Desde su creación en 1979, la Fundación Santillana ha tenido como principal misión contribuir a la mejora y a la extensión de la educación y la cultura en América, España y Portugal y facilitar la cooperación educativa y cultural en ese espacio geográfico, lingüístico y cultural. Durante este ya dilatado período de tiempo, gracias a las actividades que ha llevado a cabo y a la amplia y relevante participación lograda en ellas, la Fundación Santillana ha alcanzado una destacada reputación, cualidad que le hace ser entidad educativa de referencia en el mundo latinoamericano y español.
Junto a lo anteriormente descrito, contar con tres sedes en América, en concreto en Colombia, Brasil y Argentina, ha sido decisivo para tener un importante arraigo en la región. Así mismo los acuerdos suscritos con entidades internacionales especializadas en el estudio y fomento de la educación, como son los casos del BID, UNESCO, OCDE y SEGIB, junto con universidades y otras instituciones de investigación, acreditan su solvencia y el reconocimiento y capacidad de interlocución conseguida.
En estos momentos la situación de la educación en una región emergente, como es América Latina, es diferente, en términos cuantitativos y cualitativos, a lo que ocurría hace pocos años: la cobertura en educación primaria y básica se ha universalizado, en otros niveles educativos se incrementa progresivamente y la preocupación por la calidad y la innovación crecen día a día en un contexto en el que la educación ha llegado a ser una prioridad política como se demuestra, entre otras realidades, en los aumentos presupuestarios.
Un contexto que aconseja actualizar la estrategia de la Fundación Santillana y reforzar su proyección: en resumen, hacer que sea más educativa y más latinoamericana, incrementando programas y actividades comunes para toda América y, junto a ello, respondiendo a necesidades locales concretas. Un proyecto compartido global que conviva con respuestas locales.
La nueva estrategia global de la Fundación Santillana se va a estructurar en torno a un ¨Programa de información, Innovación y Liderazgo Educativo¨ (PIILE) definido y desarrollado a partir de constatar que, como acreditan expertos y Organizaciones Internacionales, existe una importante brecha entre la información existente en materia de mejora de la calidad de la educación y la que realmente disponen y aplican docentes, líderes, expertos y políticos en su actividad cotidiana. Situación que si bien siempre fue preocupante, lo es mucho más cuando hoy el objetivo es la calidad y el modelo de gestión de la educación se ha descentralizado en extremo: hoy son muchos y muy diferentes los que deben decidir sobre ella.
El programa se ocupará de ofrecer a la comunidad educativa información relevante, concreta, práctica, especializada y pertinente para cada actor, de acuerdo con sus expectativas y necesidades, generando con ello una red de comunicación, o dicho en otros términos, una comunidad unida por preocupaciones e intereses educativos: virtual a través de una potente red y presencial, gracias a unos seminarios temáticos que se celebrarán periódicamente en diferentes países, seminarios que estarán liderados por expertos del más alto nivel, normalmente vinculados a organizaciones internacionales.
A la Fundación Santillana le preocupa que esta nueva estrategia sea eficaz y que, en consecuencia, atienda a los temas que hoy sobresalen en las agendas educativas de nuestros países sin distraerse en cuestiones accesorias, preocupación que ha llevado a priorizar su actividad sobre los siguientes ejes temáticos: tecnología y educación como elemento de innovación y cambio; evaluación educativa como requisito para la transparencia, rendición de cuentas y calidad educativa; la competencia lectora por ser el mejor prescriptor del éxito escolar; enseñanza del inglés en una sociedad y economía globalizada y, por último, la mejora de la gestión y la dirección de la educación porque todos coinciden en que el problema no es solo invertir más, sino hacerlo mejor.
Una renovada estrategia que pondrá en valor la experiencia y reputación acumulada por la Fundación Santillana durante su ya larga trayectoria, logrará un mayor impacto en los sistemas educativos de nuestra región, contará con una participación cada vez más amplia, diversa y cualificada de docentes, expertos y decisores y que, sobre todo, ofrecerá respuestas validadas y prácticas para el logro que justifica por encima de cualquier otra consideración su actividad: conseguir más y mejores aprendizajes para todos en América Latina a través de sistemas educativos valorados por su calidad y equidad.
Esta estrategia se inicia en 2014 de acuerdo con el Plan de Acción ya aprobado por el Patronato de la Fundación Santillana que, como se ha expuesto, comprende la estrategia global enmarcada en el PIILE y las acciones locales programadas para cada país de América y España.