Rica están a 2 años por detrás del promedio OCDE; Colombia, México, Brasil y Perú se ubican a 3 años de rezago; y la República Dominicana, a 5 años de escolaridad. Las diferencias se acentúan aún más cuando se comparan nuestros países con los líderes del ranking global como Singapur, que está a 7 años de escolaridad por encima de República Dominicana.

 

¿Cuánto mejoró la región?

Perú y Colombia son los únicos países que lograron mejoras en sus puntajes de las tres materias, siendo lectura la prueba en la que más aumentaron su puntaje con 70 y 40 puntos respectivamente.

Por otro lado, si bien la región se mantiene en el tercio más bajo de los rankings, es importante resaltar que los sistemas educativos que participaron mejoraron sus resultados a un ritmo relativamente alto. Perú, Colombia y Trinidad y Tobago, por ejemplo, formaron parte de los 10 países a nivel global con un mayor ritmo de mejora en ciencia. Perú además mostró mejoras consistentes en matemática y lectura. Asimismo, entre las dos últimas rondas de PISA (2012 a 2015), Perú, Colombia y Trinidad y Tobago se situaron entre los sistemas que más rápido mejoraron en ciencia, logrando avances que equivalen a más de medio año de escolaridad.

Estos avances merecen reconocimiento, pero también muestran cuán necesario es que los sistemas educativos de la región aceleren su desempeño y logren alcanzar a los países de la OCDE. Incluso para aquellos países de la región que avanzan más rápido, como Perú, Trinidad y Tobago o Colombia, alcanzar el puntaje promedio de países OCDE le tomaría 21 y 29 años respectivamente, en el caso de ciencia. Para otros países que muestran ritmos de mejora muy lentos o poco consistentes como Brasil, Chile, Costa Rica, México y Uruguay, de no acelerar el ritmo de crecimiento actual no alcanzarían el desempeño promedio de la OCDE.


¿Cuántos tienen bajo desempeño?

Aunque la atención de los resultados suele colocarse en los rankings de países, es necesario examinar con cuidado indicadores como el alarmante porcentaje de alumnos de bajo desempeño en la prueba. De acuerdo a los datos de PISA 2015, la mitad de los alumnos de la región tiene bajo desempeño, es decir, no cuentan con los conocimientos y habilidades esenciales para participar plenamente en la sociedad.

En ciencia, disciplina foco de esta edición de PISA, incluso los países con una menor proporción de estudiantes de bajo desempeño, como Chile (35%) o Uruguay (41%), se encuentran lejos del 10%, porcentaje promedio reportado por los mejores 10 países que lideran el ranking global.

No obstante, otra arista positiva de los resultados de PISA 2015 es que la inclusión mejoró en América Latina y el Caribe, haciendo que los avances de la región sean aún más destacados. Esta tendencia se refleja tanto en el número de países que tomaron la prueba como en el número de jóvenes participantes. En las pruebas PISA del año 2000, tan solo cinco países de la región participaron; en la edición 2015, este número no solo creció sino que se duplicó con diez. A nivel de cada sistema, más estudiantes de la región participaron en la prueba con respecto a ediciones anteriores, reflejo de que más jóvenes permanecen en la escuela a la edad de 15 años. Este último punto no solo tiene implicaciones en términos de la representatividad de los resultados, sino que además da razones para destacar el esfuerzo de los países por ampliar la cobertura escolar y la inclusión de poblaciones social y económicamente desfavorecidas.

En 2018, Panamá participará en la prueba y, a través de la iniciativa PISA para el Desarrollo, se espera la participación de Ecuador, Guatemala, Honduras y Paraguay. Con estos cinco países adicionales, América Latina y el Caribe estarán representados en un 50%, dando muestras del claro compromiso de la región con la calidad educativa.

Esta edición de PISA 2015 es un recordatorio de que mejorar la calidad de la educación sigue siendo el principal reto para la región. Sin embargo, también es un primer reconocimiento a los esfuerzos que se han hecho en América Latina y el Caribe para establecer objetivos claros de política educativa, hacer investigaciones sobre mejores prácticas e iniciar procesos de aprendizajes de países similares a través de pruebas internacionales como PISA.

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