Central nacionalEdición 18

Algo bueno está sucediendo

Contraste del desempeño de los estudiantes colombianos en las pruebas nacionales e internacionales

El exámen SABER 11 y las Pruebas PISA muestran una evidencia fuerte de que algo bueno está sucediendo en nuestro sistema educativo. Colombia tiene una fuerte tradición en evaluación y es la primera vez que se evidencia un cambio positivo en las pruebas nacionales e internacionales simultáneamente. Estos resultados pueden estar relacionados con los efectos que las políticas públicas gubernamentales han tenido sobre el sistema educativo Colombiano.

1. Contexto de las pruebas

El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) es una prueba estandarizada que evalúa cada tres años la calidad de la educación en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y otras economías invitadas que han sido aceptadas por la junta de gobierno de PISA. La población objetivo de esta prueba son los jóvenes de 15 años, independientemente del grado escolar en el que se encuentren. PISA ofrece resultados sobre el desempeño de los estudiantes en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias. Además, analiza los efectos de distintos factores asociados al aprendizaje. La aplicación de 2015 constituye la cuarta participación consecutiva de Colombia en la prueba.

Evaluaciones de este tipo complementan las Pruebas Saber 3.°, 5.° y 9.°, junto con los Exámenes de Estado Saber 11.°, Saber TyT y Saber Pro que aplica el Icfes a nivel nacional, y son un elemento fundamental para determinar los avances en el aprendizaje de los niños y jóvenes del país, en comparación con las otras economías participantes. En Colombia, la coordinación y aplicación de la prueba PISA ha estado a cargo del Icfes desde el 2006, año en que el país participó por primera vez en esta evaluación.

La aplicación de PISA en 2015 evaluó los sistemas educativos de 72 economías y profundizó en las habilidades de ciencias. Cabe resaltar que, en Latinoamérica, además de Colombia participaron siete países: Brasil, Chile, Costa Rica, México, Perú, Uruguay y República Dominicana (por primera vez). Además, cuatro ciudades del país (Bogotá, Manizales, Medellín y Cali) financiaron una sobremuestra (grupo de estudiantes adicionales que conforman una muestra representativa de estas ciudades) que permite analizar los resultados desde el contexto local. Esta prueba evaluó el desempeño de los estudiantes en las áreas de matemáticas, lectura y ciencias.

Por otro lado, el examen Saber 11 es una evaluación estandarizada realizada semestralmente por el Icfes, que tiene como objetivos seleccionar estudiantes para la educación superior, monitorear la calidad de la formación que ofrecen los establecimientos de educación media y producir información para la estimación del valor agregado de la educación superior. Este examen es presentado por todos los estudiantes colombianos a punto de finalizar sus estudios de educación media.

La primera versión del examen fue creada en 1968 con el único propósito de apoyar los procesos de admisión de las instituciones de educación superior; desde 1980 este se convirtió en un requisito formal para ingresar a la educación superior y sus resultados empezaron a ser referentes de la calidad educativa impartida en los colegios de acuerdo al Decreto 2343 de 1980.

A partir de 2000, la prueba fue orientada a la evaluación por competencias en lugar de la evaluación de conocimientos y aptitudes. Esto se hizo en concordancia con lo establecido por los lineamientos y, posteriormente, por los estándares básicos de competencia del Ministerio de Educación Nacional (MEN). Con el objetivo de consolidar un Sistema Nacional de Evaluación Estandarizada (SNEE) que consiga la alineación de todos los exámenes que lo conforman, la estructura del examen Saber 11 fue modificada a partir del segundo semestre de 2014 para que sus resultados fueran comparables con los de otras pruebas del SNEE como las pruebas Saber 3.o, 5.o y 9.o, y el examen Saber Pro. El examen Saber 11 evalúa el desempeño de los estudiantes en las áreas de matemáticas, lectura crítica, ciencias naturales, sociales y ciudadanas e inglés.

2. Desempeño de Colombia en PISA

La siguiente tabla presenta los resultados de PISA 2015 de los países latinoamericanos participantes y a su vez muestra que el progreso de Colombia en las tres áreas evaluadas ha contribuido a cerrar la brecha frente a países como Chile y Uruguay, los cuales presentan los desempeños más altos de la región. En relación con Chile, en lectura y ciencias, hemos logrado disminuir las diferencias en alrededor de 20 puntos; mientras que en matemáticas la diferencia ha disminuido en 8 puntos. Con respecto de Uruguay, en las tres áreas la brecha se ha cerrado en más de 15 puntos. Frente a otros países que son referentes internacionales, podemos resaltar que, en la aplicación de 2015, obtuvimos resultados más altos que Brasil en las tres áreas y más altos que México en la prueba de lectura.

En ciencias, que fue le área de profundización de la prueba en 2015, los jóvenes obtuvieron 28 puntos más en el puntaje promedio, en comparación con la aplicación del 2006 (cuyo tópico principal también fue ciencias), lo cual representa la segunda mejora más amplia (después de Catar) entre todas las economías participantes del estudio.

Colombia fue el cuarto país que más progresó en lectura: el puntaje promedio aumentó 40 puntos entre 2006 y 2015. En matemáticas, el aumento de 20 puntos en el puntaje promedio ubica a Colombia en el séptimo puesto en la lista de los países que más han mejorado.

Por otro lado, si todos los países y economías participantes de PISA tuvieran un PIB per cápita igual, Colombia habría obtenido 461 puntos en ciencias (en contraposición al puntaje de 416 sin tener en cuenta el PIB). Dentro de la escuela también hay resultados que son bastante alentadores, la equidad

de los resultados educativos en Colombia es similar al promedio de los países miembros de la OCDE, es decir no. El 14 por ciento de la variación en el desempeño en ciencias se atribuye a las diferencias en el nivel socioeconómico; es decir que los antecedentes económicos del niño no explican en su totalidad los resultados de la prueba. Este hecho es esperanzador pues implica que todos los actores de la educación en Colombia (estudiantes, padres de familia, docentes y rectores) todavía tiene muchas oportunidades de mejora en el día a día que pueden influenciar positivamente este tipo de mejoras.

Uno de los retos de los sistemas educativos es asegurar que exista mayor homogeneidad entre los resultados de las escuelas, para que los estudiantes puedan acceder a educación de calidad, independientemente de la institución a la que asistan. Por esta razón, la descomposición de los resultados es pertinente para determinar qué porcentaje de la variación en el desempeño es atribuible a las diferencias entre las escuelas y qué proporción se explica por diferencias dentro de ellas. En ciencias, un 26% de la variación de los resultados es explicada por la escuela, mientras que el restante 74% de la variación es atribuible a otros actores que influyen directamente en los resultados de los estudiantes.

3. Desempeño de Colombia en Saber 11

Los buenos resultados en las pruebas internacionales se complementan con el cambio positivo en las pruebas nacionales. En promedio, en el examen Saber 11, se observa que el puntaje global presenta una tendencia positiva (250 puntos en los años 2014 y 2105, 257 puntos en el año 2016). De forma similar, la desviación estándar del puntaje ha mostrado incrementos sistemáticos en el tiempo lo cual evidencia un desempeño de los estudiantes cada vez más alto, pero una heterogeneidad de sus habilidades cada vez mayor.
Los resultados históricos de la prueba de lectura crítica muestran un aumento en ambos calendarios. Mientras en calendario B observamos un aumento en el puntaje promedio (54 puntos en 2015 y 57 puntos en 2016) y una disminución en la dispersión de los puntajes de esta prueba, en calendario A existe una tendencia positiva en el puntaje (50 puntos en 2014 y 2015, 53 puntos en 2016) a pesar de mantener el promedio en 2015. Al revisar los resultados entre 2014 y 2016 para este calendario, encontramos que los estudiantes obtienen un desempeño más alto y la heterogeneidad de sus habilidades ha disminuido.

Existe una evolución positiva en los resultados de la prueba de matemáticas en ambos calendarios. En calendario B, el puntaje promedio (55 puntos en 2015 y 62 puntos en 2016) y la desviación estándar de esta prueba aumentaron durante el período de estudio. En calendario A, el puntaje promedio exhibe aumentos sistemáticos en el tiempo (50 puntos en 2014 y 2015, 51 puntos en 2016) y la desviación estándar presenta una tendencia positiva a pesar de la caída entre 2015 y 2016. Aunque en ambos calendarios existe un desempeño más alto de los estudiantes, también se observa una mayor dispersión de sus conocimientos en matemáticas.

La prueba de ciencias naturales tiene cambios positivos en ambos calendarios. En calendario B se observa un aumento del puntaje de esta prueba

(54 puntos en 2015 y 60 puntos en 2016) acompañado de una disminución de la desviación de los puntajes. De forma similar, los resultados en calendario A presentan una tendencia positiva del puntaje promedio (50 puntos en 2014 y 2015, 53 puntos en 2016) a pesar de la variación nula entre 2014 y 2015 y una disminución en la dispersión de los puntajes. En ambos calendarios, los resultados son favorables pues sugieren que los estudiantes obtienen en promedio un desempeño más alto y una heterogeneidad de sus habilidades más baja.

Los resultados históricos de la prueba de sociales y ciudadanas en ambos calendarios. En calendario B existe un aumento en el puntaje promedio de la prueba (55 puntos en 2015 y 59 puntos en 2016) y una disminución de la desviación estándar. En calendario A se evidencia una tendencia positiva en el puntaje promedio de esta prueba (50 puntos en 2014 y 2015, 51 puntos en 2016), sobre todo por el aumento ocurrido entre 2015 y 2016.

Por último, la prueba de inglés también muestra un aumento en ambos calendarios. En calendario B se encuentra un aumento en el puntaje promedio de esta prueba (58 puntos en 2015 y 66 puntos en 2016) y se mantiene constante la dispersión de los puntajes. En calendario A se observa un aumento en el puntaje promedio (50 puntos en 2014 y 2015, 52 puntos en 2016) y en la desviación estándar de los puntajes.

Con los resultados promedio de los estudiantes, el Icfes actualiza la clasificación de los planteles educativos, se trata de una categorización que permite agrupar a todos los colegios en cinco categorías: A+ y A conteniendo a los colegios con mejor desempeño y D a los colegios con más oportunidades de mejora. En calendario B, los establecimientos mostraron un desplazamiento de la distribución desde las categorías bajas hacia las categorías altas. Esto puede comprobarse al observar el crecimiento del porcentaje de colegios ubicados en las categorías A+ y A, y por el decrecimiento en el porcentaje de colegios clasificados como C y D. En calendario A existe un aumento del porcentaje de establecimientos clasificados como A+ y A (6% en 2014, 7% en 2015 y 9% en 2016), aunque el porcentaje de colegios clasificados como D muestra no poca variación (52% en 2014, 45% en 2015 y 41% en 2016). Esto sugiere que existe un desplazamiento de la distribución desde las categorías intermedias hacia las categorías altas.

4. El país mejor educado

A pesar de que se evidencia un cambio positivo en el desempeño de los estudiantes tanto en las pruebas internacionales como en los exámenes nacionales, con un análisis más detallado podría ser posible afirmar que existe una relación de causalidad entre las políticas públicas gubernamentales y el cambio en el puntaje promedio de los estudiantes colombianos.

Sin embargo, los anteriores resultados muestran que Colombia está avanzando con paso firme hacia la meta de ser el país más educado de América Latina en el 2025 y que los esfuerzos del Gobierno Nacional, los docentes, los padres de familia, los estudiantes, y en general toda la comunidad educativa, están surtiendo los réditos esperados. Con estos resultados es posible pensar que estrategias como Jornada Única, el Programa Todos a Aprender, Supérate con el Saber y Ser Pilo Paga han motivado a los estudiantes a mejorar su rendimiento y resultados académicos.

El reto de mejorar la calidad de la educación no solamente pertenece al Gobierno, la descomposición de la variación de los resultados muestra que Colombia será el país mejor educado siempre y cuando todos los actores del sistema prevalezcan en su empeño. Los estudiantes deben ser motivados por los padres de familia, docentes y directivos. Existen diferentes estrategias para lograr que al final cada niño aproveche al máximo su tiempo en la escuela. Con el seguimiento e involucramiento de los padres, los niños obtendrían mejores resultados en las pruebas estandarizada (nacionales e internacionales), lo que sería un claro indicio de la mejora positiva del sistema. Los profesores y directivos docentes también tienen mucho que aportar, mejorar el clima laboral entre la planta docente implica un cambio positivo significativo en los resultados. Con el compromiso de todos seguramente Colombia conseguirá su meta de ser el país mejor educado en América Latina.

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