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Del olor del papel al goce de leer en dispositivos tecnológicos

El gerente del programa de educación de Intel para América Latina, Carlos Hurtado, expone en este artículo algunas ventajas de leer en dispositivos electrónicos y el respiro que le dan a los recursos del planeta, y la importancia de percibir el olor del papel a pesar de su “alto costo ecológico”.

Hoy prácticamente todos los libros existen primero en formato digital para luego ser impresos, pues aún siguen siendo mayoría quienes prefieren el papel como medio para distribución de contenidos. Tal vez el factor más comúnmente mencionado es el que ejerce “el olor del papel” en la psicología del lector. Pero eso tiene un alto costo ecológico y limita el potencial del estudiante.

Los estudiantes hoy necesitan para su proceso de estudio tres clases de libros: los cuadernos en donde toman sus propias notas; libros para asignaturas como ciencias o matemáticas y libros de literatura como los del plan lector. Estos últimos son el objeto de este artículo y cruciales para desarrollar la comprensión lectora, aumentar el léxico y mejorar sus habilidades de comunicación. Sin estas competencias, es muy difícil que un estudiante sea efectivo en el aprendizaje de las áreas del saber.

Antes de entrar en materia, conozcamos brevemente cuál es el costo ecológico del uso del papel ya que es algo que no se debe obviar en este contexto.

La fabricación de textos y cuadernos escolares requeridos en un colegio de 1.000 estudiantes emplea cada año unas 5 toneladas de papel y para producirlas se deben talar aproximadamente 120 árboles. Cada árbol demora al menos 15 años en llegar a la edad de tala. Además, su manufactura requiere medio millón de litros de agua y unos 4.5 Megavatios-Hora en energía eléctrica. Suficiente para darle energía a una ciudad de 25 mil habitantes durante una hora (Ver información más detallada en el recuadro).

La economía del papel

La producción de cada tonelada de papel requiere de 24 árboles que producen más o menos 2 toneladas de madera utilizable. También se requieren unos 100 mil litros de agua y 900 KWH de energía eléctrica. Se suelen usar en este proceso árboles de fibra larga como pinos o de fibra corta como eucaliptos. En procesos industriales la tala sucede cuando los árboles alcanzan 12 metros de altura, lo que les toma 20 años a los pinos y 10 años a los eucaliptos. Ese tiempo puede llegar a duplicarse con árboles silvestres que frecuentemente son usados como materia prima en muchos de nuestros países debido a la tala descontrolada de bosques.

En los sistemas educativos se suelen usar libros de texto, cuadernos y libros de literatura. El peso de estos puede rondar los 10 Kilogramos para cada grado, en estudiantes de educación media y si consideramos que los aprendices más pequeños casi no usan textos, podríamos estimar un promedio de 5 Kg por estudiante por año para todo un colegio.

Esto significa que, en promedio, una tonelada de papel alcanza para 200 estudiantes y si nos referimos a un colegio de 1.000 estudiantes el costo ecológico serían unos 120 árboles, medio millón de litros de agua y 4.5 Megavatios-Hora de energía eléctrica.

El “olor del papel” realmente produce una huella ecológica que no se debería desestimar.

Por otra parte, la lectura en dispositivos tecnológicos reúne una serie de ventajas las cuales enmarcaría en dos categorías: aquellas que tienen algún impacto en el desempeño académico y las que no, de índole práctica.

Empecemos explicando las ventajas académicas. En lugar de simplemente listarlas, veamos cómo mejoraría el goce de leer la obra maestra de nuestro extinto Premio Nobel: Cien años de soledad

Qué mejor que pinchar sobre la palabra equinoccio para activar el diccionario y entender al instante, sin salir de la herramienta, a qué se refería Melquíades el gitano en sus monólogos seniles. O, si el lector está reforzando su inglés leyendo One hundred years of solitude, podrá pinchar sobre untamed beard y sparrow hands, para activar el traductor y entender la referencia a los rasgos físicos de uno de los personajes. Igualmente, nuestro aprendiz tendrá que escribir un ensayo acerca del libro. Para ello tendrá que hacer anotaciones y resaltados, conservando todo dentro de la misma herramienta y almacenándolo en la nube para posterior consulta en cualquier momento y lugar. Finalmente, él o ella querrán hacer una búsqueda dentro de todo el libro para entender el hilo conductor de las mariposas amarillas o cómo y por qué murió Mauricio Babilonia o saber en qué momento y en qué contexto fue mencionada Amaranta por primera vez en todo el libro. Todo esto muy rápidamente y sin abandonar su entorno de lectura. Este estudiante no tendrá que preocuparse más por recordar en qué página va, pues siempre abrirá el libro en la página más reciente y podrá colocar tantos marcadores de página como quiera para referenciar las que más le interesan.

En suma, dentro de la misma aplicación y con tan solo pinchar la pantalla, el lector tiene a su alcance todos los recursos necesarios para lograr una experiencia más enriquecida del goce de leer, con una mayor inmersión en la lectura, y mejor conectado con el contenido del libro sin tener que apelar al “olor del papel” para establecer esa conexión.

Por otra parte, están las ventajas de índole práctico.

post-image-2Un libro tipo plan lector tiene un tamaño de aproximadamente 1 Megabyte. Así, en cada Giga de almacenamiento cabrían 1.000 libros. Con la capacidad de las tabletas o los computadores de hoy, podrá almacenar en el dispositivo mucho más de lo que alcanzará a leer en toda su vida y de paso, no someterá su espalda a cargar con los kilos de peso en libros y cuadernos durante varios años.

Adicionalmente, los libros en formato digital suelen ser más económicos. Al momento de escribir este artículo, la tienda online Amazon vende La tía Julia y el escribidor en 4.99 dólares en formato digital, 14.90 en pasta blanda y 21.90 en pasta dura. Además sin el deterioro natural del papel, y seguramente bajo licenciamiento perpetuo. Los libros digitales jamás se perderán, ni siquiera si el dispositivo se extravía o es robado, debido a que los libros estarán almacenados en alguna nube para ser bajados de servicios gratuitos como Dropbox, Google Drive, OneDrive o en la misma nube de Amazon, entre muchos otros.

Finalmente, un par de detalles adicionales. Por una parte, la posibilidad que tiene el estudiante de agrandar el tamaño de la letra, muy útil para aquellos con algo de discapacidad visual. Es la diferencia entre disfrutar o sufrir la lectura. Además, la lectura en total oscuridad puede ser ideal para aquellos noctámbulos quienes no desean molestar a las personas con las que comparten habitación o simplemente para ampliar el rango de horas diarias para leer.

Ahora bien, con el ánimo de mantener la honestidad intelectual, es relevante decir que la lectura en dispositivos digitales también reúne algunas desventajas. Las mencionadas con más frecuencia son:

El ya mencionado efecto psicológico del olor del papel que puede ser crítico para algunos lectores; el costo del dispositivo para quien aún no cuenta con un celular, una tableta o un computador, que con frecuencia sucede entre la población de estratos socioeconómicos bajos. Por otra parte, se necesitan ciertos conocimientos tecnológicos por parte de los usuarios y de los colegios que les permita abordar en forma efectiva una estrategia de lectura digital. Además, ciertos lectores pueden evidenciar fatiga ocular al cabo de varias horas de uso del dispositivo, en particular si no regulan la intensidad de brillo en la pantalla. Casi todas las aplicaciones para lectura de libros permiten mostrar el texto en un color amarillento, ámbar o sepia. De esta forma se reducen o eliminan los componentes azul y violeta de la luz blanca que son los más fatigantes. Otra desventaja puede ser la falta de conectividad que puede ser crítico en zonas rurales. Ésta es necesaria solamente cuando se bajan los libros. De ahí en adelante ya no es necesaria. Otro factor limitante puede ser la ausencia de versiones digitales de algunos libros y, por último, se requiere de una infraestructura TIC básica para gestionar los libros por estudiante y por grado. Esto se puede obviar cuando los libros son distribuidos directamente por una tienda online de libros.

Pasemos a aspectos técnicos, un poco más aburridos, pero no poco importantes.

En primer lugar está el tema de los formatos. En el mercado hay unos cuantos formatos ampliamente difundidos como ePub, DOC, HTML, MOBI, AZW, TXT y PDF entre otros. De estos, ePub es el más recomendado para la mayoría de dispositivos. Es abierto y con gran reconocimiento. Fue adoptado desde 2011 por el Foro Internacional de Edición Digital, del cual hacen parte empresas como Google, Adobe, Pearson y Santillana. Las aplicaciones iBooks de Apple, Google Play Books y Adobe Digital Editions son compatibles también con este formato, al igual que un sin número de Apps para Android, entre las que se pueden citar Aldiko, FBReader, Moon+ Reader, PocketBook y Universal Book Reader.

Por otra parte, MOBI es de los formatos más utilizados en lectura digital. Originalmente fue desarrollado por la empresa francesa Mobipocket SA, y su utilización se disparó cuando fue adquirida por Amazon en 2005. Basado en MOBI, Amazon lanzó los formatos propietarios AZW con DRM¹. Hoy todos los dispositivos Kindle y las App Kindle que corren en Android, iOS, Windows o MAC funcionan con MOBI y AZW. Proyecto Gutenberg, por ejemplo, publica libros en ePub y MOBI y muchas aplicaciones son compatibles con este último; entre ellas Calibre, la cual merece una mención especial, pero ya hablaré de ella más adelante.

Una de las características esenciales en un formato es el redimensionamiento, o “reflow” en inglés. Uno de los dolores de cabeza para los lectores de libros en formato PDF, TXT o DOC es el tener que mover el documento a lo largo de la pantalla para poder abarcar por completo una página en el dispositivo. Esto desmotiva al lector. Los formatos ePub y MOBI son compatibles con reflow. Así, el texto se ajusta al tamaño de la pantalla y si se cambia el tamaño de la letra en la App, el contenido se ajusta automáticamente, no importando que se trate de un celular con pantalla de 5 pulgadas o una tableta de 13. El goce de la lectura es mayor para el lector cuando se usan estos dos formatos gracias al reflow. En la ilustración se observan un par de pantallazos tomados en un celular de 5.2 pulgadas. Se trata de un fragmento de La Isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson donde se puede apreciar claramente cuál es el efecto del reflow.

No mencionaré los demás formatos pues, a pesar de ser ampliamente conocidos y utilizados para la creación de documentos, no se adaptan muy bien al proceso de lectura. Como detalle interesante, vale la pena mencionar que Amazon en su servicio gratuito de gestión de libros, puede convertir un documento que originalmente esté en formato DOC al formato propietario de Amazon con reflow activado. Esto puede ser particularmente atractivo para quienes leen muchos documentos DOC. Por supuesto, para leerlos se requiere la App de Kindle que es gratis y una cuenta en Amazon para alojar allí dichos contenidos que también es gratis.

A mi juicio son tres las Apps que los lectores deben considerar, dependiendo del tipo de dispositivo del que disponga: Kindle, Google Play Books y iBooks. Yo me inclino por la Kindle App por varias razones. A medida que leo un libro, calcula mi velocidad de lectura y de esta manera me informa el tiempo restante para terminar el capítulo o todo el libro. Tiene un componente de red social interesante. Para los libros comprados en Amazon puedo ver qué frases o párrafos son más comúnmente resaltados por otros lectores y sus anotaciones. Cuenta con diccionarios en múltiples idiomas, está conectado con Wikipedia y tiene traductor. Todo sin salir de la App. Al crear una cuenta en Amazon, automáticamente se crea una cuenta con el mismo nombre de usuario pero terminado en @kindle.com. A esa cuenta de correo me puedo enviar documentos en formatos DOC, TXT o PDF que bajan automáticamente a mi dispositivo una vez se han convertido al formato de Amazon.

post-image-1Lo siguiente es saber dónde conseguir libros digitales. Hay varias tiendas online que permiten comprar libros digitales y que además ofrecen libros de dominio público. Amazon es tal vez la de más reconocimiento, pero existen muchas otras alternativas. Aldiko es una App con su propia tienda, BajaLibros.com son libros en ePub para leer con Adobe, Books-AMillion otra App con su propia tienda, Educ.ar tiene contenidos en ePub y PDF del Ministerio de Educación de Argentina, Google Books, es una App con la tienda de Google Play Books, Feedbooks es una tienda de libros para leer con la App de Aldiko, Freebook Sifter es un interesante buscador que permite encontrar cuáles libros están gratis temporalmente en una multiplicidad de tiendas, ISSUU para revistas y periódicos, Proyecto Gutenberg que merece mención especial y Virtual Cervantes que únicamente presenta contenidos en formato HTML.

Al igual que ha ocurrido con la música y las películas, la piratería de libros digitales es uno de los dolores de cabeza de las editoriales. Aun así, la tendencia hacia lo digital es irreversible. En 2011 Amazon reportó que ya vendía más libros digitales que físicos. Casi todas las editoriales ofrecen sus libros en formato digital y son las consideraciones éticas del lector las que lo clasificarán o no lo clasificarán entre los Morgan del siglo XXI. Muchos sitios en Internet ofrecen títulos piratas de best sellers y de los lanzamientos más recientes. También son, a menudo, portadores de virus o malware. Esto puede infectar su equipo, o peor aún, exponer su información personal. Es por ello que se han desarrollado tecnologías como DRM que permiten reducir la piratería. Muchas tiendas online venden libros ePub con DRM para que sus libros se abran con Apps compatibles y seguras. Otros sitios distribuyen libros de dominio público.

Proyecto Gutenberg —gutenberg.org— es un buen ejemplo de ello. Fue fundado en 1971 con el propósito de digitalizar y divulgar material cultural. Ha venido recopilando libros de dominio público en múltiples idiomas, mayormente en inglés. En el momento en que este artículo es escrito, cuenta con un catálogo que supera los 50.000 títulos, disponibles en formatos ePub, MOBI y HTML. Estos libros se pueden bajar directamente al dispositivo o enviar a una carpeta de DropBox, OneDrive o Google Drive y se pueden leer en prácticamente cualquier dispositivo. Cada año muchos padres de familia deben invertir una buena cantidad de dinero en libros del plan lector, pero, ¿será que entre más de 50.000 libros de dominio público que incluyen muchos de los grandes clásicos de la literatura universal, no hay material suficiente y bueno para desarrollar la competencia lectora?

Finalmente, cuando uno se apasiona por la lectura en dispositivos digitales hay una herramienta indispensable que contribuye notoriamente con el desarrollo de esta pasión. Se trata de Calibre —calibre-ebook.com—. Es lo más parecido a la experiencia de entrar en una tienda de libros y recorrer sus pasillos para observar los libros, sus portadas, autores, temas, entre otros. Calibre corre en Windows y MAC. Permite organizar todos los libros de una librería digital. Puede verse como el equivalente de iTunes pero para libros. El buscador está conectado con casi todas las tiendas y alimentadores de libros como Amazon o Gutenberg. Desde Calibre se pueden bajar los libros y enviarlos prácticamente a cualquier dispositivo. Incluye convertidores de formato, desde y hacia casi cualquier formato existente, por ejemplo, pasar de DOC a ePub o de PDF a MOBI. Incluye un lector y editor de libros en ePub. Es una herramienta muy poderosa y esencial para los amantes de los libros.

En conclusión, el cambio hacia la lectura en dispositivos digitales no solamente le da un respiro a los recursos del planeta sino que eleva y enriquece la experiencia del lector al conectarlo de manera profunda con el contenido del libro, mejorando al mismo tiempo los índices de comprensión lectora que son fundamentales en el desarrollo de las competencias en casi cualquier área del conocimiento.

 

Referencias
1 Digital Rights Management o Gestión Digital de Derechos son una serie de herramientas tecnológicas que permiten proteger contenidos digitales para combatir la piratería y salvaguardar los derechos de las editoriales y los autores.

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