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La Alfabetización Visual

Teniendo cuenta la era digital en la que vivimos, es importante que empecemos a estudiar estas imágenes con un ojo crítico para desarrollar una alfabetización visual entre clases. Es decir, fomentar la interpretación y creación de las imágenes por parte de nuestros alumnos y no la simple descripción. Artículo escrito por Ben Goldstein, autor y formador de profesores.

Teniendo cuenta la era digital en la que vivimos, es importante que empecemos a estudiar estas imágenes con un ojo crítico para desarrollar una alfabetización visual 1 entre clase. Es decir, fomentar la interpretación y creación de las imágenes por parte de nuestros alumnos y no la simple descripción. Así, los alumnos tomarán un papel más activo en el aula.

Por ejemplo, si analizamos una imagen muy familiar –la manzana– percibimos que esta simple imagen se puede entender de mil maneras. Por supuesto, la imagen de una manzana se puede interpretar primero de forma literal, es decir podemos visualizar su color, sabor y textura. Pero también, a la vez, podemos pensar en su significado metafórico: Nueva York (‘la gran manzana’), Adán y Eva, Guillermo Tell, Isaac Newton, Blancanieves, etc. todos tienen una clara relación con esta fruta. Pero, también la manzana podría tener asociaciones inesperadas y desconocidas. Por ejemplo, en la cultura judía la manzana acompañada de miel simboliza el año nuevo. Los propios alumnos también podrían ofrecer otras interpretaciones. Está claro que la manzana también es el símbolo de una de la empresas más grandes del mundo (Apple Computers) y en algunos contextos esta es la imagen de la manzana más visible hoy día. Sin embargo, para otro observador que no se haya cruzado con ninguna de estas imágenes, una “manzana mordida” puede tener otras connotaciones completamente diferentes.

Estos significados y asociaciones son cambiantes y personalizables.

El papel de la imagen en la enseñanza de idiomas

El problema es que el predominio de las imágenes en la sociedad actual no implica que ellas vayan a ocupar el lugar más importante de nuestra tarea. De hecho, este artículo tiene como intención devolver a la imagen a la situación que merece y situarla en nuestro centro de atención. Pero a veces para mirar hacia adelante, no es mala idea mirar hacias atrás.

Resumiendo, en el aula de idiomas, una imagen puede servir de

  1. elemento decorativo.
  2. complemento visual (apoyo didáctico visual).
  3. objeto de análisis y personalización.
  4. signo, símbolo o ícono.
  5. forma de subversión.

Es increíble que la mayoría de las imágenes que se utilizan en el aula son periféricas a la actividad principal, es decir, a la enseñanza y la práctica del idioma. Las imágenes de los libros de texto, por ejemplo, suelen tratarse habitualmente como elemento decorativo, aparecen como trasfondo de lo más importante, que es el texto.

Mientras tanto las imágenes (como apoyo didáctico visual) siempre han desempeñado un papel importante (aunque servil) en los materiales de enseñanza de idiomas. El Método Directo, por ejemplo, se basaba en el uso de murales y de tarjetas ilustradas para producir toda una serie de conceptos gramaticales y léxicos que anteriormente se habían enseñado a través de la traducción. Algunas estructuras de vocabulario, como las preposiciones, todavía se presentan a los alumnos de este modo.

Sin embargo, como indiqué al principio, con referencia a la imagen de la manzana es muy importante entender las imágenes como objetos de análisis en sí mismos. Indiqué en la charla que para hacer este análisis de las imágenes podríamos adoptar un modelo establecido por John Callow en un artículo titulado Literacy and the Visual 2 en el que se establecen tres dimensiones a la hora de ver: lo afectivo, lo composicional y lo crítico. Aquí lo “afectivo” reconoce el papel de la persona y su reacción personal y sensorial ante una imagen. Lo segundo, lo “composicional” se inclina hacia la forma en que los distintos elementos y signos aportan significado dentro de la estructura formal de la imagen. Lo tercero, la perspectiva “crítica”, subraya la importancia de adoptar una postura social crítica para entender una imagen. Cuando los alumnos hacen prácticas de contextualización, clasificación, secuenciación y emparejamiento de imágenes entre otras muchas disciplinas, estarán interpretando una imagen partiendo de estas tres perspectivas diferentes, aunque lo hagan de manera inconsciente.

Los anuncios, las obras de arte, los videos musicales, los juegos de ordenador son, como tales, “representaciones mediáticas” interesantes e inestimables por sí mismos, no son simplemente reflexiones “inocentes” o “neutrales” de una realidad dada. De este modo, dichas imágenes pueden conllevar importantes mensajes políticos y servir como herramientas educativas clave, por ejemplo, para combatir los prejuicios y plantear un reto a los estereotipos. Por ese motivo, es fundamental hacer una selección de imágenes que los alumnos puedan “leer” y explotar con facilidad en una serie de niveles diferentes, ya sea mediante la descripción, la interpretación o la creación de actividades.

Las imágenes empleadas como signo, símbolo o icono son, por ejemplo, los sellos o los billetes (que muestran la forma en que determinados países eligen representarse a sí mismos), los símbolos de estatus en la publicidad, los folletos de viajes que ofrecen imágenes “positivas” de determinados países, los iconos de la moda, por nombrar tan solo unos pocos. En resumen, hay que seleccionar imágenes que tengan significado tanto obvio como representativo y con las que se puedan establecer buenas asociaciones: la bandera de Adbusters 3 es un buen ejemplo de dicho tipo de imágenes porque es una forma de subversión, hace que algo familiar parezca extraño y poco familiar. Esto es el poder de la imagen.

Criterios para seleccionar imágenes

Una de las claves de la alfabetización visual es que los alumnos tengan conciencia de que las imágenes visuales no tienen significados fijados predeterminados, sino que están estructuradas desde el punto de vista social y dependen de la cultura en que fueron creadas. Dichas imágenes evolucionan gracias a las convenciones culturales cambiantes, así como el contexto particular en que las encontramos y su propósito específico en un momento dado. Pero hay tantas imágenes, ¿cómo empezamos a elegirlas? ¿Cuáles se prestan a tal análisis? En la charla establecí cuatro criterios para seleccionar imágenes:

  1. Posibilidad de interpretaciones múltiples
  2. Oportunidad de personalizar
  3. Impacto visual
  4. Capacidad de sorprender

Como regla general, si una imagen ha hecho que se detenga a mirarla, es muy probable que sus alumnos también se detengan y piensen sobre ella. Pero, naturalmente, su clase puede “ver” la imagen de un modo muy diferente a usted (como hemos visto con el ejemplo de la manzana). Puede que estén mirando desde una perspectiva cultural diferente o porque la ven desde un ángulo personal diferente.

Es el hecho de este final abierto lo que hace que muchas imágenes constituyan un recurso tan útil en el aprendizaje de idiomas. Lo más importante es animar a los alumnos a que no vean las imágenes simplemente por lo que representan sino que miren “más allá del marco” hasta un mundo de interpretaciones múltiples, en las que no existe obligatoriamente una respuesta correcta. Hay que seleccionar imágenes que se presten a ser analizadas, lo cual nos conducirá a una interesante especulación y contriburirá a la concienciación intercultural.

Conclusiones

En el futuro es muy probable que el aula de lengua cuente con una plataforma digital (tipo Blackboard o Moodle) que incluirá un foro, blog o wiki space para que los alumnos puedan interactuar con el docente o entre sí, y una biblioteca para subir material. Con estas nuevas posibilidades tecnológicas, el trabajo que el alumno puede hacer fuera del aula aumenta considerablemente y el papel de la imagen y el video también se incrementará. Veo que, en el futuro, el papel de la tecnología tendrá más impacto fuera del aula que dentro.

Para recapitular, si usamos la tecnología o no, el tipo de análisis que este artículo ha intentado mostrar simplemente refleja la dependencia de la sociedad actual de la imagen. Por este motivo creo que tenemos que fomentar la alfabatización visual y reinterpretar el papel de la imagen en aula de lengua: es decir, hacer que la imagen sea más visible y más influyente en nuestro labor.


Visual Literacy

Bearing in mind the digital age we live in, studying these images with a critical eye is of great importance in order to develop visual literacy 1 in class; that is, to promote students’ interpretation and creation of images, rather than their mere basic description. In this way, students will play a more active role in the classroom.

For example, if we analyze this apple –a very familiar image– we perceive that it can be understood in a thousand different ways. Of course, the image of an apple can be interpreted, firstly, in a literal way; that is to say that we can imagine its color, taste and texture. We can also think about its metaphoric meaning: New York (‘the Big Apple’), Adam and Eve, William Tell, Isaac Newton and Snow White; they all have a clear connection with this fruit. However, this apple could also have unexpected or unknown associations. For instance, in the Jewish culture, an apple dipped in honey symbolizes that the New Year will grant them sweetness. Students may bring their own interpretations, too.

It is clear that an apple is also the symbol of one the biggest companies in the world (Apple Computers) and that in some contexts, the image of an apple is more visible nowadays. Nevertheless, for a person who has never seen the Apple Inc. logo (an apple with a bite taken out of it) it may have completely different connotations. Such meanings and associations are shifting and customizable.

The role of images in language teaching

The prevalence of images in today’s society does not mean that they are necessarily the most important aspect in our teaching practice. In fact, this article aims to return the image to its rightful role, as an important part of the classroom, and deserving of our attention.

In the classroom, an image may be used as:

1. a decorative element

2. a visual aid for learning

3. an object of analysis

4. a sign, symbol or icon

5. a form of subversion

It is incredible how most images used in classrooms are not integrated with the main learning activity: the teaching and practice of the target language. The images that we find in textbooks, for instance, are usually used as a decorative element and are not as relevant as the text.

Images used as visual aids have always played an important role in the material designed for language teaching. For instance, the Direct Method used flashcards to produce a wide variety of grammatical and lexical concepts previously taught through translation. Furthermore, some vocabulary structures, such as prepositions, are still introduced to students in this manner.

However, it is also relevant to understand images as objects of analysis, as in the case of the apple referred to previously. I suggest using the model created by Jon Callow in order to carry out such analysis. In an article entitled Literacy and the Visual 2 , Callow establishes three dimensions: affective, compositional and critical. The affective dimension acknowledges the individual’s role, including their sensual and immediate responses when interacting with images. The compositional dimension acknowledges the ways in which different elements and signs work to create meaning in the structure of an image. Finally, the critical perspective acknowledges the importance of bringing socio critical critique to an understanding of images. When students develop abilities to contextualize, classify, sequence and match, they will be able to interpret images, even subconsciously, taking into account the three aforementioned perspectives.

Advertising, works of art, music videos and video games are interesting and valuable “media representations”. However, those elements cannot be understood as mere “innocent” or “neutral” reflections of reality. Such images may imply political messages or serve as an educational tool; for instance, to combat prejudices and challenge stereotypes. For this reason, it is fundamental to choose images that students can “read” and exploit easily to different levels of complexity, whether through description, interpretation or creation.

Images as a sign, symbol or icon include, for example, seals, stamps, paper currency (portraying the way in which certain countries choose to represent themselves), status symbols in advertising, travel brochures which show “positive” images of different countries and fashion icons, to name but a few. In short, the images chosen must be both meaningful and representative in order to establish positive associations: the Adbusters 3 flag is a good example of those types of images, as it is a way of subversion, which implies that something familiar seems to be unfamiliar. This is the power of images.

Criteria to select images

One of the keys to visual literacy is that students become aware of the fact that images do not have fixed, predetermined meanings, and that they are structured from a social point of view, depending on the culture in which they were created. Such images evolve, thanks to both the changing cultural conventions and their particular context and specific purpose at any given moment. But, in a world full of images, how do we start selecting them? Which ones are suitable for such analysis? Four key criteria to select images:

1. possibility of multiple interpretations

2. opportunity of personalizing

3. visual impact

4. capacity to surprise

As a general rule, if an image makes you stop to look at it, your students are also very likely to stop and reflect upon it. If your class can “see” the image differently to you (as in the apple example above), this may imply that they have a different cultural or personal perspective that has a direct impact on their interpretation.

Finally, what makes images useful resources in language learning is their open endedness. The most important aspect to bear in mind is to encourage students not to see images simply for what they represent, but to see a bigger picture full of multiple interpretations, and which do not necessarily have a “right answer”. Teachers should select images that are likely to be analyzed, and will thuslead to interesting speculations, as well as enrich intercultural awareness.

Conclusions

In the future, it is highly feasible that language classrooms will use digital platforms, such as Blackboard or Moodle. These virtual environments include forums, blogs and wiki spaces for students to interact among themselves or with their teachers. With these new technological possibilities, the quantity of work that a student does out of school increases, as well as the role of images and video. I see a future in which the role of technology will have more impact out of the classroom than in it.

To sum up, whether we use technology or not, this article intends to demonstrate the dependence of current society on the image. I believe that we need to both foster visual literacy and reinterpret the role of the image in the language classroom; that is, to make images become more visible and influential in our teaching practice.

 

Referencias

  1. Para más información sobre la alfabetización visual, véase Kress & Van Leeuwen, (1996)

2. Callow, J (2005)

3. http://www. adbusters.org/

 

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