Así, el presente número de “Ruta Maestra” se inicia, como nos propone Miguel Barrero Maján, revistiendo la escuela, pero no sobre sus tópicos, prácticas y costumbres tradicionales, sino desde una aproximación diferente en un contexto distinto como es el actual; una sociedad digital tanto en lo relacionado con los desarrollos digitales, con otra cultura organizacional, así como en la producción y gestión de saberes y competencias.
Después de un análisis sobre la vigencia de la didáctica y su renovado valor, este número aborda de manera especializada lo que podríamos calificar como las didácticas, es decir, el análisis y propuestas relativas a los procesos de enseñanza y aprendizaje de diferentes áreas del conocimiento; como son la enseñanza de la literatura, de las ciencias naturales o de la lengua inglesa.
Pero no podíamos limitar las reflexiones y propuestas al espacio disciplinar o curricular cognitivo. Las que se han denominado como competencias del siglo XXI son más amplias y son las que orientan en estos momentos el debate educativo: competencias que se refieren a las formas de pensar, de manera crítica y creativa; a las formas de trabajar y, también, a las maneras de vivir en ejercicio de ciudadanía solidaria, con responsabilidad y haciendo efectivo el principio de educación a lo largo de la vida. En esa perspectiva se incorporan dos reflexiones tan novedosas como relevantes: la didáctica para la enseñanza de las virtudes y la didáctica del símbolo.
En el primer caso nos encontramos ante un estudio que aproxima la didáctica a los valores morales y éticos, en concreto, a su enseñanza, lo que ayudará a dar respuesta a una demanda social cada vez más compartida y sentida por los gobiernos, las comunidades y las familias. En el segundo caso, la didáctica del símbolo, con un enfoque realmente innovador, como dice su autora: “… una didáctica que ponga en relación y en tensión una secuencia lógica (…) con un orden simbólico”.
Junto con las aportaciones descritas, hay otra que se adentra en un ámbito muy próximo al de la ciencia que sirve de eje conductor a esta edición: la organización, entendida en este caso como autogestión del aprendizaje. Reflexión muy pertinente que viene a demostrar como la autogestión del aprendizaje contribuye al desarrollo del pensamiento crítico y hace que este sea más eficaz y significativo gracias al incremento de motivación que genera.
Además de otras informaciones de interés, esta nueva edición de “Ruta Maestra” incorpora novedades sobre los denominados sistemas de enseñanza, que son fundamentalmente iniciativas didácticas que articulan de manera coherente e integrada respuestas sintéticas para satisfacer los intereses y necesidades de las instituciones educativas preocupadas por la calidad.
Es hora de hacer frente, de verdad y sin atajos vacíos de contenido ni consecuencias evaluables, a los problemas y desafíos que ponen en evidencia los diagnósticos sobre nuestros problemas y carencias que hacen diferentes Organizaciones Internacionales especializadas en educación: todos coinciden al identificar entre las causas de la pobre calidad de los sistemas educativos de nuestra región la carencia de desarrollos didácticos suficientes y de calidad.
Más y mejores aprendizajes para todos. Esa es la máxima preocupación y ocupación de la didáctica y ese es, sin lugar a dudas y por encima de cualquier otra consideración, el objetivo al que “Ruta Maestra” quiere contribuir.