Kevin Andrés Rodríguez Fonseca tenía 8 años cuando su mamá lo llevó a un colegio nuevo. Esa mañana del 6 de marzo de 2001 no se detuvieron frente a la pequeña escuela que quedaba a tan solo 3 casas de la suya y donde Kevin había terminado 1.o de primaria unos pocos meses atrás. Se dirigían a la Institución Educativa Distrital Santiago de las Atalayas, uno de los primeros colegios de Alianza Educativa, que abría sus puertas a más de 1.300 niños y niñas en la localidad de Bosa en Bogotá.
Mientras organizaban a los estudiantes en filas por cursos, Kevin no recordaba haber estado nunca en un colegio tan grande. Todo le parecía completamente desconocido, pero a la vez, le despertaba una sensación de aventura. De allí cada profesora condujo a su curso a su respectivo salón. El suyo fue 2.° A.
Actualmente, Kevin es abogado de la Universidad Nacional y trabaja en la Dirección de Personas Jurídicas de la Secretaría Jurídica Distrital. Allí asesora a las personas en el proceso de creación de entidades sin ánimo de lucro. “Acá nosotros los apoyamos para que prosperen sus ideas, para que logren concretarlas y ejecutarlas. Yo creo que esa es mi forma de ayudar a transformar el mundo. Es muy gratificante poder trabajar por mi ciudad, Bogotá, desde este rol que busca incentivar la ampliación del sector solidario cada vez más”, cuenta Kevin.
¿Cómo debe ser entonces una educación para niños, niñas y jóvenes que transformarán el mundo? De acuerdo con Olga Lucía Vargas Riaño, directora académica de Alianza Educativa, una persona que pueda transformar el mundo tiene que ser capaz de entenderlo. Entender el mundo significa poder leerlo, pero leerlo más allá de los textos escritos: leer los contextos, las situaciones, sus causas, efectos y actores; y eso se logra solamente cuando el niño vive experiencias en las cuales él es un actor principal. Esas experiencias deben permitirle comprender una situación de aprendizaje y buscar caminos para mejorarla.
Por ejemplo, una de las competencias más importantes en matemáticas es la resolución de problemas, pero esta competencia trasciende el campo matemático, resolver un problema implica comprender qué variables están involucradas y saber qué se requiere para mejorar esa situación. Para conseguir esto es indispensable que los estudiantes tengan voz, que se sientan en un lugar seguro donde puedan proponer, equivocarse y aprender de sus errores, y donde puedan escuchar también a sus compañeros, no solo a su profesor. Una persona que quiere transformar el mundo debe ser capaz de entender la postura del otro, de escuchar antes de responder, de entender el impacto que tienen sus acciones en los demás.
El papel de Alianza Educativa en este proceso de formación es vital y por eso es importante resaltar tres aspectos: en primer lugar, creemos que todos podemos aprender. Esto tiene que ver con el principio de las altas expectativas que inspira nuestras conversaciones con los docentes, los estudiantes y sus familias. Esperar lo mejor de nuestros estudiantes y manifestarlo de manera explícita los ayuda a generar convicción en sus propias potencialidades.
El segundo elemento es formar para la vida. Nuestro modelo pedagógico, que se fundamenta en la Enseñanza para la Comprensión, reconoce los conocimientos previos del estudiante y se conecta con ellos, convirtiéndolos en la materia prima para el aprendizaje. Aprendemos a usar nuestros aprendizajes en diferentes contextos, eso es la comprensión. Estos aprendizajes no son solo académicos, también fortalecemos habilidades como trabajo en equipo a partir de herramientas como el aprendizaje cooperativo.
Por último, en Alianza Educativa se matriculan familias. Creemos que la educación de los niños, niñas y jóvenes es un trabajo en equipo, por eso vinculamos a las familias en las escuelas de padres, que han alcanzado una tasa promedio de asistencia del 90%. Adicionalmente, las familias pueden participar en diferentes espacios pedagógicos. En preescolar, por ejemplo, hay padres que participan en el aula animando la lectura a través de la dramatización de cuentos. También realizamos jornadas culturales en las que padres de familia pueden participar junto con sus hijos.
Estos tres aspectos son importantes para Alianza Educativa porque le apuntan a nuestra megameta: que TODOS los estudiantes aprendan. Más allá del derecho a la educación, hablamos del derecho al aprendizaje porque es un propósito básico de la educación que responde a un principio de equidad. Es muy sencillo fijar la mirada en los estudiantes exitosos, esos que hacen parte del 70% de jóvenes de Alianza Educativa que ingresan a educación superior, pero ¿qué pasa con el otro 30%? En este mismo sentido, buscamos aumentar el porcentaje de estudiantes en niveles de desempeño satisfactorio y avanzado en pruebas Saber, y para ello estamos haciendo una apuesta por los estudiantes que están en el otro extremo de la escala. Son ellos quienes, en términos de equidad, requieren más apoyo para lograr un aprendizaje efectivo.
Reconocemos que todos los estudiantes aprenden de manera distinta y a diferentes ritmos, pero creemos que todos tienen potencial para aprender. Por eso analizamos en qué nivel se encuentran, evaluamos sus aprendizajes básicos, identificamos las brechas e implementamos estrategias focalizadas para ayudarlos a superarlas. Esta no es una tarea fácil, así que nos apoyamos en quienes han realizado investigaciones y han implementado estrategias exitosas. Por ejemplo, estamos trabajando con el Banco Interamericano de Desarrollo –BID y la Fundación Luker en la identificación de brechas en el aprendizaje de la lectura y la escritura a partir del análisis de los resultados de la Prueba para la Evaluación Inicial de la Lectura (Early Grade Reading Assessment –EGRA) y replicar estrategias de remediación implementadas en otros colegios del país.
Ahora bien, esta meta de lograr que todos los estudiantes aprendan es fundamental para los niños, niñas y jóvenes que transformarán el mundo porque implica nivelar las condiciones para que todos puedan aprender con la menor cantidad posible de barreras. Solo así podrán acceder a oportunidades, tanto académicas como en el mundo laboral, desde donde pueden transformar sus realidades. Para transformar el mundo el estudiante necesita empezar por romper el ciclo de pobreza, y el ciclo de pobreza se rompe con la educación. Un estudiante que cambia su visión del mundo se convierte en un agente de cambio en su entorno cercano, se convierte en un ejemplo para sus vecinos, sus hermanos menores y sus compañeros.
Para Kevin, que es precisamente uno de esos casos, “las personas que trasforman el mundo son aquellas que transforman sus realidades, que inciden en sus familias, que al graduarse del colegio han buscado seguir formándose para, como se dice popularmente, salir adelante. Creo que la transformación del mundo se logra a través de pequeños cambios. Desde que tú puedas cambiar tu realidad y la de tu familia, ya estás generando un impacto”.
¿Cómo conseguimos que más personas lleguen a contar historias de éxito como la de Kevin? ¿Dónde están esos jóvenes que transformarán el mundo? Alrededor del 80% de los niños y jóvenes del país estudian en colegios oficiales. Por eso en Alianza Educativa le apostamos a la educación pública de calidad. Así fue como en 1999 se unieron 4 instituciones privadas líderes en el sector educativo y crearon la Alianza Educativa para hacer parte del nuevo modelo de administración del servicio educativo (antes conocido como concesión) creado por la Secretaría de Educación de Bogotá. Las instituciones que actualmente conforman la Alianza –nuestros gestores– son la Universidad de los Andes, el Colegio Los Nogales, el Gimnasio La Montaña y el Colegio San Carlos.
Este esquema fue una oportunidad que le permitió a organizaciones reconocidas por su alto desempeño operar colegios públicos en administración, incluyendo los ámbitos académico, directivo, comunitario y, administrativo y financiero; garantizando altos niveles de calidad y eficiencia, y manteniendo, por supuesto, la gratuidad educativa.
Actualmente, Alianza Educativa atiende a 8.082 estudiantes en 7 colegios, 2 de los cuales abrieron sus puertas este año, y estamos listos para la apertura de 4 colegios más que nos fueron adjudicados por la Secretaría de Educación a finales de 2018. Esto quiere decir que en el año 2020 llegaremos a más de 11.700 estudiantes, una cifra similar a la totalidad de estudiantes atendidos por las secretarías de educación de pequeñas entidades territoriales del país, tales como San Andrés o Guainía.
Para hacer realidad nuestra oferta de valor, junto con nuestros gestores decidimos apostarle desde el inicio a:
• Formación docente
• Formación integral
• Currículo de calidad
Formación docente
En Alianza Educativa creemos que la clave para lograr el aprendizaje efectivo de todos los estudiantes son los maestros. Por eso, con el objetivo de promover una educación de calidad a través del fortalecimiento de la práctica docente, hemos venido consolidado desde 2003 los lineamientos conceptuales y metodológicos que orientan la formación de nuestros profesores. Ofrecemos 130 horas de formación y acompañamiento a lo largo del año a más de 400 docentes, directivos docentes, psicopedagogas, auxiliares y equipos de bienestar (trabajadoras sociales, psicólogos, auxiliares de enfermería) con el apoyo de nuestros aliados expertos en diferentes temas, y de los mismos docentes y directivos docentes de nuestros colegios.
Estas sesiones de formación se llevan a cabo en el marco de las semanas de desarrollo institucional y son evaluadas por los docentes a través de encuestas de satisfacción para determinar su efectividad. Según los resultados de la última encuesta, más del 88% consideró que los talleres ofrecidos por Alianza Educativa llenaron sus expectativas por su claridad, utilidad y pertinencia.
Una de las premisas de nuestra oferta de formación docente es la comprensión de la fundamentación teórica de cada tema, con el propósito de poder aplicar los conocimientos adquiridos en situaciones novedosas. Esto con el fin último de formar ciudadanos capaces de desarrollar sus propios proyectos de vida en beneficio de la sociedad: un primer paso para transformar el mundo.
Además de fortalecer la práctica de nuestros docentes, durante el 2015 y 2017 la Alianza Educativa trabajó con el Ministerio de Educación Nacional en la estrategia Colegios Pioneros Todos a Aprender (PTA), que nos permitió transferir nuestra experiencia y buenas prácticas a 645 colegios oficiales en 22 entidades territoriales certificadas del país mediante un modelo de formación en cascada, llegando a 6.000 docentes y, a través de ellos, a 370.000 estudiantes.
Formación integral
En Alianza Educativa entendemos la formación integral como el proceso educativo en el cual se incluyen holísticamente los diversos aspectos del aprendizaje de nuestros estudiantes, pero también a los distintos actores que tienen que ver con este proceso: maestros, familias, equipos de bienestar y demás miembros de la comunidad. Además, buscamos que nuestro modelo educativo se adapte a los contextos específicos de los estudiantes y desarrolle las competencias necesarias para futuros aprendizajes, bien sea en la escuela o fuera de ella.
Para lograrlo, nuestro modelo de formación integral se centra en el estudiante, balanceando el enfoque académico, comunitario y socioemocional. Junto con la implementación de un currículo riguroso y exigente, también le apuntamos a construir con la comunidad, involucrar a los padres de familia y trabajar con los estudiantes en el desarrollo de habilidades socioemocionales y demás factores no cognitivos que son determinantes para el aprendizaje.
Currículo de calidad
Contamos con un currículo riguroso y dinámico que se construye a partir de información cuantitativa y cualitativa, que se evalúa y ajusta de acuerdo con el contexto, las pruebas de estado, los estándares nacionales, las habilidades socioemocionales y las competencias del siglo XXI. Nos enfocamos en la comprensión para garantizar el aprendizaje significativo, por lo que le apostamos a la evaluación diagnóstica continua como una herramienta que evidencia el proceso de comprensión.
Nuestro currículo plantea conexiones entre todas las áreas, teniendo como eje transversal el área de lenguaje y la resolución de problemas. Adicionalmente, seleccionamos textos, materiales educativos y recursos tecnológicos de alta calidad y pertinentes para cada área.
Nuestro sistema de gestión curricular parte de la reflexión sobre las siguientes preguntas:
Ahora bien, ¿cómo sabemos si todas estas estrategias que conforman el modelo Alianza Educativa efectivamente están logrando el efecto esperado en nuestros estudiantes?, ¿cómo sabemos si los estudiantes están adquiriendo las herramientas que necesitan para enfrentar el mundo y transformarlo? Revisemos algunos de nuestros principales resultados.
Ranking de la Secretaría de Educación de Bogotá
Por cuarto año consecutivo, la Alianza Educativa logró resultados destacados en el ranking de la Secretaría de Educación de Bogotá que evalúa a más de 340 colegios oficiales y que se construye a partir de los siguientes indicadores:
• Pruebas Saber 3.o, 5.o, 9.o y 11.o
• Permanencia escolar
• Aprobación escolar
• Clima escolar
• Convivencia
Hoy, 3 de nuestros colegios están en los primeros 4 puestos del ranking, mostrando excelentes resultados en todos estos ámbitos. Nuestro reto es llevar a los nuevos colegios a este mismo nivel.
Clasificación de planteles Saber 11.o – ICFES
Desde el año 2016 hemos logramos mantener a nuestros 5 colegios iniciales en la categoría A del ICFES y consolidar su avance hacia el A+
Deserción escolar
Estamos logrando que nuestros estudiantes permanezcan en el sistema educativo, lo cual se refleja en una tasa de deserción consistente y significativamente inferior al promedio de Bogotá y del país.
Embarazo adolescente
Trabajamos por disminuir el número de casos de embarazo adolescente. En 2018 tuvimos 6 casos entre los estudiantes de 6.o a 11.o, contando tanto a niñas como niños. Nuestra meta es llegar y mantenernos en cero.
A modo comparativo, cifras de la Secretaría de Salud indican que en 2017 se presentaron en Bogotá:
• 304 (0,1%) casos
de embarazo en niñas entre los 10-14 años.
• 11.980 (3,8%) embarazos en niñas entre los
15-19 años.
Fuentes:
• Datos Alianza Educativa (2015-2018).
• DANE – Proyecciones de población por sexo y
grupos de edad (2005-2020). En:
https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/proyecciones-de-poblacion
• SDP 2000-2015 de junio de 2008. 2016-2017: Aplicativo RUAF-ND Sistema
de estadísticas vitales SDS. Datos preliminares.
Ingreso a educación superior
En la Alianza trabajamos para que nuestros estudiantes finalicen con éxito la etapa escolar y continúen su proceso de formación en educación superior. La siguiente tabla muestra la tasa de ingreso inmediato a instituciones de educación superior de nuestros graduandos en los últimos 5 años. Esta tasa indica la proporción de bachilleres que ingresan a programas de educación superior (nivel universitario, tecnólogo o técnico profesional) en el año siguiente a la culminación del grado 11.
La tasa de ingreso de la promoción 2018 llegó al 70%, siendo la cifra más alta en la historia de Alianza Educativa. A modo de referencia, según cifras del Ministerio de Educación, la tasa de tránsito inmediato a nivel nacional en 2016 fue del 38%, y del 48,3% en Bogotá en 2017.
Más allá de las cifras, lo que habla de los resultados de Alianza Educativa son las historias de vida de nuestros egresados, quienes han logrado transformar su realidad y la de sus familias. Angie Corredor, egresada del Colegio Jaime Garzón en 2009 y candidata a magíster en psicología de la Universidad Nacional de Colombia, explica que la formación que ofrece Alianza se centra en la persona: “Uno siente que lo están reconociendo a uno como una persona importante y particular, y uno se da cuenta de cómo ese reconocimiento y esas herramientas que nos ofrecen nos afectan positivamente y nos transforman. Haber vivido esa experiencia de haber sido transformado, de haberse sentido importante realmente en un lugar, le muestra a uno que eso es algo que uno puede hacer por otros. Por eso las personas que estudian en la Alianza saben que pueden transformar personas, contextos, mundos, trayectorias, proyectos; porque vieron eso en sí mismos”.
Estamos orgullosos de poder demostrar con nuestros resultados que estamos haciendo bien la tarea. Sin embargo, esto no quiere decir que tengamos todo resuelto, las altas expectativas y el sentido de urgencia hacen que día a día reflexionemos sobre los inmensos retos que debemos enfrentar para lograr que TODOS los estudiantes aprendan. Nuestro reto es seguir trabajando de la mano con la Secretaría de Educación, nuestros aliados y los demás colegios oficiales de Bogotá. La responsabilidad no es solo con nuestros estudiantes sino con todos los niños, niñas y jóvenes, ya que al fin y al cabo, todos y cada uno de ellos son potenciales agentes de transformación de su entorno y del mundo. RM