Aplicaciones para el aulaEdición 25

Flip teaching: Cómo conseguir activar el alumnado


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El hábito activo, el gran ausente

Los modelos educativos se suelen centrar en los contenidos, competencias, habilidades y destrezas que debe adquirir el alumnado, así como la gestión administrativa académica. Los indicadores de fracaso y éxito del modelo educativo se suelen medir por tasas de abandono, fracaso escolar y resultados académicos tanto internos (expediente académico) como externos (por ejemplo, informe PISA).

Pero hay otra forma de medir el impacto del modelo educativo que solamente se observa en el día a día del proceso educativo. Son los hábitos adquiridos tanto por el profesorado como por el alumnado. Hay dos hábitos especialmente significativos entre nuestro alumnado: el hábito de la actitud pasiva en las aulas y el hábito de estudiar para aprobar una prueba de evaluación unos días antes de que esta tenga lugar.

Esta situación no es nueva. Hace 45 años, cuando estudiaba en el colegio, era lo que hacíamos la mayoría del alumnado. Realmente es la reacción, posiblemente de forma subconsciente, del alumnado ante pruebas de evaluación tradicionalmente memorísticas. Lo más cómodo es adaptarte a la forma de evaluación del profesorado. Si en esta van a preguntar lo que previamente han contado en clase, lo mejor es memorizarlo y volver a contarlo en el examen. En ese tipo de evaluación, cuanto más se parezca lo que se escribe a lo que dicho por el profesorado, más éxito académico se tiene.

En esa situación, ¿para qué cuestionarte lo que estás aprendiendo? ¿Para qué trabajar de forma diaria? Incluso ¿para qué molestarte en aprender? Lo que cuenta es aprobar y si aprobar se consigue memorizando, entonces basta con estudiar unos días antes, variando el número de días en función del volumen del temario a memorizar.

Por esta razón, uno de los objetivos de la innovación educativa es que el alumnado adquiera un conjunto de hábitos o, mejor dicho, que deje unos hábitos ya adquiridos por otros más propios del proceso de aprendizaje.

En el aprendizaje, cuanto más activo, participativo y cooperativo esté el alumnado, mayor desarrollo cognitivo tendrá. Pero, para ello, el profesorado no puede basar toda su docencia en clases magistrales. Se deben realizar actividades donde el alumnado deje evidencias (para que el profesorado pueda seguirlas) y, por supuesto, la evaluación no solo debe medir la capacidad memorística del alumnado.

Desde hace décadas hay métodos que se basan en el aprendizaje activo como son el aprendizaje basado en proyectos y en problemas. Hay otros que se están adaptando para aplicarlos en las aulas como el aprendizaje basado en retos y el aprendizaje servicio. Y los hay que han aparecido hace menos de una década como son el aula invertida (también denominada Flip Teaching y Flipped Classroom) y la inteligencia colectiva.

Flip Teaching, dando la vuelta a la clase.

Los dos procesos educativos más utilizados en la educación son las lecciones y los deberes. Si preguntamos a cualquier persona cuándo y dónde hacían esos dos procesos nos dirán: primero la lección en clase y, posteriormente, los deberes en casa.

El método Flip Teaching mantiene la secuencia: lección y deberes, pero no el lugar. La lección en casa y, después, los deberes en clase. Si analizamos este método desde el punto de vista de la actividad del alumnado, el cambio parece lógico. Más o menos viene a decir: si el alumnado en clase está inactivo, pues para eso se graba un video y que lo vea en casa (va estar igual de inactivo) y aprovechemos que la clase es un espacio físico en el que coinciden profesorado y alumnado para hacer actividades que exigen una participación más activa, de forma participativa y cooperativa.

Por otra parte, lo que más llama la atención al profesorado de esta metodología no es que se graba la clase en video, ni incluso cambiar de lugar la lección. Lo que realmente resulta impactante es que el alumnado lleve al aula la lección aprendida. ¿Qué haría usted, aparte de estar sorprendido, si su alumnado llevase a su clase la lección aprendida? Seguro que maravillas.

Esto no es ninguna novedad. Recuerdo que con 9 años mis profesores nos decían que llevásemos la lección aprendida, que eso era bueno y que la clase la íbamos a entender mejor. Lo cierto es, que a pesar de los esfuerzos del profesorado, la mayoría del alumnado no llevábamos la lección aprendida, y eso que lo intentaban (en clase preguntaban y si acertabas te daban puntos, pasabas a ocupar los primeros lugares de una fila o incluso salías en un cuadro de honor).

Seguramente a usted, querido lector o lectora, también su profesorado le decía que llevase la lección aprendida y ¿por qué no lo hacía la mayoría del alumnado? Básicamente porque el profesorado siempre impartía la lección, la misma, independientemente si la llevabas o no aprendida.

¿Ahora, qué ocurre?, ¿Grabando un video el alumnado trae la lección aprendida?

La respuesta es que no, que el alumnado no trae la lección aprendida por que tenga un video con la grabación de la misma. Lo hace porque se le dice algo parecido a:

“Si traes un 15% de la lección aprendida, las clases de aula las haremos de otra forma, más divertidas, participativas y activas”.

La clave del método Flip Teaching son dos cosas: demostrar que lo que se les dice es cierto y gestionar el hecho de que en las primeras clases la mayoría del alumnado irá sin tener la lección aprendida.

¿Tiene éxito la aplicación de Flip Teaching?

Primeramente, unas palabras sobre las experiencias: existe bastante coincidencia en la realización de la “lección en casa”: videos cortos, foros para dudas y cuestionarios sobre el contenido del video y el proceso de aprendizaje. Sin embargo, en los “deberes en clase” hay muy poca coincidencia. En algunas experiencias se utilizan otros métodos de aprendizaje activo como es el Aprendizaje Basado en Problemas. En otras se aplican métodos más novedosos como es la gamificación y, en otras, se realizan trabajos en equipo.

Esta divergencia entre los métodos a aplicar en el aula ha originado dos líneas. La que se basa en la utilización conjunta del método Flip Teaching con otro método distinto y la otra línea considera que es un método con características y procesos propios.

La primera línea utiliza el método Flip Teaching y la segunda el aprendizaje Flip o aprendizaje inverso.

¿Qué diferencia hay entre el método y el aprendizaje?

Para comprenderlo voy a utilizar un símil político ocurrido en la joven democracia española de los años 70. Básicamente los partidos políticos se agrupaban en tres corrientes: la izquierda, el centro y la derecha. En el Congreso, los partidos de izquierda tenían diputados de izquierda, los de derecha sus diputados eran de derecha ¿y los de centro?, pues no eran ni de derechas ni de izquierda. De hecho, en sus carteles electorales se anunciaban como “lo mejor de la izquierda y lo mejor de la derecha”.

  • El método Flip Teaching sería lo mismo que si un partido de centro tuviese la mitad de sus diputados de izquierda y la otra mitad de derecha. Mientras que unos se dedicarían a la “lección en casa”, otros se dedicarían a “los deberes en clase”. La izquierda sería un método (sacar la lección fuera del aula) y la derecha otro método (por ejemplo la gamificación).
  • En el aprendizaje Flip, todos sus diputados son de centro y todos se dedican tanto a la lección en casa como a los deberes en clase.

El método Flip es actualmente el más utilizado y el profesorado que ha realizado experiencias con este método suele presentar resultados favorables en cuanto al aprendizaje y a los resultados académicos.

Ilustración 1.  Secuencia de actividades y procesos del modelo MFT. Elaboración propia

El aprendizaje Flip aún no está consolidado pero, a mi modo de ver, es el que tiene más implicación en los métodos activos, ya que su principal objetivo es crear el hábito activo y el hábito de trabajar todos los días.

Desde un punto de vista más informal podríamos saber si una experiencia aplica el método o aprendizaje Flip respondiendo a una simple pregunta.

¿Un alumno que no lleve la lección aprendida estaría capacitado para realizar las actividades del aula? Si la respuesta es “sí”, entonces utiliza el método Flip, si la respuesta en “no”, utilizaría el aprendizaje Flip.

El aprendizaje Flip Teaching o aprendizaje inverso

Los métodos Flip suelen mantener al alumnado inactivo durante la lección en casa y activo durante los deberes en clase, ya que en el aula se utilizan metodologías activas. Usar una metodología activa significa que el alumnado tiene que estar activo, cooperar y participar en el proceso de aprendizaje.

El aprendizaje Flip mantiene al alumnado activo tanto en la lección en casa y como con los deberes en clase. Se diferencia con una metodología activa en que además de que el alumnado esté activo, cooperativo y participativo, este tiene que adquirir el hábito activo (y desprender el inactivo) y el hábito de trabajar gradualmente (y desaprender el hábito de estudiar unos días antes).

Revisemos la ilustración 1 que expone, de forma resumida y esquemática el modelo de aprendizaje Flip denominado Micro Flip Teaching.

Para entender MFT, y basándonos en la figura, se establece la secuencia de actividades y procesos expresados en la imagen.

Lección en casa

  1. Preparación del material. El profesorado prepara:
    1. Un video con unas características especiales como son: 10 minutos de duración máxima, representar el 15% del tema, los contenidos deben servir para que el alumnado pueda realizar una actividad, seguir un diseño dinámico (evitar poner mucho texto, realizar animaciones,…..). La herramienta para grabar el video puede ser un sistema de tipo ScreenCast (graba la pantalla del ordenador y la convierte en un video).
    2. Un cuestionario sobre el video o sobre el propio proceso de aprendizaje.
    3. Pone a disposición del alumnado un foro para dudas y comentarios.
  2. El alumnado visualiza el video, utiliza el foro para dudas (pueden responder otro alumnado) y realiza el cuestionario.
  3. A partir de lo indicado en el video el alumnado realiza de forma individual, o grupal, un microtrabajo. El trabajo debe estar calculado para que dure un máximo de 30 minutos. Puede utilizar el foro para exponer dudas y comentarios relativos al microtrabajo.
  4. El profesorado a través de las consultas en los foros y en el resultado del test puede elaborar recursos complementarios y enviarlo al alumnado. Por ejemplo; si a través del foro de dudas el alumnado indica que hay una parte del video que no se entiende, el profesorado puede realizar un microvideo adicional.
  5. El alumnado almacena los resultados del trabajo en un espacio on-line al que pueda acceder el profesorado.

Deberes en clase

  1. El profesorado selecciona resultados del trabajo: uno o dos que estén de forma correcta, otros tantos incorrectos y otros que tengan algún detalle que sirva para presentar el siguiente tema. También puede utilizar el resultado de los foros y cuestionarios para elaborar recursos que se van a exponer en clase.
  2. En el aula se realiza feedback con los resultados previamente elegidos por el profesorado. A partir de los que están mal se indican las razones por las que no están correctos, los elementos que no han considerado,… Lo mismo con los que están bien o con los que tienen un detalle a destacar.
  3. El feedback lo puede hacer el profesorado, el alumnado (por ejemplo el alumnado que lo ha realizado de forma adecuada explica las razones por las que un determinado trabajo está mal) o de forma cooperativa.
  4. El profesorado intercalará el feedback con microlecciones magistrales o cualquier otra actividad que sirva para ampliar los conocimientos. Es importante que esta actividad la realice enlazando los resultados de los trabajos.
  5. Elaboración de la lección aprendida de lo que ha sucedido en clase. Es opcional, ya que exige al profesorado un trabajo extra. Se trata de hacer un resumen de lo acontecido en clase con enlaces a los recursos que nos han servido para ampliar el tema o introducir el nuevo.

En este modelo la única condición que se debe cumplir para que se produzca aprendizaje es que el alumnado haya realizado la microactividad, dando igual que esta se haya realizado de forma correcta o incorrecta. El alumnado en el que no se produciría aprendizaje es en el que no ha realizado la actividad. Dicho de otra forma, el alumnado que durante la lección en casa ha estado inactivo.

El aprendizaje activo se basa en que el alumnado aprende “haciendo”, creando contenidos, equivocándose, reflexionando y re-configurando el conocimiento a partir del feedback. Para todo ello, el alumnado debe tener el hábito activo y el hábito de participar en el desarrollo del aprendizaje de forma progresiva.

Pero también el profesorado tiene que cambiar. Ya no basta con prepararse unos contenidos y exponerlos en clase. Hay que preparar actividades para que el alumnado esté permanentemente activo. Hay que elaborar recursos o seleccionarlos, de los que ya existen, y sobre todo, tiene que estar preparado para lo imprevisible. Cuando en el aula se trabaje de la forma expuesta surgirán dudas, recursos y caminos que no estaban previstos de antemano por el profesorado.

El aprendizaje activo consigue que el alumnado esté activo y realice aprendizaje de forma progresiva, pero también el profesorado tiene que abandonar ciertos hábitos y prepararse para interactuar de forma continua con el alumnado. RM

Ángel Fidalgo

Doctor en Informática por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Profesor titular de la Universidad Politécnica de Madrid. Director del Laboratorio de Innovación en Tecnologías de la Información del departamento de Ingeniería Geológica y Minera de la misma Universidad. Premio a mejor asignatura OCW del Ministerio de Educación y Premio a la Innovación Educativa por la Universidad Politécnica de Madrid.

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