En el mundo de hoy, la tecnología está en todas partes y se ha convertido en un elemento fundamental denuestras vidas. Sin embargo, su implementación en nuestros sistemas educativos es un proceso que, en muchos casos, está muy rezagado, en especial cuando se trata de la integración de recursos tecnológicos en el aula de clase. Muchas instituciones hasta ahora están comenzando a explorar e identificar el verdadero potencial que la tecnología tiene en los procesos de enseñanza aprendizaje, sin embargo, si logramos incorporarla de manera efectiva en los currículos de las diferentes clases, les brindará a los estudiantes la posibilidad de adquirir las habilidades y herramientas necesarias para sobrevivir en una economía compleja, basada en conocimientos tecnológicos.
Pero ¿cómo integrar la tecnología al currículo? La incorporación de la tecnología en el programa curricular va más allá de la enseñanza de habilidades básicas de computación y el uso de programas de software en una clase de sistemas. La integración eficaz de la tecnología en el currículo ocurre cuando las herramientas tecnológicas ayudan a profundizar y mejorar el proceso de aprendizaje en todas las asignaturas y se evidencia cuando se conjugan los siguientes aspectos: la participación activa de los estudiantes, el trabajo cooperativo; la retroalimentación constante y la conexión con el mundo real. La efectiva integración de la tecnología se logra cuando esta se convierte en una herramienta fundamental de enseñanza y cuando es compatible con los objetivos curriculares y ayuda a alcanzarlos.
El uso de la tecnología ayuda a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial de desarrollo.
La incorporación de la tecnología en el currículo escolar implica también un cambio en los papeles del estudiante y del docente. Cuando los estudiantes usan la tecnología como una herramienta o un apoyo para la comunicación con los demás asumen, de manera automática, un papel más activo, es decir, dejan de ser receptores pasivos de la información transmitida por el docente. Así, el estudiante participa de una manera más activa en la toma de decisiones en cuanto a cómo generar, obtener, manipular o mostrar la información. Además, el uso de la tecnología permite que los estudiantes analicen, decidan y utilicen habilidades que no son típicas en las lecciones dirigidas 100% por docentes. Por otra parte, cuando se utiliza la tecnología como una herramienta para apoyar a los estudiantes en la realización de tareas auténticas, ellos pueden definir en forma autónoma sus objetivos, tomar determinaciones sobre sus proyectos y evaluar su progreso.
La función del docente cambia también debido a que, ya no es el centro de atención como único encargado de proveer información, sino que su papel es más de facilitador, en la medida que ayuda a establecer los objetivos del proyecto, suministra las directrices y recursos, monitorea a los estudiantes como individuos y como grupo y les proporciona sugerencias y apoyo en las actividades que estén desarrollando. Mientras los estudiantes trabajan en la elaboración de sus productos, soportados en la tecnología, el docente recorre el aula de clase preguntando a los estudiantes acerca de las razones por las cuales escogieron x o y diseño, sugiriéndoles recursos que podrían utilizar dentro de la tarea asignada y resolviendo dudas que se les puedan presentar.
Participar en encuentros o intercambios con docentes ayuda a superar el temor y el desconocimiento.
En conclusión, el uso de la tecnología la inclusión de la tecnología en el currículo escolar juega un papel fundamental para ayudar a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial de desarrollo. Dada la importante función que desempeña la educación en el proceso de preparar a los estudiantes para que ingresen con éxito en el mundo social y económico de hoy, parece claro que debe haber una conexión entre ese mundo y el aula, y qué mejor recurso para establecer esta conexión que la tecnología. Y esto debe ser así porque, a menos que la educación refleje el contexto en el que ocurre, no tiene relevancia alguna para los estudiantes.
Los siguientes son algunos tips que pueden ayudar al docente a implementar la tecnología en la labor del aula de manera efectiva:
1. Innove con las herramientas que usted o sus estudiantes tengan a la mano
En algunos casos, no tenemos acceso a un computador o a un proyector por clase, sin embargo, podemos asignar tareas significativas, en las que los estudiantes cuenten con la oportunidad de utilizar, dentro y fuera del aula, las herramientas digitales que tengan a mano tales como teléfonos celulares, ipods, tabletas, consolas de videojuegos, etc.
2. Busque recursos digitales gratuitos y de fácil uso
Hay cientos de herramientas digitales de acceso gratuito, especialmente en Internet, que pueden ser utilizadas para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje. Haga una selección de aquellos sitios web y aplicaciones que sean más apropiados para sus estudiantes y utilícelos según las necesidades de su clase.
Algunos sitios sugeridos:
- http://www.aprenderparaeducar.com/tecnologia-en-el-salon-de-clases/
- http://jc-schools.net/tutorials/ppt-games/ •http://www.isabelperez.com/webquest/ejemplos.htm
3. Supere el miedo a lo desconocido
Organice o participe de encuentros o intercambios con docentes que utilizan la tecnología en sus prácticas de enseñanza y que comparten en forma abierta y cooperativa sus experiencias con sus colegas. De esta manera, muchas de tales experiencias significativas podrán ser aprendidas y replicadas por docentes que son principiantes en el uso de herramientas tecnológicas, superando el temor que producen la falta de pericia o el desconocimiento tecnológico.
4. Comience con proyectos pequeños y breves
Los docentes que son novatos en el uso de herramientas tecnológicas pueden ganar más confianza y seguridad si comienzan por implementar actividades breves y fáciles de llevar a cabo, de tal manera que los estudiantes puedan conectar los objetivos de la clase con el uso de elementos digitales. Por ejemplo, tome una clase que usted enseña de una manera tradicional y trate de incorporar elementos tecnológicos tales como video, audio, PowerPoint, entre otros.
5. Aprenda junto a los estudiantes
Anímese a aprender sobre tecnología en el contexto del salón de clase con sus estudiantes. En muchos casos, ellos tienen grandes conocimientos y habilidades en el uso de herramientas tecnológicas y podemos aprovechar esta situación para realizar talleres prácticos en los cuales los estudiantes compartan con sus compañeros y docentes esos conocimientos y habilidades. RM