Datos históricos
Curiosamente, antes del último trimestre del siglo pasado, no se le daba mucha importancia a la educación bilingüe en los programas educativos. Muy pocas escuelas enseñaban lenguas extranjeras antes de la década de los sesenta, y la mayoría de las personas bilingües nació en familias bilingües o vivía en un país donde tuvo que aprender otro idioma distinto a su lengua materna. Eso ya cambió, como resultado del mundo globalizado y del aumento de la importancia del idioma inglés como lengua internacional. En gran parte de las escuelas se enseñan lenguas extranjeras y el inglés ha adquirido una importancia tal que se ha vuelto parte esencial de la mayoría de los programas educativos en todo el mundo.
Antecedentes
Durante la última década, ha habido varios debates acerca de la importancia de la enseñanza del inglés en las escuelas de América Latina. Muchas evidencias sugieren que una base sólida en inglés dará a los alumnos más oportunidades en el futuro. Los diferentes Gobiernos de la región han invertido en la creación de programas nacionales de enseñanza de inglés y cursos de formación de profesores, y la mayoría de las escuelas privadas ha incluido el inglés como una parte integral de sus programas académicos. Además, de acuerdo con las investigaciones, aprender una lengua es más fácil para los niños que para los adultos. En especial cuando están expuestos a los idiomas en un ambiente de inmersión, como el que ofrece un programa bilingüe. Las escuelas privadas con más recursos promueven el concepto de “educación bilingüe” siempre que es posible. Estos tipos de escuelas son cada vez más comunes en América Latina. Sin embargo, no todas estas escuelas logran que sus alumnos adquieran un dominio sólido del inglés. ¿Qué es lo que hace la diferencia? ¿Cómo podemos garantizar que la enseñanza bilingüe en estas escuelas sea eficaz? ¿Cuáles son los factores más importantes para crear condiciones que promueven el bilingüismo?
¿Cómo podemos definir la educación bilingüe?
Comencemos por determinar qué queremos decir cuando afirmamos que alguien es bilingüe. Una persona bilingüe es alguien que puede expresarse de manera eficaz en dos idiomas, su lengua materna y otro idioma, en situaciones comunicativas similares. Una persona bilingüe puede cambiar de
un idioma a otro sin mayor dificultad, y puede expresar claramente sus ideas, en uno u otro idioma, al hablar y escribir. En algunos casos, los niños son bilingües debido a que sus padres hablan diferentes idiomas o porque su país tiene más de un idioma oficial, como Suiza, que tiene cuatro idiomas oficiales. Estos escenarios son más comunes de lo que pensamos, pero las escuelas bilingües ofrecen a la mayoría de los niños la mejor oportunidad para dominar otro idioma, aparte de su lengua materna.
Teniendo en cuenta esta definición, la educación bilingüe debe garantizar que la enseñanza que los alumnos reciban se lleve a cabo en al menos dos idiomas, y que la lengua extranjera se utilice siempre que sea posible, tanto dentro como fuera del aula. Esto significa asegurarse de que haya suficiente exposición a la lengua y que esta se enseña correctamente. Esto también puede implicar aspectos de la cultura de la lengua extranjera. Las escuelas bilingües deben ofrecer a los alumnos una educación orientada hacia el éxito en el idioma de destino, incluyendo la certificación externa reconocida, como la que brinda la evaluación Cambridge English Language Assessment.
Aprender un segundo idioma es una gran ventaja para los alumnos, y los beneficios se extienden a otras áreas académicas. Los alumnos que llevan programas bilingües tienen mejores habilidades de comprensión de lectura, son mejores para resolver problemas y tienden a desarrollar una amplia visión multicultural de la sociedad, así como un mayor aprecio por la diversidad internacional. Los estudiantes en programas bilingües también tienen un concepto más claro de sí mismos y su comunidad. En cuanto a los resultados en la vida profesional, las investigaciones realizadas en un ambiente empresarial indican que los empleadores prefieren contratar personal bilingüe, ya que pueden adaptarse con más facilidad a diferentes entornos y relacionarse mejor con la gente de diversos orígenes.
Así que… ¿cuál es el enfoque de enseñanza del inglés de diferentes escuelas?
Las escuelas bilingües pueden encontrarse en diferentes etapas en el proceso de fortalecimiento de su programa de enseñanza de idiomas. Pueden ofrecer una cantidad variable de horas de inglés y medir los resultados de diferentes maneras. Pueden tener otras prioridades respetables en su programa que busquen proporcionar una sólida formación general para los alumnos, lo cual supone ofrecerles cierto grado de bilingüismo. Este es el caso de muchas escuelas, y el objetivo principal es, a menudo, seguir trabajando a fin de que los estudiantes alcancen un buen nivel en el idioma de destino. Con el objetivo de lograr un programa más eficaz de enseñanza de idiomas, las escuelas necesitarían para poner en práctica uno de los programas que se describen a continuación, el tercero de los cuales garantiza un resultado realmente bilingüe.
La enseñanza de una lengua extranjera o una segunda lengua como parte del plan de estudios. Muchas escuelas bilingües buscan proporcionar a sus estudiantes un cierto número de horas de inglés o de enseñanza de lenguas extranjeras, con el fin de garantizar un nivel sólido de dominio del idioma. En la mayoría de los casos, las escuelas que pertenecen a este grupo se enfocan principalmente en materiales de inglés como lengua extranjera (EFL por sus siglas en inglés). En EFL, se enseña inglés a hablantes no nativos fuera de los países anglohablantes. Los materiales utilizados para la enseñanza de EFL suelen desarrollar cuatro habilidades: comprensión auditiva, expresión oral, comprensión de lectura y expresión escrita. Además, prestan especial atención a la gramática y al vocabulario. Este enfoque EFL probablemente incluirá todas o algunas o todas estas características:
- Hay diez o más horas de instrucción de Inglés por semana, aunque el número real de horas puede variar considerablemente de una escuela a otra.
- Los programas de inglés abarcan todos los niveles escolares, a partir de preescolar y continuando hasta el final de la secundaria, con programas que se vinculan de un nivel a otro.
- Hay profesores de inglés cualificados que han tenido un curso de formación antes de comenzar a enseñar, como CELTA, o una cualificación cuando ya tienen experiencia, como ICELT o equivalente.
- Existen certificaciones externas, como PET o FCE de Cambridge English Language Assessment, que pueden establecer puntos de referencia para los alumnos en cada nivel escolar y que se relacionan con los niveles establecidos en el Marco Común Europeo (MCE).
- Hay un sistema de monitoreo de la calidad de los cursos de inglés y enseñanza. Por ejemplo, un sistema de observaciones de clase realizadas por maestros o administradores capacitados y con experiencia, con un seguimiento basado en los resultados de cada observación.
- Se ofrece a los profesores capacitación y desarrollo continuos, como talleres, formación interna o externa, más formal, por medio de de instituciones educativas externas.
Inglés como segundo idioma con un enfoque en lengua y literatura
Las escuelas en este grupo enseñan inglés utilizando una metodología diseñada para contextos educativos de Inglés como Segunda Lengua (ESL, por sus siglas en inglés), que es la enseñanza del inglés para hablantes no nativos en países de habla inglesa. En particular, estas escuelas suelen implementar un enfoque de alfabetización que enfatiza la literatura y promueve las artes del lenguaje: habilidades de lectura y escritura que se pueden transferir a todos los idiomas. Este tipo de programa también incorpora materiales multidisciplinarios que combinan inglés y otras materias, casi siempre matemáticas, ciencias sociales y ciencias. En este tipo de programa de escuelas bilingües, hay más de un enfoque de alfabetización: la comprensión lectora, la adquisición de vocabulario y el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, a través de la exposición a una gran variedad de literatura en la lengua de destino. Dentro de la categoría de las artes del lenguaje, la escritura de ensayos también forma parte de este tipo de educación bilingüe. Puede haber actividades extracurriculares relacionadas, tales como participar en debates, hablar en público y actuar, todo ello en inglés (o cualquiera que sea el idioma de destino). El objetivo es un híbrido: la enseñanza de idiomas y de contenido.
Estas escuelas tienden a tener algunas o todas estas características:
- Los programas utilizan libros de texto o materiales desarrollados para los hablantes nativos en un contexto educativo que pertenece a la primera lengua.
- Las escuelas pueden estar afiliadas a organizaciones extranjeras, como la Southern Schools Conference, en los Estados Unidos.
- La certificación lingüística está vinculada al contexto educativo de la primera lengua, por ejemplo, TOEFL y Michigan Test.
- Las pruebas de competencia están relacionados con el mismo contexto de habla inglesa, por ejemplo, las SAT.
- Algunos profesores provienen del contexto de habla inglesa.
- Otras materias se enseñan en el idioma de destino, en especial la literatura, además de la ciencia y las ciencias sociales.
- Hay actividades extracurriculares en inglés: debate, teatro, hablar en público, concursos de ortografía (spelling bees), etc.
Programa internacional
En su sentido más amplio, la educación bilingüe va más allá de dominar dos idiomas. Implica un programa completo de enseñanza del idioma inglés en todas las áreas académicas, que se complemente con la enseñanza de varias otras asignaturas en inglés, por lo general, ciencias naturales y sociales y matemáticas. Este tipo de programa utiliza materiales didácticos diseñados para los hablantes nativos en sus países de origen, y no materiales diseñados para la enseñanza de idiomas. En muchos casos, estas escuelas están acreditadas por organismos internacionales como el Bachillerato Internacional (IB), empleando el Primary Years’ Programme (PYP) o el Middle Years’ Programme (MYP), o el curso de acceso a la universidad, que se evalúa formalmente. Algunas escuelas usan los programas de los exámenes internacionales y las certificaciones de Cambridge, como IGCSE o los niveles A. Uno de los retos de la enseñanza de otras materias en inglés, el Aprendizaje Integrado de Contenido y Lengua Extranjera (CLIL, por sus siglas en inglés) es que la escuela tendrá que asegurarse de que los profesores de asignatura presten atención tanto al uso del inglés de los estudiantes como al contenido, o al contrario, tener los conocimientos y estar cualificado para enseñar otras materias, además de inglés. Este tipo de programa puede requerir coordinación y formación adicionales, así como establecer acuerdos respecto a la retroalimentación, el sistema de calificaciones y el uso de rúbricas.
La educación bilingüe de este tipo a menudo incluye:
- Programas internacionales: IB, CIE, combinados con programas locales obligatorios.
- Programas nacionales exportados a otros países: bachillerato francés, American Common Core.
- Evaluación internacional: IGCSE, Diploma IB, pruebas de evaluación Cambridge English Language Assessment.
- Algún tipo de evaluación de la calidad e inspección externas.
- Otras materias que se enseñen en inglés.
- El empleo de profesores extranjeros en combinación con el personal local.
Consideraciones generales para la educación bilingüe
Cualquiera que sea el tipo de educación bilingüe que una escuela elija, hay áreas claras de prioridad que las autoridades de la escuela deben considerar:
- Programas: ¿Cuáles son los mejores programas que pueden ayudar a lograr los objetivos educativos de la escuela? ¿La escuela puede aprovechar los programas ofrecidos por los proveedores internacionales y los materiales creados por los editores? ¿Estos proveedores ofrecen algún tipo de apoyo para la implementación de estos programas? ¿Cómo pueden los programas que se imparten en inglés combinarse de manera eficaz con los programas obligatorios impartidos en la lengua nativa? ¿Cómo se puede evitar abrumar a los alumnos si hay programas duales en dos idiomas?
- Personal docente calificado y con experiencia: Los maestros son la clave del éxito para cualquier escuela. La compensación también debe estar vinculada con la experiencia y las cualificaciones de los maestros, de manera que sea un incentivo para mejorar. Las cualificaciones deben ser reconocidas y consideradas como un indicador. Los profesores de inglés adecuadamente cualificados, con formación pedagógica y que han pasado por el proceso de aprendizaje de una lengua extranjera, están en una posición ideal para ofrecer una enseñanza de calidad en una escuela bilingüe. Además, el éxito también depende de la formación docente continua que se relacione con un programa organizado de desarrollo de profesores. La capacitación formal debe complementarse, de manera constante, con la formación y las oportunidades de observación interna por parte de los compañeros.
3. Comunicación con los padres / Participación de los padres: la mayoría de los padres se interesan en el progreso académico de sus hijos y están dispuestos a apoyar a la escuela e involucrarse en el proceso de aprendizaje de sus hijos. Los padres necesitan conocer el enfoque que una escuela emplea. Si la escuela está cambiando a un programa bilingüe, los padres deben estar conscientes de lo que esto implica y cómo pueden ayudar. También tienen que estar informados de los objetivos, los valores y el sistema de evaluación de la escuela. Las asociaciones de padres son aliadas potenciales para trasmitir información sobre la escuela a toda la comunidad. La información sobre los resultados también debe compartirse con los padres.
4. Objetivos y medición: Cualquiera que sea el tipo de programa bilingüe que una escuela elija, es necesario establecer objetivos de aprovechamiento. Estos pueden ser habilidades expresadas como enunciados de lo que los alumnos pueden hacer (can do statements) o exámenes externos, que realicen en las etapas clave de su educación. Por ejemplo, tomar PET al final de la primaria o FCE al final de la secundaria. Los exámenes externos son buenos puntos de referencia, ya que son medidas objetivas de competencia en la lengua o en otras materias. La clave es asegurar que los estudiantes tengan una preparación sólida y estén listos para realizar y aprobar estos exámenes. En la mayoría de los casos, son los padres quienes tendrán que pagar por estos exámenes.
5. Calidad: La eficacia de cualquier programa escolar depende de cómo se enseña, y la calidad de la enseñanza que hay que supervisar. En la mayoría de los casos, la observación del maestro es la mejor manera de comprobar lo que está sucediendo en el aula, pero estas observaciones tienen que ser sistemáticas y realizadas por observadores entrenados que utilicen formatos establecidos para asegurar que la observación sea objetiva, justa y productiva. A través de la reflexión docente y acciones acordadas, cada observación debe conducir a la adopción de medidas para mejorar la calidad de la enseñanza. Con todo el personal que participa en las observaciones, los administradores escolares serán capaces de construir una imagen clara de las fortalezas de los maestros e identificar las áreas que pueden mejorarse.
6. Análisis costo–beneficio: En definitiva, un programa bilingüe de alta calidad tiene beneficios. Esta formación brinda a los alumnos otra lengua que es una forma de vincularse con un mundo más globalizado. El dominio de otro idioma abre más posibilidades en la educación superior y el empleo. A través de la educación bilingüe, las escuelas tienen más oportunidades de recibir apoyo al establecer redes con organizaciones externas. Por otro lado, la educación bilingüe implica costos adicionales si se va a hacer bien. En algunos casos, se puede argumentar que el término “bilingüe” es muy flexible y no siempre es sinónimo de una educación de calidad. Llevar a cabo varios programas aumenta la carga de trabajo para las escuelas y algunas personas pueden ver la educación bilingüe como algo reservado a las élites con más dinero.
7. Selección de un programa bilingüe: No hay un modelo perfecto para la educación bilingüe. En algunos casos, las escuelas comenzarán por conseguir un sólido nivel de dominio de la lengua en todos los niveles académicos y certificará este dominio a través de exámenes externos. También pueden reconocer la necesidad de la capacitación y calidad docentes y de involucrar a los padres en su modelo. Más adelante, podrían dirigirse hacia un modelo bilingüe o internacional más amplio, donde el inglés deja de ser una lengua extranjera, o la segunda lengua, y se convierte en una lengua materna. Un modelo no es necesariamente mejor que otro. Depende de lo que la escuela quiere lograr y los beneficios de que cada modelo bilingüe ofrezca. Algunas escuelas pueden decidir quedarse con el modelo de dominio del idioma y, si lo hacen bien, será un valor añadido a la educación que ofrecen. El punto principal es que, cualquiera que sea el modelo bilingüe que una escuela decida seguir, debe hacerse bien por medio de destinar el tiempo y los recursos necesarios para crear un programa sólido impartido por profesores con experiencia, formados a través de programas adecuados que produzcan resultados buenos y medibles. No hace falta decir que la educación es una tarea compleja de varios estratos. Ser bilingüe no es suficiente para garantizar una buena educación, ya que hay muchos otros factores importantes: las instalaciones escolares, los valores, la cultura, el liderazgo, los programas y la enseñanza. Al final, la educación se trata de aprender, y los niños aprenden cuando están motivados e interesados (no estresados) y cuando el contenido que se les enseña está de acuerdo con sus necesidades e intereses. La educación bilingüe puede ofrecer opciones que enriquezcan los programas y cambien el enfoque del aprendizaje hacia una dimensión internacional. Si todos los demás aspectos escolares son sólidos, la educación bilingüe puede llevar a las escuelas a otro nivel.
8. Transición de un modelo bilingüe EFL o ESL a un programa internacional más ambicioso: Un programa completamente bilingüe no solo tiene una base sólida de enseñanza del idioma inglés, sino que enseña muchas otras materias utilizando el inglés. Este tipo de programa también requiere que los maestros estén capacitados y que se considere que el inglés será la lengua de enseñanza en otras materias (CLIL), garantizando que se apliquen las mismas reglas cuando los alumnos que cursen esas materias en inglés escriban o hablen o cometan errores. Una escuela bilingüe promoverá la inmersión en el plan de estudios. Además, los alumnos necesitarán tiempo para adaptarse a un nuevo sistema. Ser bilingüe no es un proceso instantáneo. Una transición a un programa bilingüe debe dar tiempo suficiente para que los alumnos alcancen las expectativas del programa por medio de las mejores prácticas en la enseñanza de idiomas. Necesitan cometer errores, practicar estrategias, aprender y aplicar las reglas y desarrollar la misma confianza con el idioma inglés como lo han hecho con su lengua materna.
Una vez que una escuela toma esta ruta “completamente” bilingüe, se presenta una serie de consecuencias relacionadas con los programas académicos, la contratación de personal, la evaluación y los costos. Los programas internacionales, tales como los ofrecidos por IB y CIE, son buenas opciones para proporcionar una estructura sólida para el contenido, pero ambos implican costos adicionales. Combinar programas internacionales con los programas nacionales obligatorios requiere, necesariamente, de ampliar un día escolar y contar con personal con diferentes especializaciones. La contratación de profesores extranjeros con experiencia en programas internacionales es una manera de resolver el problema de personal, pero esto a menudo implica pagar salarios altos, así como gastos, tales como pasajes aéreos y alojamiento. Como costo adicional, los programas internacionales también incluyen algún tipo de inspección externa para garantizar la calidad de los programas y la enseñanza.
Lista de verificación para escuelas bilingües
What do we mean by bilingual education?
Historical note
Curiously, bilingual education didn’t feature much in education before the final quarter of the last century. Very few schools taught foreign languages before the 1960s and most people were bilingual either because they were born in bilingual families or because they lived in a country where they had to learn another language that was not their native language. With a globalised world and the rise in the importance of English as an international language, all this has changed. Foreign languages are taught in most schools and English has assumed an importance that has made it a key part of most educational programmes across the world.
Background
Over the last decade there has been a great deal of discussion about the importance of the teaching of English in schools in Latin America. Evidence suggests that a good grounding in English will provide students with more and better opportunities in the future. Different governments in the region have invested in creating national English programmes and teacher training courses, and the majority of private schools have made English an integral part of their academic programmes. In addition, research has indicated that it is easier for children to learn a language than it is for adults – especially when exposed to the languages in an immersive environment, such as that of a bilingual programme. Private schools with more resources promote the concept of ‘bilingual education’ at every opportunity. These types of schools are more and more common in Latin America. However, not all these schools achieve the same results in terms of their students achieving a solid command of English. What is it that makes the difference? How can we ensure that bilingual teaching in these schools is effective? What are the most important factors which create conditions that promote bilingualism?
How can we define bilingual education?
Let’s start by clarifying what we mean when we say someone is bilingual. A bilingual person is someone who can express themselves effectively in two languages —their first language and another language— in similar communicative situations. A bilingual person can change from one language to the other without significant difficulty; he or she can clearly express their ideas in either language in speaking and writing. How does this happen? In some cases, children become bilingual because their parents speak different languages or because their country has more than one official language, for example Switzerland, which has four official languages. These scenarios are more common than we might think, but for most children, bilingual schools offer the best opportunity for mastering another language apart from their mother tongue.
Taking this definition into account, bilingual education should ensure that pupils receive instruction in at least two languages and that the target language is used wherever possible, both inside and outside of the classroom. This means ensuring there is enough exposure to the language and that it is well taught. This may involve aspects of the culture of the target language as well. Bilingual schools should offer pupils an education oriented towards success in the target language, including recognised external certification such as that provided by Cambridge English Language Assessment.
Learning a second language is a great advantage to students, and the benefits extend to other subject areas. Students in bilingual programmes have better reading comprehension skills, are better problem solvers and are more likely to develop a wide multicultural view of society with a greater appreciation for global diversity. Students in bilingual programmes also develop a clearer sense of themselves and their community. In terms of career outcomes, corporate research indicates that employers prefer to hire bilingual staff as they can adapt more easily to different environments and relate better with people from diverse backgrounds.
So… how do different schools approach teaching English?
Many schools that include English in their curriculum and aspire to become bilingual may find themselves at different stages in the process of strengthening their language programme. They may offer varying number of hours of English and measure results in different ways. They may have other respectable priorities in their programme, seeking to provide a solid general education to their students, which includes giving pupils some degree of language proficiency. This is the case of many schools and the main aim is often to continue working so that students achieve a solid level in the target language. In order to achieve a more effective language programme, schools would need to implement one of the programmes described below, the third one guaranteeing the truly bilingual outcome.
Teaching a foreign language as part of the curriculum
Many bilingual schools seek to provide their students with a certain number of hours of English or foreign language instruction, in order to ensure a solid level of language proficiency. In most cases schools in this group focus mainly on English as a Foreign Language (EFL) materials. In EFL, English instruction is for non–native speakers outside of English speaking countries. The materials used for teaching EFL generally develop grammar and vocabulary in addition to and through four key skill areas: listening, speaking, reading and writing. This EFL approach will probably include all or some or all of these features:
1. The school provides ten or more hours of English instruction per week, although the actual number of hours may vary considerably from one school to another.
2. English language programmes run through all levels of the school, starting in pre–school and continuing through the end of high school, with programmes linked from one level to another.
3. Classes are taught by qualified English teachers who have had a pre service teacher–training course such as CELTA or an in–service qualification such as ICELT or equivalent.
4. The school makes use of external certification such as PET or FCE from Cambridge English Language Assessment, which can set benchmarks for students in each level of the school linked to the levels set out in the Common European Framework (CFE).
5. The school has established a system for monitoring the quality of the English courses and teaching. For example, a system of class observations by experienced, trained teachers or administrators, with follow up based on the results of each observation.
6. The school provides ongoing teacher training and development, such as workshops, internal training or more formal external training through outside educational institutions.
English as a second language with a focus on language arts
Schools in this group teach English using a methodology designed for educational contexts with English as a Second Language (ESL) – English instruction for non–native speakers in English speaking countries. In particular, these schools often implement a literacy approach which emphasises literature and promotes language arts: reading and writing skills which can transfer across languages. This kind of programme also incorporates multidisciplinary materials combining English with other subject areas, often math, social sciences and science. In this type of bilingual school programme, students develop reading comprehension, vocabulary and critical thinking skills through exposure to a variety of text genres in the target language. Under the umbrella of language arts, essay writing also forms a part of this type of bilingual education. There may be related extra–curricular activities such as debate, public speaking and drama – all in English or whatever the target language happens to be. The aim is a hybrid: language instruction and content instruction.
These schools are likely to have some or all of these features
1. Programmes use textbooks or material developed for native speakers in a first language educational context.
2. Schools may be affiliated to foreign based organisations such as the Southern Schools Conference in the United States.
3. Language certification is linked to the first language educational context, e.g. TOEFL, Michigan Test.
4. Proficiency tests are linked to the same English speaking context e.g. SATs.
5. Some teaching staff are recruited from the English speaking context.
6. Other subjects are taught in the target language —especially literature— but also science and social sciences.
7. There are extra curricular activities in English: debate, theatre, public speaking, spelling bees, etc.
International curriculum
In its broadest sense, bilingual education goes beyond being proficient in two languages. It involves a full programme of English language instruction in every area of the school, complemented by the instruction of a number of other subjects in English, typically natural and social sciences and mathematics. This type of programme uses course materials designed for native speakers in their native countries, not materials designed for language instruction. In many cases, these schools are accredited by international organisations such as the International Baccalaureate (IB) using their Primary Years’ Programme (PYP) or Middle Years’ Programme (MYP), or the formally assessed university entrance Diploma. Some schools use the Cambridge International Examinations’ programmes and certifications such as IGCSEs or A levels. One challenge of teaching other subjects in English —Content and Language Integrated Learning (CLIL)— is that the school will need to ensure subject teachers pay attention to the English the students are using as well as the content, or inversely, be knowledgeable and qualified to teach other core subjects in addition to English. This type of programme may require extra coordination and training, as well as an agreement on feedback, marking and use of rubrics.
Bilingual education of this type often includes:
1. International programmes: IB, CIE combined with local compulsory programmes.
2. National programmes exported to other countries: French baccalaureate, American Common Core.
3. International evaluation: IGCSEs, IB Diploma, Cambridge English Language Assessment tests.
4. An external quality assessment and/or inspection.
5. Other subjects taught using English.
6. Use of foreign teachers in combination with local staff.
General considerations for bilingual education
Whatever type of bilingual education a school opts for, there are clear areas of priority that must be addressed by school leaders and decision–makers.
1. Programmes: What are the best programmes for helping to achieve the educational aims of the school? Can the school take advantage of programmes offered by international providers and materials produced by publishers? Do these suppliers offer any kind of support for implementing these programmes? How can programmes taught in English combine effectively with compulsory programmes taught in the native language? How can a bilingual school avoid overloading students if there are dual programmes in two languages?
2. Qualified, experienced teaching staff: Teachers are the key to success for any school. Compensation should also be linked to teachers’ experience and qualifications so that there is an incentive to improve. Qualifications should be recognised and benchmarked. Properly qualified English teachers with pedagogical training who have gone through the process of learning a foreign language are ideally placed to provide quality instruction in a bilingual school. In addition, success also depends on ongoing teacher training linked to an organised programme of teacher development. Formal training should be complemented with internal training and opportunities for peer observation on a regular basis. (imagen 07)
3. Communication with parents/parental involvement: Most parents are interested in the progress of their children at school and are willing to support the school and be involved in the learning process of their children. Parents need to know about the approach that a school employs. If the school transitions to a bilingual programme, parents need to be aware of what this involves and how they can help. They also need to be informed of the aims, values and evaluation system of the school. Parent associations are potential allies in transmitting information about the school to the whole community. Information about results should also be shared with parents.
4. Targets and measurement: Whichever type of bilingual programme a school chooses, it is necessary to set targets for achievement. These can be skills expressed in ‘can–do’ statements or external examinations which students sit at key stages of their education, for example, taking PET at the end of primary or FCE at the end of secondary. External examinations are ideal because they are objective measures of proficiency in the language or in other subject areas. The key is to ensure that students have a solid preparation and are ready to take and pass these examinations. In most cases it is the parents who will have to pay for these examinations.
5. Quality: Any school programme’s effectiveness depends on how it is taught, and the quality of teaching must be monitored. In most cases, teacher observation is the best way to check what is happening in the classroom, but these observations have to be systematic and undertaken by trained observers using established formats to ensure that observation is objective, fair and productive. Through teacher reflection and agreed–upon actions, each observation should lead to steps to improve the quality of teaching. With all staff participating in observations, school administrators will be able to construct a clear picture of teachers’ strengths and identify areas which can be improved.
6. Cost benefit analysis: There are definitely benefits from a high quality bilingual programme. This education provides students with another language which itself is a form of linking to a more globalized world. Mastery of another language opens up greater possibilities in terms of study in higher education and employment beyond that. Through bilingual education, schools have more opportunities to receive support by networking with foreign organisations. On the down side, bilingual education implies additional costs if it is to be done well. In some cases, it can be argued that the term ‘bilingual’ is very elastic and is not always synonymous with quality education. Running several programmes does increase the workload for schools and some people might see bilingual education as something reserved for elites with more money.
7. Bilingual programme selection: There is no single perfect model for bilingual education.
In some cases, schools will start by attaining a solid level of language proficiency at every level of the school and certifying this proficiency through external examinations. They may well embrace the need for teacher training and quality and involve parents in their model. A further stage could be moving towards a broader bilingual or international model where English stops being a foreign or second language and becomes more a first language. One model is not necessarily better than another. It depends on what the school wants to achieve and the benefits each bilingual model offers. Some schools may decide to stay with the model of language proficiency and, if they do this well, it is adding value to the education they offer. The main point is that, whatever bilingual model a school chooses to follow, it should be done well, with the necessary time and resources to create a solid programme taught by trained, experienced teachers using suitable programmes which produce good and measurable results. It goes without saying that education is a multi layered complex undertaking. Being bilingual is in itself not enough to guarantee a good education as there are many other factors which play a role: school premises, values, culture, leadership, programmes and teaching. In the end, education is about learning and children learn when they are motivated, interested —not stressed— and when the content they are being taught matches their needs and interests. Bilingual education can offer options which enrich programmes and switches the focus of learning to an international dimension. If all the other aspects in a school are solid, bilingual education can take schools to another level.
8. Transition from an EFL or ESL bilingual model to a more ambitious international curriculum: A fully bilingual international curriculum not only has a solid base of English language teaching, but also teaches a range of other subjects using English. This type of programme also requires proficient teachers and attention given to English as the language of instruction of other subjects (CLIL), ensuring the same rules apply when pupils study these subjects in English, when they write or speak or when they make mistakes. A bilingual school of this type will have the set up to promote immersion in the curriculum. In addition, pupils need time to adapt to a new system. Becoming bilingual is not an instantaneous process. A transition to an international curriculum should allow sufficient time for pupils to reach programme expectations through best practice language instruction. They need to make mistakes, practise strategies, learn and apply rules and develop the same confidence with English as they have with their mother tongue.
Once a school takes this international curriculum route, there are a number of consequences connected to academic programmes, staffing, evaluation and costs. International programmes such as those offered by IB and CIE are good options for providing a solid structure for content, but both involve additional costs. Combining international programmes with compulsory national programmes necessarily requires an extended school day and staff with different specializations. Recruiting foreign teachers with experience in international programmes is one way to solve the problem of staffing, but this often involves paying high salaries as well as expenses in the form of air fares and accommodation. As an additional cost, international programmes also include some form of external inspection to ensure the quality of the programmes and teaching.
Checklist for bilingual schools
FACTORS FOR SUCCESS |
Sí/No |
1. We have a medium to long term vision for the school in terms of the type of programmes, learning objectives and the sector of the market. |
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2. We have identified which type of bilingual programme to implement: EFL, ESL, or fully bilingual with English as a first language. |
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3. We have decided which subjects are best taught through in English. |
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4. We have identified the training needs for teachers so that the school can implement this type of programme. |
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5. Our native English speaking teachers have a good command of Spanish (or whatever the students’ first language is). |
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6. We have a plan for involving parents in the bilingual project we have chosen for the school. |
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7. We have identified the key actions needed to achieve the bilingual programme we have chosen. |
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8. We are fully aware of the challenges this type of project will involve. |
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9. We have a plan for a system of quality assurance to monitor the effectiveness of teaching. |
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10.We have identified options for evaluating language proficiency at different grade levels. |