“Numerosos expertos en materia de educación predicen que en las escuelas del futuro no habrá clases magistrales. Los profesores se ocuparán de guiar a los alumnos a través de su propio proceso de aprendizaje”.
Aparecerán metodologías innovadoras como el conocido flipped classroom. ¿En qué consiste? Son los propios alumnos quienes explican las clases y hacen una exposición en el aula. En este caso, el profesor se limita a hacer una labor de orientación y acompañamiento.
El currículo estará personalizado a la medida de las necesidades de cada estudiante y se valorarán las habilidades personales y prácticas más que los contenidos académicos.
Nuestra sociedad nunca deja de cambiar, y nunca dejamos de aprender. Como resultado, nuestros sistemas educativos están bajo una presión constante para incorporar nuevas ideas y tecnologías, lo que en última instancia nos permite desarrollar medios innovadores para inspirar a la próxima generación.
Nuestro sistema educativo es responsable de preparar a la gente joven para construir vidas exitosas. Los jóvenes deben estar preparados para afrontar todos los desafíos y aprovechar las oportunidades que les espera en el camino, y no se me ocurre una mejor manera que por medio de la enseñanza del emprendimiento. El espíritu emprendedor es una materia clave que debería integrarse en el curriculum estudiantil.
Fomentar el emprendimiento en niños, jóvenes y adultos es importante para promover su autonomía y capacidad de superación ante la vida. Los beneficios de esta práctica son múltiples: por un lado, se desarrollan la creatividad, la asertividad, la confianza y el pensamiento positivo. Por otro lado, también mejora notablemente la capacidad para resolver conflictos y tomar decisiones.
¿Qué significa ser emprendedor?
- Alguien que está enamorado de lo que hace y es capaz de enfrentar obstáculos y riesgos para lograr lo que quiere.
- Una persona que tiene optimismo, que adopta una actitud positiva frente a la vida y que prefiere hacer y crear en lugar de quejarse o desanimarse.
- Alguien que cree en sus ideas y que es capaz de llevarlas a cabo, de encontrar la manera de materializar sus sueños.
- Alguien que aprende de sus errores, que no se inmoviliza o abandona cuando se equivoca o fracasa, que intenta salir adelante pese a las dificultades que encuentra.
- Tiene miedo, pero el miedo no lo paraliza. El miedo le sirve como consejero, se hace amigo del miedo, y sigue adelante aun con miedo.
- Desarrolla la capacidad de tolerar la incertidumbre. No espera certezas o seguridades para hacer algo.
- Es una persona que cuenta con una dosis alta de autonomía e independencia.
El emprendedor, ¿nace o se hace?
A esta pregunta, hace tan solo 10 años yo hubiera contestado claramente que se nace. ¿Y por qué? Pues porque yo misma pensé durante casi toda mi vida que carecía del gen emprendedor y que solamente podía trabajar por cuenta ajena. En mis sueños no se encontraba la posibilidad de emprender, pero hoy, mi opinión ha cambiado.
Desde mi punto de vista actual es un poco de lo primero y mucho de lo segundo. Una persona puede nacer con cualidades que le faciliten y le ayuden a la realización y creación de diferentes emprendimientos; sin embargo, muchos de los más exitosos emprendedores son los que han aprendido a emprender. Creo que se puede ejercitar la actitud emprendedora como se ejercita un músculo, y que todo esto se va aprendiendo en el camino.
¿Cómo estimular el espíritu emprendedor en los niños?
1 / Enseñar valores desde la infancia
Muchos expertos recomiendan los cinco años como la edad óptima para que los niños empiecen a emprender, pero yo opino que se puede empezar antes, ya que tengo experiencia con mis propios hijos. En la guardería donde llevaba a mis hijos desde los 18 meses, todos los viernes hacían un ejercicio que se llamaba “Show and Tell”. Los niños tenían que llevar su juguete o comida favorita y explicar a la clase por qué les gustaba. Además de hablar en público, ya desarrollaban talento para las ventas. Además, los padres debíamos turnarnos para ir a la escuela infantil a explicarles a los bebés en qué consiste nuestro trabajo.
Es importante crear un entorno de aprendizaje innovador y creativo mediante juegos, actividades, grupos, organizaciones, etc. Por eso, es muy positivo dedicar tiempo y espacio a la expresión libre, ya que les ayudará a nuestros niños a reflexionar, crear ideas y conocer sus motivaciones.
2 / La autoestima, los sueños y los fracasos
Reforzar la autoestima es algo primordial. Enseñar al niño a pensar que puede conseguir cualquier cosa que se proponga con esfuerzo es igual de importante que saber que el error y los fracasos no son una derrota. Hay que enseñarles a tener una actitud positiva y crear un ambiente en el que equivocarse esté permitido, y además debemos enseñarles a ser receptivos ante las críticas constructivas. Cuando yo iba al colegio, leían los resultados de las calificaciones en público y esto invitaba a la burla, el escarnio público, y a aumentar la baja autoestima de los niños. Yo misma fui víctima de situaciones así.
3 / Decisiones y consecuencias
Dejar decidir al niño sobre las cosas que le importen o le afecten y permitirle afrontar las consecuencias es un paso para su autonomía. Para fomentar el espíritu emprendedor, es importante que, poco a poco, puedan decidir por sí mismos y afrontar las consecuencias de sus decisiones.
4 / La colaboración
Enseñar a los niños a comunicarse con sus compañeros reforzará muchos aspectos positivos en ellos (el respeto, la confianza, la seguridad, etc.) que, más adelante, podrán aplicar en sus proyectos. Cada vez se plantean más ejercicios, actividades y trabajos en equipo. Sin duda, dos mentes funcionan mejor que una.
5 / Refuerzo y apoyo
Ayudar a los niños a descubrirse es un paso para que sepan qué es lo que pueden hacer mejor, qué es lo que les gusta más, y cuál es su fuerte. Si al niño le gusta dibujar, es mejor reforzar y apoyar esa actividad en vez de intentar inculcarle algo que le cree sentimientos negativos. Hay que evitar echarles por tierra sus sueños y sus intereses.
En resumen, se trata de reforzar la capacidad de crear, la inteligencia emocional, la autoconfianza, y alcanzar metas es el primer paso para fomentar el espíritu emprendedor en los alumnos. El segundo es enseñarles a practicar el autocontrol, el esfuerzo y el optimismo, para que puedan llegar a ser unas personas autosuficientes y capaces de afrontar las dificultades, mientras que mantenienen una mente abierta y creativa.
Como enseñar emprendimiento en los colegios
El sistema educativo reclama un giro rotundo de sus métodos y herramientas, pues los alumnos habitan un mundo más dinámico, ágil y con múltiples posibilidades de proyección, y eso supone introducir el emprendimiento en la enseñanza primaria.
Nadie cuenta con una receta definitiva ni con una fórmula probada de cómo enseñar emprendimiento en los colegios. No obstante sí puedo señalar algunas ideas:
“Hay que enseñarles a tener una actitud positiva y crear un ambiente en el que equivocarse esté permitido”.
- El emprendimiento como una asignatura transversal: Emprender no puede ser una asignatura en sí misma, sino que todas las asignaturas que aprenden los niños se deben involucrar en la enseñanza de habilidades emprendedoras. Por ejemplo, en la clase de matemáticas pueden adquirir conocimientos básicos de comercio o economía, y en la clase de lengua se puede aprender a elaborar un eslogan para una marca. Es decir, se trata de una enseñanza integrada que abarca diversas facetas del emprendimiento y que va a permitir a los niños crear un proyecto emprendedor desde el principio.
- Trabajar por proyectos: Los niños deben percibir el aula como si fuera la vida real; por lo tanto, es importante a la hora de formar a futuros emprendedores trabajar por proyectos, de forma que cada niño aporte ideas y aprenda a trabajar en equipo con otros niños en base a un objetivo común.
- Aprender a analizar y a corregir: La capacidad de análisis es fundamental para un emprendedor. Si a un niño le hacemos preguntas fomentaremos su reflexión y su capacidad de investigar y analizar su entorno y los problemas que se plantean.Analizar también implica aprender y corregir los errores.
Es decir, los niños aprenderán trabajando en proyectos. Cometerán errores y aprenderán a corregirlos, y eso les ayudará en el futuro a superarse y a tener una buena motivación. De esta manera se fomenta una cultura emprendedora. Es esencial que la cultura emprendedora esté presente en los colegios porque realmente el emprendimiento se manifiesta de forma continua en nuestra vida. En algún momento, necesitaremos tener una idea creativa o innovadora para afrontar un proyecto. A veces fracasaremos y aprenderemos, y en otras veces deberemos fomentar nuestros talentos para triunfar.
Mientras el sistema educativo se adapta a los cambios vertiginosos que vienen hay algunas estrategias que los educadores pueden ir estableciendo desde ya para preparar a sus alumnos para el éxito.
- Crear una cultura de fomento de la innovación en el aula. Las palabras son muy ponderosas. Al introducir términos claves en el vocabulario de los estudiantes y exponerlos a palabras como creatividad, innovación, colaboración y emprendimiento, se empiezan a sentar las bases en su subconsciente y los niños comienzan a desarrollar estas capacidades incluso antes de saber cómo escribir estas palabras. Crear pósteres, organizar eventos en los cuales se hable de innovación, invitar a conferenciantes a hablar del tema, o mostrar videos, puede ser un comienzo.Premiar a los estudiantes que demuestren estas habilidades hará que muchos que no destacan en las materias tradicionales tengan opción de ser reconocidos, sin que esto tenga que ver solamente con las calificaciones. Invitar a los alumnos a que participen expresando sus ideas y opiniones ante sus compañeros y profesores acerca de temas que atañen a lo que sucede en las aulas o en el colegio.
- Involucrar a los padres y a la comunidad en el apoyo de la innovación para los estudiantes. Solicitar a los padres emprendedores que compartan sus experiencias en visitas al colegio o intercambiando materiales como artículos, blogs, videos, etc. Educar a los padres acerca de creatividad, innovación y emprendimiento, iniciar actividades en la que los padres también participen, crear foros, eventos en los cuales pueda haber una interacción entre los padres, los estudiantes y los profesores para hacer la diferencia. Compartir todas las propuestas de innovación de los estudiantes y darles voz a través de las redes o de la prensa tradicional local.
- La práctica de la comunicación, colaboración y reflexión. Los alumnos no pueden aprender a innovar sin practicar. Hay que enseñarles métodos de comunicación personal y de escucha atenta, a elaborar esloganes, a parafrasear. Debemos ayudarles a identificar sus talentos y a desarrollar aquellas capacidades que precisen mejora. Los alumnos deben aprender a trabajar con espíritu colaborativo para crear relaciones basadas en la confianza. Que entiendan que la colaboración nos ayuda a ir más lejos que si vamos solos. Guiarles a hacer reflexiones internas y de grupo. Al formarles en los valores del liderazgo, activaremos los mecanismos para que cumplan sus objetivos de vida y no solo buscarán su riqueza personal, sino que además tendrán la vocación de contribuir a la construcción de un mundo más pacífico y sostenible. Está claro que las claves del futuro son la innovación y el emprendimiento y depende de los padres y los educadores el asegurarnos de que las nuevas generaciones usen estas herramientas.
Los educadores y los padres tenemos que dar un paso adelante, ser ejemplo de esta mentalidad de emprendimiento para poder inspirar a nuestros chicos, porque en un futuro en el que la automatización y la globalización serán lo normal, la única manera de lograr que los jóvenes puedan asegurar un puesto de trabajo es preparándolos para que sean capaces de crearlo.
En último término, la importancia del emprendimiento en la educación infantil radica en su capacidad para transmitir valores que nos ayudarán a construir una sociedad más justa, igualitaria, dinámica y diversa. RM