El reto crítico de la educación bilingüe es de formar a los profesores para que sean expertos en diferentes áreas de contenido y competentes para enseñar todas las aplicaciones de una segunda lengua: enseñanza directa del idioma, desarrollo de contenidos por medio del segundo idioma y desarrollo del idioma propio de cada asignatura. Esto crea una necesidad de entrenamiento para los docentes, tanto aquellos que ya están enseñando como los que se están preparando para hacerlo. También es un reto para los líderes de los colegios, que pueden no ser bilingües pero sí tener bajo su responsabilidad a los profesores y los programas bilingües. Las universidades, los colegios y los agentes externos como el British Council están respondiendo a esta necesidad. En otras palabras, la iniciativa del bilingüismo está creando demandas para las cuales los profesores no están siempre preparados, o no tienen las herramientas necesarias para enfrentarlas.
Sumadas a este escenario complejo, hay otras circunstancias tradicionales e inherentes que intervienen para obstaculizar el progreso. Para citar solo unas pocas, se presenta una alta rotación docente, escasez de líderes bilingües, una mutua deficiencia de lealtad entre las instituciones y los docentes, una relación que a menudo gira alrededor de la incertidumbre contractual; y poca evidencia clara sobre la evaluación de la calidad de los programas. Si a eso le agregamos el escaso tiempo que se da a los maestros para preparar sus clases y compartir prácticas adecuadas con sus colegas, es claro que estos retos para los colegios bilingües tienen un impacto significativo y negativo en el desarrollo del estudiante y la eficiencia de su aprendizaje.
Algunos programas internacionales como el currículo CIE (Cambridge International Examinations ) o IB (International Baccalaureate) son una excepción a esta regla, ya que proveen más oportunidades para el desarrollo de los docentes, la retroalimentación y la reflexión. Aunque esto puede implicar un impacto económico para las instituciones, hay una creciente aceptación de que esta inversión es necesaria si se desea alcanzar el progreso deseado.
La experiencia internacional claramente demuestra que si los docentes reciben un entrenamiento y una motivación constantes de parte de los colegios, estarán más inclinados a quedarse con la institución proveedora y a reinvertir su experticia en beneficio del cuerpo estudiantil. Al trabajar como parte de currículos internacionales, los profesores son entrenados, evaluados y estandarizados cada año en temas como calificación de pruebas, metodología de la enseñanza y nivel de lengua. No solo los docentes tienden a demostrar más su lealtad a los empleadores, sino que sus graduandos usualmente registran una menor tasa de deserción de las universidades 1 .
Existe la especulación de que los líderes bilingües disponibles en Colombia tienen un costo muy alto. Sin embargo, la oferta está aumentando a medida que las organizaciones dedicadas al entrenamiento en calidad bilingüe producen más y más personal calificado. Los cursos especializados para profesores y directivos sobre cómo enseñar inglés en primaria o bachillerato, cómo impartir materias de contenido en inglés y también cursos sobre liderazgo educativo en un contexto internacional, tienen ahora una mayor disponibilidad.
“Hemos respondido a estas necesidades con un enfoque balanceado entre la reflexión de la práctica existente y la teoría”, afirma Geoff Watson, Gerente de Servicios de Consultoría para Colegios para British Council. “Uno de los principales beneficios de los currículos internacionales como CIE y de las redes de colegios bilingües como BC Affiliated Schools, es que les dan a los docentes con retos similares criterios comunes por medio de los cuales pueden valorar y compartir prácticas adecuadas en el contexto local”.
De otro lado, los colegios se enfrentan con el problema de tener que evidenciar la calidad de sus programas bilingües. En este punto los padres de familia deben averiguar sobre los tipos de acreditaciones que la institución cita como prueba del aseguramiento de su calidad. Las fuentes de investigación e indagación pueden ser:
- * Categoría según el Icfes (muy superior o superior son las más altas)
- * Certificaciones de calidad a nivel nacional (Icontec) o internacional (ISO)
- * Pertenencia a una red de colegios nacional (ASPAEN, ACODESI, Maristas, etc.)
- * Pertenencia a una red de colegios internacional (CIE, IB, SACS, CIS etc.)
- * Certificaciones en metodología y lengua de la planta docente (licenciatura, maestría, doctorado, TKT, CELTA, DELTA, TESOL, IELTS, TOEFL, etc.)
- * Exámenes internacionales de lengua y contenidos que presenten sus estudiantes (IGCSE, SAT, FCE, Aptis, entre otras).
Todo lo anterior le confiere a las instituciones un sello de aprobación de sus currículos, sienta un precedente que las diferencia de la competencia y les otorga a sus estudiantes una sólida orientación profesional, mejor preparación para los estudios universitarios y una mayor movilidad internacional.
Sin embargo, muchos colegios aún no ven la necesidad de convertirse en bilingües. De los casi 12.000 colegios que hay en Colombia, menos del 2% tiene esta denominación. Un porcentaje bastante bajo, considerando los requerimientos de segunda lengua que muchas universidades exigen a sus estudiantes, y la creciente demanda de profesionales bilingües en las empresas nacionales y extranjeras. Un porcentaje similar de colombianos opta por aprender un segundo idioma en una institución especializada, pero no hay cifras confiables sobre cuántos de ellos culminan estos estudios o qué nivel de la segunda lengua logran alcanzar.
Un indicador interesante sobre empleabilidad fue el Education Intelligence Research, un estudio realizado por British Council en 2014. Apunta a un mayor entendimiento de la relación entre empleadores, empleos y la adquisición de la lengua inglesa 2 . El informe menciona que el 68% de empleadores consultados cree que el inglés es una habilidad esencial al contratar nuevo personal, y el 81%, en una escala de uno a diez, adjudicaban al hecho de saber inglés un puntaje de siete o más. Los empleadores colombianos equiparan el inglés con el idioma universal de los negocios y la globalización, y lo consideran como una herramienta esencial para comunicarse con sus clientes.
Otro hallazgo interesante fue el que surgió de 78 gerentes y directivos de diferentes industrias que fueron encuestados sobre su propio nivel de inglés. e ellos, el 4 afirmó poder hablar inglés, el 0 consideró ser competente, el 38% de un nivel básico y solo el 12% reportó tener un nivel avanzado.
El 60% de estos gerentes aprendió inglés en el colegio. Un estudiante graduado de colegios bilingües en Colombia 3 normalmente cumplirá con el requisito de lengua extranjera de la mayoría de universidades colombianas. En currículos internacionales, cuando los estudiantes aprueban sus exámenes finales (que incluyen pruebas de la segunda lengua y también de contenidos), estarán listos para ingresar a pregrado en muchas universidades del mundo. De la misma forma, podrán acceder a pasantías o trabajos no profesionales en el extranjero.
Sin embargo, la educación bilingüe no se trata solo de que los estudiantes aprendan a hablar dos idiomas, sino de enseñarles a empoderarse mediante el uso de metodologías de aprendizaje y enseñanza globales, con clases dinámicas y enfocadas en el estudiante, que a su vez les permitan desarrollar al máximo sus habilidades comunicativas y pensamiento crítico. El empoderamiento mediante la reflexión en la educación bilingüe se deriva de la condición de que tanto estudiantes como profesores aprendan de una manera activa, sean conscientes de su propio aprendizaje y de las oportunidades de mejoramiento, lo cual permite a los profesores enseñar de una manera diferente y a los estudiantes desarrollar su curiosidad, creatividad y deseo de aprender.
Una de las metodologías recomendadas para el aprendizaje en los colegios bilingües es CLIL (Content and Language Integrated Learning), la cual ayuda a los maestros a combinar los mejores métodos para el aprendizaje de lenguas con los mejores métodos para el aprendizaje de asignaturas de contenido, de una manera integrada. El enfoque de un currículo internacional como CIE o IB está basado en la adquisición de habilidades transferibles y en la movilidad del conocimiento, más que en la memorización de información y contenidos.
Es decir que dos estudiantes de colegios CIE, aún de lugares muy distantes (un asiático y un latino, por ejemplo), pueden comunicarse de manera efectiva en un rango de contextos diferentes: más que aprender todo sobre un tema, han aprendido a investigar efectivamente y a desarrollar conocimientos sobre ese tema.
Estudios científicos han demostrado que una persona que aprende una segunda lengua, en cualquier momento de su vida, mejora su capacidad para resolver problemas, incrementa las habilidades cognitivas no relativas al lenguaje e incluso crea un escudo mental contra la demencia senil 4 . Podemos estar seguros de que uno de los retos educativos más grandes en Colombia es aumentar el porcentaje de su población bilingüe y facilitar así las ventajas que cualquier persona con estas competencias puede tener: acceder a mejores oportunidades personales, académicas y profesionales.
Cualquier colegio, sin importar el nivel actual de la lengua extranjera de sus estudiantes o profesores, puede emprender el proceso para convertirse en bilingüe. Más importante que el nivel de lengua o las limitaciones actuales, lo que cuenta es el compromiso permanente de la institución con su mejoramiento continuo.
- Tasas de deserción de las universidades inglesas: tendencias entre 2005-06 y 2010-11 (Non-continuation rates at English HEIs), en http://www.hefce.ac.uk/pubs/year/2013/201307/#d. en.81697 April 2013
- Niveles de Inglés en Colombia y su impacto sobre las políticas gubernamentales. British Council Colombia, Mayo de 2014.
- Ver Ministerio de Educación Nacional, Educación Bilingüe e Internacional, en http://www.colombiaaprende.
edu.co/html/home/1592/article-228185.html - ‘Por qué los bilingües son más inteligentes’. Bhattacharjee, Yudhijit. New York Times, Sunday Review,
Marzo 17 de 2012.
The critical challenge in bilingual education is training teachers to be both experts in different subjects as well as competent in teaching all of the applications of a second language such as direct language teaching, content development through a second language and language support for that content development. This creates a demand for both pre-service and in-service teacher training. It is also a challenge for school leaders who themselves may not be bilingual, but are responsible for bilingual teachers and programmes. In other words, the drive for bilingualism puts demands on teachers for which they are not always prepared for or have the necessary tools to carry out. However, institutions such as universities, schools and external agents, like the British Council, are responding to this need.
While many intuitions are addressing schools needs, there remain other traditional and inherent circumstances that act as obstacles to progress. To cite a few, there are high teacher rotation, absence of bilingual leaders and a mutual institutional and employee mistrust revolving around contractual uncertainty, If you add insuffi cient preparation time given to teachers for lesson preparation and sharing information with peers, as well as a lack of clear assessment on programme quality, then it is clear that the challenges for the bilingual school sector are signifi cant and negatively impacting learning effi ciency and student development .
Some international programmes such as Cambridge International Examinations curriculum schools (CIE) and International Baccalaureate (IB) are exceptions to the rule as they provide more opportunity for teacher development, feedback and refl ection. While this may imply some economic impact for the institutions, there is a growing understanding that investment is needed if the desired progress is to be achieved.
By observing the educational systems in other countries, we can clearly see that if teachers receive constant training and motivation, they will be more inclined to remain loyal to their schools and reinvest their expertise for the benefi t of the student body. When working as part of international curriculum, teachers are trained, assessed and standardised every year in topics such as exam marking, teaching methodology and language profi ciency. Not only are they likely to be more loyal employees, but their high school graduates frequently display a lower dropout rate from universities 1 .
There is a perception in Colombia that teachers with enough experience to be qualified as bilingual leaders come at a high cost. However, supply is increasing and cost is declining as organizations dedicated to quality bilingual training produce more and more qualified personnel. Specialized courses for both teachers and directors on how to teach English at primary or secondary levels, how to impart mainstream subjects in English and courses on educational leadership in an international context are becoming increasingly available.
“We have responded to these needs using a balanced approach between reflecting on existing practice and theory,” said Geoff Watson, head of bilingual schools development at the British Council. “A major benefit of international curricula such as CIE, or bilingual school networks such as the BC Affiliated Schools, is that they give teachers with similar challenges common criteria through which to evaluate and share best practices suitable to the local context.”
While, schools are undoubtedly responsible for making the quality of their bilingual programmes apparent, parents also need to do some research about qualifications that the institution cites as evidence of quality assurance. Some recommended sources for investigation and inquiry are:
- * School category according to ICFES (highly superior or superior are highest awards)
- * National (ICONTEC) or international (ISO level) quality accreditations
- * Membership to a national association such as ASPAEN, ACODESI, Maristas, etc.
- * International program membership such as CIE, IB, SACS, CIS, etc.
- * Certifications of the teachers in methodology and language (bachelors, masters’, PhD, TKT, CELTA, DELTA, TESOL, IELTS, TOEFL, etc.)
- * International language and content-based examinations taken by their students (IGCSEs, SATs, FCE, Aptis, amongst others)
These accreditation benchmarks provide institutions with an approval stamp on their syllabi and set standards that differentiate them from the competition. Thus, students of these programs leave with a solid professional orientation, better preparation for university studies and higher international mobility.
Nevertheless, most schools still don’t see the need to become bilingual. From an average of about 12,000 schools in Colombia, less than 2% have this denomination. A significantly low percentage, considering the second language graduation requirements that most universities are asking of their students and the growing demand for bilingual professionals at both local and foreign companies. A similar percentage of Colombians choose to learn a second language at a specialised institution, but there is little reliable data on how many of them actually finish their studies or what level of the second language they are able to attain.
An interesting indicator on English and employability is Education Intelligence Research, a report conducted by the British Council in 2014. It attempts to better understand the relationship between employers, employment and English language acquisition 2 . The report states that 68% of employers questioned believe that English is an essential skill when hiring new staff, and 81% stated that, on a scale of one to ten, English proficiency ranked seven or above. What this report makes clear is that Colombian employers view English as the universal language of business and an essential tool for communicating with clients.
Another interesting finding emerged from a questionnaire sent to seventy-eight managers and directors from different industries that were surveyed about their own English proficiency. Of that number, 74% stated they were able to speak English. Of that 74%, 50% considered themselves to be proficient, 38% of a basic level and only 12% reported to be fluent.
Some 60% of the managers learned their English at school. A bilingual high school graduate in Colombia 3 will normally comply with the foreign language requirements at most Colombian universities. In international schools’ syllabi, when students pass their final graduation exams which include both English and mainstream subjects, they will be ready to start an undergraduate course at many universities around the world and be in a better position to access internships or non-professional placement work abroad.
However, bilingual education is not just about students learning to speak two languages, it is also about teaching cognitive and investigative skills through dynamic and student-centered classes, exposure to international teaching methodologies, and real-world research. This in turn allows them to fully develop their communicative and critical thinking skills and forces them to learn in an active, self-evaluative way. This makes students aware of their own learning process and self-improvement opportunities, permitting teachers to teach in a way that will develop students’ curiosity, creativity and willingness to learn.
One of the recommended learning methodologies for bilingual schools is CLIL (Content and Language Integrated Learning), which helps teachers combine the best techniques for language learning with the best techniques for subject content learning. The focus of an international syllabus such as CIE or IB is the acquisition of transferable skills and knowledge mobility rather than the memorization of information and facts. That is to say two CIE school students, even from two very distant places (a Latin American and an Asian for instance), may very well communicate with each other in an effective manner in a range of different contexts. Rather than learning everything about a particular subject, they have to learn to effectively research and develop knowledge about that subject.
Scientific studies have demonstrated that people who learn a second language at any stage of their lives improve their problem-solving capacity, increase their cognitive skills in all areas and develop a mental shield against dementia later in life 4 . We can be certain that one of the greatest educational challenges in Colombia is to increase the percentage of its bilingual population and facilitate the advantages any person with these competencies can have: being able to access better personal, academic and professional opportunities.
Any school, regardless of the current foreign language level of their students and teachers, can undertake the process to become bilingual. Rather than focusing on its language proficiency or its current limitations, what really counts is permanent commitment to continuous development of language programs.