Artículos digitalesEdición 22

Todos somos makers, una aproximación al Movimiento Maker

En 2013 cumplía mi tercer año viviendo en San Francisco, California y para ese entonces empecé a explorar el sector de los juguetes tecnológicos. Con el apoyo de un coworking space local, abrí un espacio gratuito de juego y descubrimiento para niños de la comunidad latina.

En ese proceso me topé con la Maker Faire de San Mateo; la feria de inventores y creadores más grande del mundo. Las Maker Faires son ferias diseñada para artistas, ingenieros, diseñadores, y hobbistas en cualquier disciplina y de cualquier edad.

Estando como voluntaria en el stand de littleBits (un juguete que permite construir circuitos de forma sencilla y divertida) y visitando una gran parte de los stands e instalaciones de la feria, pude conocer lo que se denomina como el Movimiento Maker. Como su palabra en inglés lo indica, un maker es un hacedor, un creador o inventor que busca a toda costa materializar sus ideas. Desde la fabricación de una lanza para cazar, hasta el desarrollo de una aplicación móvil, existe una motivación innata en cada uno de nosotros para crear cosas; los seres humanos somos makers por naturaleza.

Finalmente lo que nos distingue como seres humanos es nuestra capacidad de crear cosas y contar historias. El concepto “Maker” se ha venido popularizando gracias a la creación de la revista Make Magazine en 2005 por Dale Dougherty. Una revista que surge con el propósito de convertirse en una ventana de exhibición de proyectos maker.

Un año después, seguido al lanzamiento de la revista, se lanza Maker Faire en San Mateo, California, que hoy en día cuenta con más de 200 ferias oficiales en todo el mundo incluyendo ciudades como Shanghái, Berlín y Nueva York. Las Maker Faires celebran el Movimiento Maker a través de la exhibición de la creatividad, la inventiva y la recursividad.

 

En Colombia, también se viene desarrollando el Movimiento Maker; La Maker Faire llegó a Bogotá en 2014 gracias al esfuerzo de empresas como Bogohack, Social Lab y una serie de colaboradores. La última feria se llevó a cabo en la Biblioteca Virgilio Barco en 2016. En 2015 junto a un grupo de amigos, creamos el grupo de Makers Colombia. Una comunidad principalmente en línea cuyo objetivo es visibilizar a los makers del país y crear conexiones.

Hoy en día existen alrededor de 3.000 personas asociadas a la comunidad. Bogotá realiza eventos de forma trimestral en los que se reúnen entre 50 a 100 participantes a compartir conocimiento y hacer conexiones.
Personajes como el Dr. Jorge Reynolds, inventor del marcapasos interno con electrodos externo, han sido parte de los encuentros de la comunidad. Empresas como Intel y Dremel Colombia han sido patrocinadores oficiales de varios de los eventos.

Existen 2 premisas fundamentales en el Movimiento Maker. La primera: DIY (Do It Yourself) o hazlo tú mismo, es la premisa fundamental que involucra el aprender haciendo. DIY puede hacer referencia a la preparación de un pastel, el diseño de joyería, o la fabricación de una impresora 3D, un robot u otros elementos tecnológicos a partir de software gratuito y herramientas disponibles en Internet.

Alvin Toffler habló por primera vez del concepto de prosumidores en 1980 en su libro La tercera ola. Toffler define como prosumidor a “una persona que consume lo que él mismo produce y en lugar de venderlo es para su consumo o para darlo gratuitamente”. Aunque un maker puede ser un prosumidor, en muchas ocasiones los makers también materializan sus ideas por el simple deleite de crear.

La segunda; crear y compartir. Esta premisa permite democratizar el conocimiento y las herramientas y romper la brecha de accesibilidad. Un ejemplo de esto son las herramientas libres (gratuitas) en Internet que permiten a los usuarios aprender y crear contenidos y soluciones. Scratch es una muestra de ello; desarrollado por el MIT, este software gratuito permite a los niños y jóvenes aprender a programar a partir de bloques. Con Scratch los usuarios pueden hacer desde aplicativos sencillos hasta animaciones para videojuegos. Para las instituciones educativas es una herramienta de grandes ventajas por lo cual se ha empezado a integrar en los currículos de varios colegios.

Así, existen múltiples premisas que usa la comunidad maker hoy en día para estructurarse. Mark Hatch, co fundador de Techshop, (un makerspace o espacio de creación donde puedes construir casi cualquier cosa) publicó un libro en 2013 llamado El Manifiesto Maker, el cual es usado por las comunidades maker y tomado como referente por los espacios de creación para la creación de su propio manifiesto.

 

Un espacio Maker puede instalarse en cualquier parte según los recursos disponibles de una comunidad. En estos espacios, que originalmente se llevaban a cabo en garajes, se desarrollan procesos de creación. Hoy en día los makerspaces se han formalizado siendo dotados con las herramientas, maquinaria, y software necesario para que las personas puedan materializar sus ideas. Gracias al profesor Neil Gorshenfeld, se crearon los Fab Labs. Él identificó un problema en los estudiantes: falta de experiencia con componentes y máquinas. Con esta problemática en mente y a su vez motivación, creó una clase llamada “Cómo construir casi cualquier cosa”.

La popularidad de la clase permitió la creación definitiva del primer Fab Lab como partem del centro de Bits y Átomos en el MIT Media Lab. En 2016, Un Cuarto Tech nace en Bogotá, con el objetivo de promover la cultura maker a través de la educación. Desde entonces, hemos venido desarrollando contenidos que se basan en las líneas del STEAM y el aprendizaje a través de la práctica involucrando lo que hoy en día se conoce como habilidades del siglo XXI. A través de experiencias prácticas y kits educativos, buscamos empoderar a las personas con conocimiento. Desde nuestro espacio, diseñamos y producimos, pero también compartimos y aprendemos de otros makers que vienen a su vez a aprender y a materializar sus ideas en nuestras instalaciones.

Su denominación es variada; Makerspace, Techshop, Fab Lab, Maker Lab o Hackerspace, y aunque existen diferentes tipos de espacios que pueden ser bien sea organizados por un grupo de amigos (Hackbo en Bogotá) constituidos como empresa privada (Cali Makerspace) o patrocinados por una entidad gubernamental local (Exploratorio en Medellín), al final se trata de espacios que democratizan conocimiento y herramientas que permiten a los usuarios desarrollar habilidades, crear conexiones y desarrollar su creatividad.

Así mismo, las bibliotecas y museos ya no son lugares exclusivos para la lectura y la exhibición, son espacios de transferencia de conocimiento que a través de talleres, seminarios, charlas, y makerspaces, empoderan a la comunidad. Un gran ejemplo de esto lo vi en el Tecnofest; el primer festival de innovación, diversión y progreso de Cali donde se exhibió la iniciativa de los Maker Labs. Estos espacios de creación ofrecen una alternativa de educación, donde las personas tienen la oportunidad de aprender y crear, asesorados por personal capacitado que les ayuda a desarrollar proyectos emprendedores. Los Maker Labs se desarrollan gracias al apoyo de la Secretaria de Cultura de Cali, la Red de Bibliotecas Públicas, la Biblioteca Departamental, la Universidad Autónoma de Occidente y la Fundación Bibliotec. Este tipo de espacios que sirven a la comunidad son un “ejercicio de inclusión tecnológica y ciudadana en el marco de la innovación social”. (4) Las Instituciones Educativas también se han dado cuenta de la importancia del aprendizaje maker -maker learning- , un aprendizaje que hace énfasis en el aprender haciendo, el aprendizaje centrado en el diseño, las líneas del STEAM y las habilidades del siglo XXI. En Colombia, colegios como el Liceo Patria y el Colegio Nueva Granada han implementado espacios de este tipo o tienen iniciativas para crearlos.

El gran reto para este tipo de espacios es la adaptación al contexto, sea al currículo educativo en el caso de un colegio o la producción de contenidos adaptados a las necesidades de la comunidad. El segundo reto es la apropiación y generación de cultura maker en torno a estos espacios. Un espacio vacío equipado no es suficiente, es indispensable que las personas se sientan involucradas en los procesos y se apropien de las herramientas disponibles. Finalmente el Movimiento Maker consiste en un cambio cultural que está produciendo nuevas formas de pensar, y que conlleva al florecimiento creativo del arte, la ciencia, la tecnología, y la artesanía.

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