La innovación educativa es un proceso de transformación de la actividad formativa. Actualmente, estos cambios se dan principalmente por medio de nuevas tecnologías en el aula, pero la innovación sostenible no se da con la tecnología, sino gracias a la creación de una cultura de innovación.
E l mundo laboral presenta hoy en día innumerables retos para los nuevos profesionales entre los que se encuentran: grandes y constantes cambios, habilidad para responder a múltiples responsabilidades al tiempo, hiperconexión tecnológica, exceso de información e inestabilidad laboral, debido a la creciente tendencia de contratación por prestación de servicios. Como resultado, las jornadas laborales son cada vez más extensas, los niveles de estrés y frustración profesional van en aumento y la línea divisoria entre la vida profesional y personal es cada vez más delgada. Todas estas dinámicas requieren del desarrollo de competencias tales como la creatividad, la solución de problemas, la fl exibilidad, la adaptación al cam bio, la resiliencia, entre otras. Es por esta razón que, en los últimos años, se ha hecho un llamado por la creación de procesos formativos basados en las competencias y por programas integrales que no sólo desarrollen conocimientos técnicos, sino también habilidades para la vida. Sin embargo, la gran mayoría de instituciones educativas no se encuentran preparadas para desarrollar dichas habilidades y, por tanto, los nuevos egresados no cuentan con sufi cientes herramientas para enUrentarse a las exigencias del mercado
En respuesta a estas nuevas necesidades, las instituciones educativas se ven en la obligación de transformar su currículo, actualizar sus metodologías pedagógicas y las formas de evaluación que les permitan a los estudiantes obtener resultados sobresalientes, a fi n de que puedan contribuir ple namente con la sociedad. Todos estos cambios se han enmarcado dentro del concepto de Innovación Educativa.
La innovación educativa es un proceso de transUormación y planifi cación, que requiere la im plementación de nuevas ideas. Innovar también implica cambiar la forma en que se concibe la educación, los métodos que se utilizan para impartir conocimiento, las herramientas que se usan para enriquecer la clase y las prácticas administrativas con las que se cuentan. Estamos en una era en la que la innovación ya no se encuentra ligada exclusivamente a la creación de nuevos productos y servicios, sino a la generación de valor. Particularmente, en el caso de la educación, esta creación de valor debe evidenciarse en la experiencia del estudiante, su capacidad para enfrentarse al mundo y la aplicabilidad que puede dársele a su conocimiento a lo largo del tiempo. Ya no se trata simplemente de información técnica que permita dar respuesta a evaluaciones preestablecidas, sino también de las habilidades que hacen del estudiante un mejor ciudadano y proUesional
Modelo integral de Innovación Educativa
Frente a este camino, se observa la proliferación de herramientas pedagógicas que se fundamentan en nuevas tecnologías tales como el uso del ipad en el aula, tableros interactivos, herramientas de aula invertida, programas híbridos entre educación virtual y presencial, cursos MOOC, y metodologías de educación experiencial, entre otros. Todas estas herramientas buscan mejorar la Uorma en que el estudiante se acerca a la información y se conecta con el mundo, al tiempo que se modifi ca la interac ción directa que se tiene con el docente.
Todas estas transformaciones han ayudado a renovar muchos aspectos de la educación. Sin embargo, se debe reconocer que su implementación no es fá- cil. Particularmente porque la innovación requiere de tiempo y de cambio; y el cambio es por naturaleza complejo 6s por esta razón que en el pro ceso de implantación de un modelo de innovación educativa pueden presentarse muchas resistencias y, de la forma en que estas se gestionen, dependerá el éxito de la misma. Entre los bloqueos más comunes se encuentran: los estilos de enseñanza individuales de los profesores, la percepción de que la preparación de clases se hará más compleja y tomará más tiempo, el pesimismo y la Ualta de confi anza en el proceso por parte del área adminis trativa, la presión por responder de forma exitosa a resultados de pruebas estatales y estandarizadas y, el más común, el desconocimiento de la forma de implementar un sistema de innovación
Si bien es cierto que un gran componente de la innovación educativa es la incorporación de nuevas tecnologías en el aula de clase, la innovación es cultura, no tecnología. Sin embargo, la mayoría de los esfuerzos de un sinnúmero de instituciones educativas al emprender este camino, se limita a la adquisición de instrumentos de alta tecnología para el aula. Esto en sí mismo no es malo, ya que la infraestructura es un componente importante en el proceso; el problema es que, como no se integran dentro de una estrategia clara, muchas veces resultan ser inversiones costosas que no generan los resultados esperados y que, en cambio, comienzan a generar cierto malestar frente al concepto de innovación. Por el contrario, para tener éxito en los esfuerzos de innovación, se hace necesaria la implementación de un modelo integral de formación que se enfoque en la gente, los procesos y los recursos; teniendo como actores fundamentales a los estudiantes, los docentes y los gestores académicos.
Estos factores son los que promueven una cultura de innovación sostenible que no solo se mantiene a lo largo del tiempo, sino que, además, permite vivir la innovación en el día a día.
El primer paso para el establecimiento de un modelo de innovación educativa es la estrategia; teniendo como punto de partida la definición de la palabra “innovación” dentro de la institución. Esto puede hacerse dando respuesta a las siguientes preguntas Bué significado tiene para nosotros la innovación? ¿Cuáles son los resultados que esperamos recibir? ¿Cómo pensamos medir dichos resultados? Responder estas preguntas podría parecer una tarea obvia. Sin embargo, muchas instituciones no se toman el tiempo de hacerlo y es ahí cuando se empiezan a desarrollar un sinnúmero de actividades desarticuladas que, en últimas, terminan siendo solo paños de agua tibia, pero que no brindan soluciones sostenibles a largo plazo. Así mismo, es vital que exista una alineación entre todos los stakeholders del proceso, de modo de que todas las actividades que se realicen contribuyan con el logro de los objetivos de innovación Además, es importante que se cree un equipo de líderes de innovación que tomen decisiones, promuevan un clima positivo y brinden una comunicación constante durante el proceso pues, en últimas, la mejor manera de garantizar el éxito de la implementación de la innovación, es que esta se respire en cada rincón y en cada actividad que se lleve a cabo.
Actores de la innovación
Todo proceso de innovación empieza con las personas, pues son ellas quienes, no solo llevarán a cabo todas las acciones que se hayan definido desde la estrategia, sino que pueden llegar a ser sus principales bloqueos cuando no se realiza una buena labor desde la gestión de cambio. Estos actores deben, no solo comprender el proceso, sino también desarrollar habilidades que les permitan impulsarlo. No es posible pedirle a un profesor que innove en su forma de enseñar, cuando su creatividad se encuentra bloqueada; por eso hay que prepararle para el cambio.
Por tal motivo, tanto la parte administrativa, como los docentes, deben ser formados para potenciar sus habilidades creativas, su capacidad para resolver problemas y su flexibilidad para dar una oportunidad a nuevas formas de hacer las cosas. Esta formación debe ir acompañada de retos de innovación, en los que se reúna a la comunidad educativa para identificar oportunidades que puedan generar valor y sus respectivas soluciones. Todas estas acciones deben ir acompañadas de una comunicación constante, que no solo promueva nuevas formas de hacer las cosas, sino que también motive a las personas a contribuir con nuevas ideas, a cometer errores y a poner en práctica nuevos conocimientos.
Procesos
Degún Dave >eir, si el proceso de aprendizaje Uuera un partido de tenis, la pelota debería estar 70% del tiempo en el estudiante y 30% en el docente. Esto exige un cambio de paradigma muy fuerte para el docente pues ya deja de ser un experto que deposita conocimiento en la mente de los estudiantes, para convertirse en un facilitador que compaña el proceso de aprendizaje con el fin de que el estudiante desarrolle nuevo conocimiento a partir de la experiencia directa y del involucramiento de la totalidad de su cuerpo. Este cambio de mentalidad requiere de preparación y formación de habilidades para incorporar estrategias activas en la clase. Estas estrategias son solo deben estar ligadas a la realización de juegos, sino también a actividades que promuevan un aprendizaje más holístico
Fna queja común entre los docentes que ponen a prueba estrategias activas en sus clases, es que muchas veces estos ejercicios son percibidos como una pérdida de tiempo o como falta de seriedad, especialmente cuando se trabaja a nivel de pregrado y postgrado. Sin embargo, con el tiempo he llegado a reconocer que las dificultades no se encuentran en las actividades como tal, sino en la forma en que estas se integran con el contenido de la clase 6l juego por el juego no cumple ningún propósito más allá de divertir. Es por eso que a la hora de realizar ejercicios activos o experienciales se deben atravesar las siguientes etapas:
1. Preparación: Se deben buscar formas de preparar al estudiante para aprender; para motivarlo a asistir a la clase y a participar activamente, más allá de cumplir con una obligación.
2. 6xperimentar la teoría jugando haga que sus estudiantes vivencien la teoría; de esta manera el aprendizaje será mucho más significativo y su nivel de recordación y aplicabilidad será cada vez más alto. Algo para tener en cuenta en este punto, es que así como todos tenemos diUerentes estilos de aprendizaje, también exis ten personalidades para el juego y, por tanto, las actividades que se realizan deben ser diversas 6xisten personas que disUrutan de los jue gos de rol, otros de los juegos de competencia, otros quieren escuchar historias y otros quieren usar su imaginación y resolver problemas. Las posibilidades son infi nitas, lo importante es combinar diferentes tipos de experiencia para motivar a distintas personalidades
3. Refl exión Buizá sea esta la parte más impor tante del proceso de aprendizaje, pues es el mo mento en que se entiende el propósito del juego y se conecta este con la teoría y con la experiencia particular del estudiante. Es este momento cuando el rol del docente como facilitador cobra sentido, pues por medio de preguntas se debe lograr que el estudiante saque las conclusiones correctas de la actividad. Una forma de hacerlo, es formulando las preguntas del ciclo de aprendizaje experiencial de David Kolb. 6n este modelo se establece que después de cada actividad experiencial se debe refl exionar sobre lo que sucedió y el proceso que se siguió, luego, se debe hablar sobre la importancia que lo sucedido tiene dentro del contexto de la clase y, fi nalmente, sobre los usos o aplicaciones que pueden hacerse de dicho conocimiento en diferentes contextos.
4. Aplicación: El conocimiento surge de la creación y la repetición; por tanto, entre más rápido se ponga en práctica lo aprendido, mayores serán las probabilidades de que lo aprendido permanezca en el tiemp0
Así mismo, desde la parte administrativa, se debe establecer un proceso para recoger y gestionar nuevas ideas. Cuando estos procesos se convierten en ciclos constantes, se fomenta una cultura orientada hacia la mejora continua y la solución de problemas
Recursos
Por recursos, se entiende todo aquello, diferente de las personas, que se requiere para innovar. Esto contempla recursos fi nancieros, espacios Uísicos, tecnología y tiempos.
En esto es lo que quizá más se han realizado desarrollos en el campo de la innovación educativa, gracias a las herramientas tecnológicas para el apoyo del aula. Estas herramientas son muy positivas para la búsqueda de información, construcción colaborativa, como medio didáctico y como medio de expresión y comunicación. Su éxito, especialmente con las nuevas generaciones, se da por la cercanía en el lenguaje =os estudiantes de las escuelas de hoy son nativos digitales que buscan y aprecian la comunicación que se da en la virtualidad. Esta forma de comunicación disminuye la brecha generacional entre el docente y el estudiante y vincula de una mejor manera el contenido con su realidad, al tiempo que Uacilitan el trabajo del docente
Todos estos instrumentos son importantes y son excelentes para oxigenar el proceso educativo, siempre y cuando se integren dentro de una estrategia en la que se promulgue la formación integral y se vincule a los diferentes actores del proceso educativo. Porque la tecnología puede descrestarnos y motivarnos, pero si su uso no va de la mano con prácticas que preparen al estudiante para el mundo de hoy, no dejarán de ser más que un ac cesorio del que se siente orgullo los primeros días pero que, con el tiempo, se deja de lado y se con vierte simplemente en un objeto de decoración que comienza a hacer ruido en la clase. Recuerde: La innovación se da en la gente, no en las cosas.