El objetivo primero del marketing en un centro educativo ¡claro que es la captación de alumnos! Sin niños no hay colegio.
Pero igual de importante que captar es atraer y fidelizar. Pocos vas a atraer aunque seas muy bueno si solo lo sabes tú. Reflexioné. Así que lo primero es dar a conocer quiénes somos, lo que hacemos, y para qué lo hacemos. Que se sepa fuera del colegio. Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que ni siquiera el profesorado de una etapa del centro no conocía lo que se hacía en otras etapas del colegio.
Comprendí entonces que hasta el último eslabón del colegio, aunque no fuera docente, debe saber lo que aquí se hace. Quien sino el personal del centro será el mejor prescriptor del colegio.
Mi siguiente sorpresa fue cuando descubrí que los padres de alumnos no conocían del colegio más de lo que se hacía en la etapa en la que se encontraban sus hijos. Así que un segundo paso fue dar a conocer todas nuestras actividades a todos nuestros clientes padres y madres. De este modo conocían cuál es el “viaje del alumno” en el colegio a lo largo de toda su vida académica. Solo si lo conocen con detalle podrían presumir de colegio y recomendarnos.
Más tarde comprendí que el mejor mensajero, y también nuestro cliente, es nuestro alumno. Si vienen al colegio contentos, si hablan en casa de lo que aquí han hecho, si están orgullosos de su colegio y lo cuentan, está haciendo la mayor campaña publicitaria que podemos soñar. Y por supuesto teníamos que darnos a conocer fuera y le hice esta encomienda al departamento de marketing, pero esa otra historia…
No es cierto que el marketing acaba cuando el cliente entra en el colegio. También tiene que haber mucho marketing en la entrevista inicial, en la visita al centro. En esa sonrisa, en esa respuesta, en ese primer contacto que puede ser para 16 años.
Lo que fue determinante a través de estos descubrimientos fue cambiar el concepto que teníamos sobre el marketing. No podía ser un área o departamento aislado, sino que debía incorporarse al mismísimo Proyecto Educativo del Centro e impregnar a toda la comunidad educativa.
Bien mirado, “todo es marketing”:
- La amabilidad de los secretarios
- Los buenos resultados académicos
- La limpieza de las instalaciones
- Compartir los méritos y reconocimientos públicos
- Un personal de mantenimiento bien vestido
- Los sistemas de seguridad para los alumnos
- Las colaboraciones con diversas ONG y el municipio
- La decoración del colegio
- Los cambios en los espacios educativos
- Las visitas de otros centros
- Un profesorado contento y profesional
- Alumnos que vienen contentos al colegio
- Un menú atractivo y que guste a los niños
- Que todos se sientan valorados y respetados
- Que la iluminación sea buena
- Se huela a innovación y creatividad
- Que te sonrían y te saluden
- Que te sientas importante y atendido
- Unas buenas prácticas y actividades
- Un buen trabajo y videos en YouTube
- Etc., etc.
“Todo es marketing: las cosas también hablan”
Aquí ya sí, cuando el marketing esté en el ADN del colegio, puedes empezar a hablar de Marketing Emocional, animador, motor del cambio, generador de ideas, promotor de la creatividad, apoyo de la innovación, aire fresco, provocador, seductor, exigente, amigo.
“Sin emoción no hay buen marketing”
No toda innovación ha de ser buena, ni todo marketing positivo. Hay que conocer bien el producto que se quiere “vender” y hay que tener mucho cuidado con la “venta de humo”. Se puede exagerar un poquito, pero no se puede engañar.
La fidelización del alumno es un proceso como el del éxito: es difícil llegar a arriba, pero más difícil es mantenerse. Es una proeza conseguir un alumno pero más difícil es mantenerlo y fidelizarlo.