Los datos son claros: Colombia es uno de los países de América con una mayor segregación escolar por nivel socioeconómico.
Y eso significa que es posible que tenga uno de los sistemas educativos más segregados de todo el mundo. Efectivamente, diferentes estudios internacionales realizados con escuelas de Educación Primaria (Murillo y Martínez-Garrido, 2017) o de Educación Secundaria (por ejemplo, Krüger, 2019; Murillo, Duk y Martínez-Garrido, 2018) indican que, detrás de Panamá, Honduras y Perú, Colombia es el país con una mayor segregación de América (ver gráfico 1). Y, además, según Murillo, Duk y Martínez-Garrido (2018), la segregación está subiendo en estos años (ver gráfico 2).
Este hecho no es una anécdota o un número más. La segregación incide directamente en el aprendizaje académico de los estudiantes (especialmente de aquellos menos favorecidos), así como en su desarrollo integral y su socialización. Igualmente, un sistema educativo segregado solo contribuye a una sociedad excluyente e inequitativa. Que Colombia sea uno de los países más inequitativos del mundo es causa y consecuencia de esa segregación.
Pero comencemos por el principio, ¿qué se entiende por segregación escolar? Aunque no es un concepto exento de debate, hay un creciente acuerdo en considerar como tal la distribución desigual de estudiantes en escuelas en función de sus características personales o sociales, o de sus condiciones. De esta forma es posible hablar de existencia de escuelas para pobres y escuelas para ricos; es decir, la concentración de estudiantes en unas u otras escuelas en función del nivel socioeconómico de sus familias.
Estas “escuelas para pobres y escuelas para ricos” nos hablan de que es el nivel socioeconómico de las familias el criterio de concentración: es la llamada segregación por nivel socioeconómico. Pero también es posible distinguir la segregación por origen nacional o por capacidad o por género o por grupo cultural… Aunque en Estados Unidos ha habido mayor preocupación por la segregación por grupo étnico y en Europa por la segregación por origen nacional, cada vez hay mayor interés por la segregación por nivel socioeconómico. Los estudios desarrollados en América latina, desde hace apenas 15 años, se han centrado mayoritariamente en este tema.
Volviendo a la segregación en Colombia, hemos señalado que se encuentra a la cabeza de América latina, pero la cifra general oculta una gran variabilidad. Efectivamente, analizando los datos de 646.413 estudiantes de 5.º grado distribuidos en 14.630 escuelas, recogidos por medio de la prueba SABER del año 2016, desarrollada por el ICFES, es posible determinar la segregación escolar de cada uno de los 32 departamentos, más Bogotá que conforman Colombia.
En el gráfico 3 se muestran los departamentos colombianos ordenados según sus índices de segregación escolar por nivel socioeconómico en Primaria. De su análisis se pueden extraer algunas conclusiones. En primer lugar, se percibe una gran variabilidad en los índices de segregación entre los diferentes departamentos. Así, el departamento de San Andrés apenas tiene una segregación de 0,32, frente al departamento de la Guajira, con un 0,50 seguido del de Nariño, con un 0,49. En segundo lugar, no parece haber relación entre la magnitud de la segregación de un departamento y su riqueza. Efectivamente, encontramos que, por ejemplo, Casanare, siendo la región con mayor PIB per cápita del país, es una de las regiones menos segregadas, mientras que los departamentos de Santander o Antioquia, también con uno de los PIB per cápita altos, tienen una alta segregación. Y, por último, los datos muestran una cierta relación entre la segregación escolar del departamento y su número de habitantes, así como su ubicación. Los departamentos con más segregación son los más poblados y también los situados en la costa. En todo caso, estos datos nos aportan un buen elemento para la reflexión y para un análisis posterior y más afinado.
Los departamentos con más segregación son los más poblados y también los situados en la costa
La segregación escolar es un grave problema con fuertes consecuencias para el desarrollo de los estudiantes en el corto y en el medio plazo, y fundamental para construcción de una sociedad más equitativa y justa. Estos datos muestran, por vez primera, que Colombia tiene un problema grave de segregación escolar que debe afrontar con la máxima urgencia. En caso contrario, seguirá siendo uno de los países más inequitativos del mundo. RM